La universidad en tensión

El distinguido profesor Tulio Olmos, vicepresidente de la APUCV e integrante particularmente competente del Instituto de Filosofía de esa misma universidad, declaraba días atrás en torno a la tensión que se vive en esa y otras universidades, ya que al parecer el Primer Contrato Único de los Trabajadores Universitarios, que todos celebramos (en el chavismo, digo) como un instrumento dignificante, se ha tornado insuficiente. El poder adquisitivo del salario se ha devaluado, además que sus otros aspectos relativos al salario social, vivienda, seguridad social y recreación, no se han cumplido, entre otros aspectos.

La insuficiencia del presupuesto asignado al sector, según la rectora García Arocha, continúa y la no observancia de las normas de homologación conduce a generar mucha inquietud, donde la racionalidad brilla por su ausencia, el rector de la UPEL señaló también su inconformidad pero anuncia un nuevo diseño curricular, la prensa regional reseña un conjunto de demandas y denuncias de la comunidad estudiantil de la Uptaeb sobre piratería académica e incongruencias de las autoridades locales con el MPPEU, al no implementar el pensum aprobado que garantiza mayor calidad…

El ministro de Planificación y el Conocimiento y, Ricardo Menéndez, por su parte acota que el “presupuesto de educación universitaria está garantizado plenamente por el gobierno revolucionario en cada momento”, (Diario Vea, Caracas, 16 de octubre de 2014, p. 2); agrega más adelante unos porcentajes que parecen desmentir a los rectores y demás voceros, véase: “…el presupuesto universitario en la nación ha tenido una curva ascendente durante los 15 años de Revolución Bolivariana, y enfatizó que la mayoría de las casas de estudio exhibe entre 30% a 40 % de aumento en su presupuesto de arranque este año”, (ídem), directamente acotó que: “…hay sectores que mienten en torno a un supuesto déficit en las casas de estudio, con la intención de provocar desestabilización en el país”; cierra diciendo que: “Adicionalmente, si hace falta cualquier recurso, el que sea, el Gobierno revolucionario lo garantiza plenamente para el sector universitario. Somos nosotros los que estamos casados con el conocimiento del país”, (ob cit).

De allí que las expectativas acerca de las respuestas que darán las autoridades nacionales de esa instancia, ahora con nuevas instancias por la fusión de dos carteras ministeriales antes separados: el actual de Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, ¿o es al revés?, la da el Dr. Ricardo Menéndez. Como fuere, parece haber una tensión entre la realidad y el diseño formal presente en la filosofía normativa o de gestión, una distancia… ya que es fama que del dicho al hecho hay mucho trecho.

Por otra parte, en lo personal nos parece impresionante cómo ese pírrico aumento que, aun con dudas razonables celebramos en la sala plenaria de Parque Central y con palabras laudatorias del entonces encargado del MPPEU, Pedro E. Calzadilla, se consumió como el escaso papel periódico del que disponen hoy las rotativas, en la incandescencia de la inflación, la devaluación, la especulación y las tentaciones consumistas que nos devoran. Sal y agua, ¿nos incluirá el presidente Maduro en un eventual aumento general de sueldos y salarios?

Otros profesores conocidos, también muy competentes aunque los conocemos mucho de vista, trato y comunicación, como se dice, critican que las universidades no rinden cuentas y dizque hasta destacan lo curioso que resulta que algunas casas de estudios superiores en determinadas áreas no ejecutan partidas del presupuesto asignado, que según informe del Prof. Cecil Pérez es el caso de la UCLA, ¿por qué se darán esos fenómenos? ¿Es eso motivo para restringir el presupuesto universitario?

La Upel, la universidad asesora del Estado venezolano en el campo de la educación y la pedagogía de acuerdo a una vieja conseja, no se queda atrás. En lo atinente a las divergencias político-ideológicas y luchas de poder generada por facciones internas en pugna, se producen también variables intervinientes proyectadas desde el exterior, como los elementos ya nombrados: salarios y condiciones precarias de trabajo, también por la inseguridad que se vive en el campus y el deterioro de la infraestructura física, cuando no por nuestra falta de identidad y pertenencia.

Ya que como toda organización la universidad como tal constituye una estructura abierta y compleja que también es entrecruzada por las tensiones del entorno, donde valga la anécdota, muchos de sus miembros parece vivir en una eterna campaña electoral. Como si en la elección de las nuevas autoridades estuviera la respuesta a las cuestiones de fondo que se debieran debatir, en tanto que proyecto histórico-pedagógico que se supone obedece a los lineamientos estratégicos del Estado-Nación, configurado de manera plural en la Carta Magna y no de una facción.

Pero en nuestros entornos, marcados por la inmediatez eso no se discute en las reuniones de departamento sino ciertos tópicos de los lineamientos administrativos, el calendario académico y otras menudencias extracurriculares, que si bien no son en manera alguna desdeñables no constituyen tampoco eventos mayor trascendencia. Por lo que en la esperanza de establecer un sano equilibrio, en tales reuniones sería dable fomentar espacios para reflexiones sobre lineamientos teleológicos, axiológicos y epistemológicos, ¿si se entiende? Que vayan a la cosa de raíz, ¿no? Discutíamos esto con un amigo recientemente.

Por eso, y sin entrar en aspectos específicos que desconocemos, nos pareció extraordinaria una asamblea que se dio en la Uptaeb (Universidad Politécnica Territorial Andrés Eloy Blanco de Barquisimeto, estado Lara). Según reseña que leemos en El Informador: “Universitarios requieren cátedras especializadas”, “Estudiantes del Uptaeb exigen que se aplique la nueva malla curricular”, “Nuevo pensum asume que el estudiante haga pasantías”, (El Informador, Barquisimeto, 15 de octubre de 2014, p. 4-A).

Nadie sabe si es por efectos de la llamada transición de instituto tecnológico a universidad que se producen esos desfases entre el pensum de 2011 y el de 2014; así voceras y voceros estudiantiles acotan que: “…tomamos los edificios como medida de presión a las autoridades, luego de agotar los canales regulares (mesas de trabajo, asambleas estudiantiles) y no obtener respuestas”, (¿eso de hacer silencio administrativo como que es común en el equipo gerencial de la Uptaeb?)

Agregan más adelante estos jóvenes estudiantes que: “Exigimos la aplicación del nuevo diseño curricular aprobado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, MPPEU; ha pasado un año y continuamos con la misma malla curricular de hace 5 años (…)”; sigue el reclamos de la siguiente manera: “Deberíamos iniciar clases con el nuevos pensum en septiembre de este año, (…); el nuevo pensum contempla la realización de pasantías, también asume un aumento significativo de las materias específicas para cada especialización, hecho que nos contenta, ya que la malla obsoleta –que ahora se imparte- presenta fallas en los ejes de sistemas, calidad y ambiente” y oras carreras…

¿Por qué esperar que las tensiones alcancen tales niveles de ruido para que las autoridades respondan a medias? ¿La malla curricular que denuncian como obsoleta, por que se continúa aplicando? ¿Es así como la revolución bolivariana debe dar respuesta a las demandas del pueblo? ¿El director de Programas de Formación de la Uptaeb, es experto en currículo?

En esto, como en otros aspectos quienes se desempeñan en cargos de gerencia media en las actuales instituciones del Estado, suelen improvisar, ¿será de esa manera cómo pretenden hacer de manera eficaz, eficiente y efectiva las políticas educativas de la revolución? Esa son las cosas que me alejan de ti, dice una vieja canción…

Repetimos que esta asamblea con la que se dan banquete los rotativos regionales que operan en la ciudad de Barquisimeto, nos parece extraordinaria: que la comunidad estudiantil discuta y demande asuntos relativos a sus planes de estudios, para hacerlos más relevantes y pertinentes, por ejemplo esta perla:

“…queremos abordar en la asamblea que los profesores no están capacitados para impartir algunas asignaturas, tenemos inconvenientes en la relación estudiante-profesor y los directivos se callan la boca. Hay educadores que tienen tres secciones de una materia, y esa población solo aprueban 7 personas, las autoridades deben preocuparse por lo que está pasando”… ( ob cit).

En la Upel Ipb, ¿no suelen verse casos así?, tal vez no, porque la tradición ha hecho decantar una cierta manera de hacer las cosas, se ha ganado un prestigio, ha creado una cultura organizacional apoyada en el rigor de las áreas de especialización. Lo cual se expresa en el cuidado de las formas en el proceso de desarrollo curricular, con sus diversas interfaces, donde además la formación de su talento humano es extraordinaria. Cada especialidad cuenta con sus expertos; de donde se tiene que las llamadas universidades pueden tener cosas que enseñar a las experimentales de nuevo tipos, como eso de no improvisar y que haya especialistas en cada área, por eso un proyecto histórico pedagógico de universidad no es solo cuestión de buena voluntad, los criterios técnicos son muy importantes. Leer a Orlando Albornoz.

Como tampoco es cuestión de negarse tozudamente a las nuevas políticas educativas de la revolución bolivariana, en lo que tengan de bueno y noble, así días atrás también leímos en su portal de la Upel que también haría un cambio curricular. Veremos cómo será implementado. Lo cierto es que la única tensión que deberían tener las universidades es la tensión creativa de que habla Peter Senge en La Quinta Disciplina.

Sostiene en efecto este autor que: “La tensión creativa constituye el principio central del dominio personal, e integra todos los elementos de la disciplina. Aun así, es muy mal comprendida. Por ejemplo, el término tensión sugiere angustia o estrés. Pero la tensión creativa no implica ninguna sensación en especial. Es la fuerza que entra en juego en cuanto reconocemos una visión que está reñida con la realidad actual”, (Senge, P. 1992. La Quinta Disciplina. Granica. Barfelona. España. P.193) ¿Cuál de esas fuerzas estará reñida con la realidad? ¿La de los rectores y gremios o la de los voces del gobierno?



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Luis Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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