Médicos de a Pie

Los Médic@s Integrales Comunitarios (MIC) constituyen primera línea de atención de la Misión Barrio Adentro. En el marco del "Compromiso de Sandino", asumido entre los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías el 21 de agosto de 2005 surge el Programa Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria (PNF-MIC). Esta propuesta es uno de los pilares indispensables para la continuidad de la misión Barrio Adentro. A la fecha más de 18 mil jóvenes estudiantes de MIC han egresado de este programa en Venezuela, de un compromiso compartido de 10 mil por año en cada país, lo que va armando un verdadero "ejercito de batas blancas". Los estudiantes de MIC formados por la escuela latinoamericana de medicina (Elam), son postulados por sus propias comunidades, y son los futuros médic@s de sus pueblos, barrios, comunas donde será paulatinamente el relevo de los médicos cubanos. El modelo de salud de la Misión Barrio Adentro está concebido con la idea "que las personas no van al médico, sino que médicos van a sus casas". Trabajan en sus comunidades con acción preventiva, promoviendo salud y detectando tempranamente las enfermedades, donde podrán afrontar la primera línea de atención; sino derivarán los pacientes a niveles más complejos del sistema. Los médic@s integrales tienen a su cargo un número 200 familias de un territorio donde viven y comparten, siendo ellos mismos hijos de campesinos, de pescadores, de trabajadores. Los médic@s integrales serán el sostén del sistema único de salud y su ruta está signada por el plan de la patria. Médic@s con formación científica, humanista, solidaria, siendo parte de su pueblo y por ello me atrevo a denominarlos, con respeto, "médicos de a pie".

Los modelos médicos han ido evolucionando con los siglos. Desde aquellos chamanes, brujos, sacerdotes, barbero-zurujano ("los que trabajan con las manos") que con el tiempo, los que se licenciaban, se convertirían en médicos cirujanos. Médicos "de cabecera" fue un modelo influyente por varios siglos, tanto como el médico de pueblo o rural, más por iniciativa propia que como expresión de un sistema de salud. Al influjo de los movimientos anti colonizadores y de liberación en África, Asia, y América Latina de los años 60 y 70 se hicieron extensivos los movimientos de médicos "sociales" o "de base", promoviendo modelos como los "médicos descalzos" en China, o "médicos trabajadores" en México, programa "Jamkhed" en la India o alternativas como de "medicina simplificada", que expresaban el momento político social de la época. Estos movimientos de salud y las propias necesidades de los pueblos del tercer mundo, tuvo como resultado lo que se llamaría la conferencia de Alma Ata (ex unión soviética) promovida por la OMS y UNICEF en setiembre del año 1978, y su declaración de Alma Ata, suscrita por la mayoría de los gobiernos del mundo. Dicha declaración asumía que la salud era un derecho, se comprometía a una "salud para todos" para el año 2000 con la estrategia de la Atención Primaria de la Salud (APS). Los programas de lactancia materna, rehidratación oral, vacunación masiva, "madres canguro" presagiaban buenos augurios y tuvieron un gran impacto en la medida que los gobiernos se comprometieran con ésta estrategia. Sin embargo en plena guerra fría, la caída del muro, los golpes militares del cono sur, y con la imposición de modelos neoliberales fueron minando las bases de ésta militancia social y fueron muchos desaparecidos, asesinados, presos u obligados a destierro. Los ideales de Alma Ata en los 80 y 90 tuvieron un clima hostil, y la industria de la enfermedad, la mercantilización de la salud impuesta con los cantos neoliberales, cuando el FMI y el banco mundial asumían el negocio de la enfermedad, que por supuesto pulverizaron el objetivo de la salud para todos para el año 2000. También algunos modelos "médicos solidarios", como "médicos sin fronteras", una ONG multinacional con financiamiento de banca internacional y empresas privadas, que con un prestigio ganado en asistir a desastres, tuvieron un dudoso accionar político en muchos países, entre ellos en Siria. En un siglo se transitó del modelo médico de pueblo tal como el venezolano "Dr. Gregorio Hernández" que se convierte en santo popular, al del diabólico "Dr. House", expresión más acabada de modelo médico hegemónico del capitalismo.

Con una actitud de vanguardia en la resistencia al neoliberalismo del gobierno socialista de Cuba y la terquedad esperanzadora de Fidel, en el año 1988 se convoca al primero de los seminarios de Atención Primaria de la Salud en Cuba. Al igual que los eventos contra la deuda externa, convocaban a miles trabajadores de salud, intelectuales, luchadores sociales a debatir y compartir experiencias de estos importantes temas. Nos tocó participar en 1991 como pediatra de atención primaria, al III seminario de APS en el palacio de convenciones de la Habana y ya se respiraba en los asistentes de los equipos de salud de todo el mundo una actitud de recomposición del espíritu de Alma Ata. Fidel estaba atento a los avances y retrocesos de los movimientos populares del mundo, escuchando las experiencias y con el ejemplo del modelo de salud cubano que mostraba grandes fortalezas a pesar de los efectos del bloqueo y el periodo especial. Estos seminarios daban cabida a una importante revalorización de la estrategia de APS, los médicos de familia y generalistas, en un momento donde los pueblos del sur se recuperaban de las dictaduras con democracias débiles en épocas de los Programas de Ajuste Estructural (PAE) por parte del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estaba amenazada de privatización la salud pública y los seguros sociales de los trabajadores, con una proliferación de los servicios de emergencias privados. Con la iniciativa de estos seminarios, se estaba abriendo una brecha para la recomposición popular. Vendría después el Caracazo del 89, primer grito popular contra los paquetazos, se extendería al "se vayan todos" en Argentina del 2001-02, las luchas contra las privatizaciones del agua en el Alto Boliviano, entre otros movimientos de resistencia en América Latina. Se avizoraba la alborada del siglo xxi, con una nueva correlación de fuerzas desde nuestro suramericano.

La derecha Venezolana reacciona desorbitada contra los nuevos médic@s integrales comunitarios, tanto o más que con la misión Barrio Adentro. Desde la academia, desde las universidades tradicionales (las autónomas), desde Federación Médica y con una profusa campaña mediática ponen enormes trabas a la nueva la formación médica. Se los descalificaba porque no estudian anatomía "sobre cadáveres", que la carrera duraría 4 años, que son adoctrinados por el "castro comunismo", que las universidades creadas en revolución por su "masividad pierden calidad". Pero en definitiva reaccionaban porque los estudiantes de MIC provienen del pueblo y no de las clases medias y altas. Mientras que las escuelas de medicina tradicionales restringen los cupos en "aras de la excelencia", las universidades bolivarianas se municipalizan, para que en cada alcaldía haya una sede para nuevas las carreras, masificando la educación superior y así garantizar el derecho constitucional a la educación. Los estudiantes de MIC concurren a los consultorios populares desde primer año donde los médic@s cubanos y ahora los nuevos médic@s de MIC, serán sus docentes y caminan juntos los barrios. Les tocará en los 6 años de carrera, rotar en los distintos niveles de Barrio Adentro, incluidos en los últimos años en los hospitales de la red tradicional donde compartirán con los estudiantes de las escuelas de medicina de las autónomas (graduados como médicos cirujanos sin experticias para ello), y con los médicos que allí trabajan, que muchas veces los tratan con desprecio. Como colaborador docente de la ELAM me ha tocado constatar esta realidad. Que a los estudiantes MIC se les garantizan bibliografía médica con los mismos libros clásicos con que fui formado, agregado las nuevas tecnologías: vídeos, esqueletos artificiales, docencia presencial, internet y mucha practica social, relevamiento epidemiológico, visitas casa por casa, trabajos de tesis. Que hay fallas no se pueden negar, pero el prestigio de la ELAM que desde el año 1999 viene formando varias generaciones de médicos en Cuba de más de 120 países del mundo. La ELAM en la república bolivariana Venezuela sigue esos pasos de manera decidida

De acuerdo a los principios de la Universidad Nacional Experimental "Rafael María Baralt" el MIC "es un médico con competencias diagnosticas y terapéuticas, capaz de brindar Atención Médica Integral, a través de acciones de promoción, prevención, curación y rehabilitación del individuo, la familia, la comunidad y el medio ambiente, con el empleo de los métodos clínicos y epidemiológicos; un profundo enfoque social, portador de valores, éticos, humanísticos, solidarios y de actitud ciudadana; llamados a transformar la situación de la salud, en correspondencia con las exigencias de la sociedad actual de la República Bolivariana de Venezuela". Esta universidad es una de las varias que hacen de cobertura institucional a la formación de los MIC, con que el gobierno bolivariano va dando forma y sustento a la Misión Barrio Adentro. Los detractores no callarán aunque el pueblo es el que dará el veredicto. O acaso tentarán a los MIC, como lo están haciendo, a hacer guardias en las clínicas privadas o impregnar su sano juicio con la profusa campaña de los laboratorios trasnacionales del medicamento. Será la conciencia de estos nuevos médic@s, médic@s socialistas, médic@s revolucionarios, que la sociedad sabrá valorizar de acuerdo a sus conductas y calidad de atención. El gobierno deberá encausar la formación continua en especialidades de todas las ramas de la medicina, sin perder su carácter de integral. Cada egresado por derecho le corresponde su tableta para mantenerse comunicado y actualizado, facilidades en adquisición créditos de vehículos y seguramente de vivienda, y el deber de considerarse trabajador de la salud. Un médico revolucionario no gana dinero, gana vidas. Un médico revolucionario es aquel para el cual un enfermo no es un cliente sino ciudadano con derechos. Un médico revolucionario es también un educador en los mejores hábitos de vida. Un medico revolucionario debe ser un líder en su comunidad, promotor del cambio social y constructor de la nueva sociedad. Un médico revolucionario tendrá que estar dispuestos a acciones médicas solidarias con otros pueblos como lo han hecho los cubanos en todo el mundo, como recientemente en África en la lucha contra el Ebola (ver nota) y lo han hecho los venezolanos y cubanos en Haití. Así como veo a estos jóvenes médicos que diariamente caminan las calles de sus barrios, haciendo patria. Patria que se respecta, porque Venezuela se respeta. Por ello me atrevo denominarlos, con entusiasmo, médicos de a pie.



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