El bien común, es una premisa que nos encuentra a construir sueños…

Abierta la discusión La Francisco:

Universidad Medieval o

una universidad para Ibrahin López García

Cómo hacer para que una propuesta de largo alcance, pertinente, visionaria, productiva, revolucionaria pueda sustentarse y sostenerse en el tiempo con cimientos robles que puedan motorizar la transición a un modelo distinto? Eso nos lo preguntamos muchas veces y en ello se nos irá el debate, la discusión, sin embargo, no la sinergia y las ganas, siempre intentando aminorar las características propias de la tradicionalidad que obviamente tiene su espacio pero cada vez mas reducido en nuestra conducta. De allí la intensión de fomentar en lo societal elementos de la endogeneidad para poder comprender que cada espacio territorial conoce y reconoce sus fortalezas y por ende apuntar a aquellos denominados educativos, tales como la investigación, la extensión, la producción y la docencia continúen su devenir históricos incólumes ante la misma. Cuento viejo que muchos conocemos y otros sostenemos para el "bien común" diría Robinson, es ese roble que sostiene dicha hechura.

Desde hace ya unos años y comprendiendo la necesidad de entender la comunidad como garante de sus saberes, se fue generando matices propios de cambios, cambios que trascienden e impactan en las mismas comunidades como en el seno de la "hacedora de luces". En eso se planteó la creación de un modelo distinto, pluridiverso, viable y reflexivo para que ese mundo societal falconiano y foráneo participara. Con ello propender espacios de discusión para proveer de ese bien común cada escenario local, con sus aciertos y por supuesto, con sus errores.

El camarada y amigo Juan Talavera, plantea un debate para poder acompañar desde cualquier escenario, diversas propuestas creadas y puestas a la orden de la comunidad falconiana donde se siga construyendo esa universidad necesaria y transitoria hacia un mundo mas justo, un mundo mejor.

De acuerdo estamos, en acompañar el debate como siempre lo debe hacer un ciudadano humanizado y valorativo de la crítica para mejorar. Allí seguiremos haciendo la lucha por defender los espacios que origina el pueblo, los que motoriza el pueblo, los que dirigen o deban direccionar el pueblo, no aquellos a los cuales esa universidad ha secuestrado para su "bien común". Y en estos días se remoza tal cual lo expresa las líneas muy comentadas hasta por sectores adversos, pero que guardan cierta discreción en la metódica propia de la vida educativa, que hacen ruidos a algunos y criticidad a otros.

Esperamos poder contribuir desde cualquier espacio al debate de la misma, esa universidad sin frontera, esa universidad que no genere luz sino que la termine de pagar, ya que bastante que le adeuda al pueblo. Desde la endogeneidad, entendiendo la misma como constructora de la vida, la misma en su participación debe ser escuchada y sentida, no desde ese espacio vertical, sombrío y gris denominado consejo universitario, no, desde allí se seguirán direccionando las líneas naturales de la dominación tal cual lo refleja los opinadores y representantes a los cuales parece olvidárseles su papel ante la sociedad y ante la comunidad revolucionaria.

Es necesario el debate y la tarea de poder seguir contribuyendo al hacer reflexivo de las necesidades que atender, las mismas que hicieron penumbrar por siglos los espacios de nuestras comunidades, las mismas que las excluyeron, las mismas que originaron el desencuentro de la universidad consigo misma parafraseando a Boaventura de Sousa. La tarea comenzó hace unos años, tenemos la oportunidad que nos lega un gran aporte que no debe detenerse en cierta normativa o legalidad establecida, ya que la misma solo manifiesta ese espacio de dominación que la propia aura universitaria no quiere dejarse arrebatar.

Las instancias de participación protagónica, novedosas, innovadoras y transformadoras, tales como el Consejo Académico Bolivariano Local, Consejo Académico Bolivariano Estadal, Consejo de Acción Social y Comunal, Unidades Integrales Agroecológicas Socialistas, Area de Acción Social y otras, tienen su camino, sustentado filosóficamente, epistémico/productivo, pero sobre todo profundamente revolucionaria. No todos estarán de acuerdo, para eso se vive y se debate, y obviamente la derecha, la cual aspira su espacio de poder en la misma no les sonreirá dicha propuesta. Sin embargo, el llamado al cual debemos acudir es a los revolucionarios que necesariamente debemos abocarnos a la lucha incesante por la construcción de la universidad socio productiva, originariamente defensora de los intereses del pueblo y no aquella, la añosa y persistente limitadores de sueños. Este bien común nos invita a seguir su construcción y no voltear la mirada a las estatuas milenarias.

wachunep@gmail.com



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