Pensar en la Educación, Investigación y Formación Integral de Venezuela

Carta al Ministro de Educación: Los docentes se mueren sin recibir prestaciones

Ciudadano Héctor Rodríguez: Ser ministro de educación requiere además de tener amplias cualidades éticas, necesita ser una persona  íntegra en su moral,  consustanciada con la sociedad como un todo, amar, respetar, velar y sentir a cada uno de los niños y adolescentes,  como si de verdad ellos fueran sus hijos. Por ello, se pueden tener las dos primeras descripciones generales, pero si se carece o existen debilidades en la última, ese potencial ministro lo será de nombre o designación, pero jamás lo será de hecho, porque la educación no es una de las pocas palabras pentavocálicas (con las cinco vocales), sino es quizá, la más importante en el contexto humano, y por ende, social.

Ahora bien, quien acepta una responsabilidad de esta magnitud, debe tener además amplio conocimiento del hecho educativo y pedagógico. No puede ser un llamado “paracaidista” y aunque no le guste, estoy y siempre estaré en contra que un ministerio de esta magnitud, así como  de salud, sean dirigidos por personas o profesionales distintos en tal vitales áreas para el desarrollo del país, porque ambos deben ir enlazados en una sola política que conjugue aquella frase: “cuerpo sano, mente sana”;  situación que hace tiempo marcha a la deriva, más allá de simple declaraciones o que en este instante se diga que se van a realizar “consultas”, planes de vacunación en las escuelas, entre otras “acciones”, cuando ello debe ser parte de una cuidadosa planificación en el orden transdisciplinario, biológico y ontológico.

Héctor, para ser ministro de educación el Gobierno Nacional debe otorgar total autonomía para el ejercicio de tan relevantes funciones, porque de no ser así, si éstas responden a intereses de grupos, o “necesidades partidistas” o del propio gobierno en algunos ámbitos de la sociedad, ese ministro terminará siendo una marioneta, y eso es lo que lamentable ha prevalecido en casi todos los gobiernos del país, pero especialmente en tiempos “revolucionarios”. Por eso el fracaso de la educación en términos de aumento de la deserción, especialmente en el bachillerato, y por ende de miles de adolescentes y jóvenes sin oficio definido, que los convierte en víctimas de la pobreza, y en caldo de cultivo para la delincuencia.

Ministro, alguien quien conozca la educación a fondo, solicitaría al Presidente de la República, eliminar muchas dependencias que se encuentran ancladas en la sede del edificio del Ministerio del Poder Popular para la Educación. Por ello, le sugiero convertir el laberíntico edificio ubicado en la parroquia Altagracia, en Caracas, en un espacio viable de siete (7) unidades horizontales, sólo que su ubicación en el contexto de una nueva educación,  respondería a la construcción sintáctica de una oración con el propósito de generar una Identidad Educativa  que fuese lema de todos los niños, adolescentes, docentes, trabajadores y sociedad en general. Comenzaríamos, sin duda a reflexionar sobre el por qué y el para qué de la educación. Tales unidades leyendo las primeras letras de cada una de ellas,  llevarían el significado de: Pensar En la  Educación, Investigación y Formación  Integral de Venezuela.

En consecuencia, las siete (7) unidades serían:

  • Pensar Transdisciplinario – Ontológico y Complejo  (procesos de aprendizaje)

  • Estructura Operativa y Académica, de Conocimientos y Saberes Comunitarios (conformación nacional, planificación curricular y contenidos de aprendizaje)

  • Expresiones  Humanas (admisión, formación, capacitación relacionados con docentes y trabajadores del MPPE)

  • Investigación y Desarrollo de Ciencias Sociales, Naturales, Tecnológicas y Telecomunicaciones (exclusivo espacio para la investigación de todos los entes que integran la comunidad educativa)

  • Finanzas (planificación, ejecución y distribución presupuestaria)

  • Infraestructura (construcción, mantenimiento y remodelación de planta física)

  • Vinculación educativa y social (praxis pedagógica no sólo en los niños, sino en toda la sociedad educativa)

Como nota adicional, los más de 20 pisos que componen la sede del MPPE, quedarían reducidos a sólo unos tres pisos (pudieran funcionar en los últimos). En el resto pudieran crearse espacios de capacitación docente y administrativa, bibliotecas, salas de cine pedagógico, ¿y por qué no? Un gran centro de educación inicial, el cual  ayudaría a miles de mujeres y hombres con niños(as) en edad de 0 a 6 años, y que perfectamente, supliría el déficit que existe en ese sector de la Capital de la República con infantes que no asisten a la educación formal, sino a las llamadas “guarderías” que en muchos casos resultan muy costosas para la población, sin tomar en cuenta que muchas de éstas no cuentan con el personal calificado para atender a los más pequeños.

Lo anterior, disminuiría las 136 dependencias del directorio general del MPPE (ver:http://www.me.gob.ve/DIRECTORIO.pdf)  a los siete (7) campos definidos, los cuales se sustentarían en equipos multidisciplinarios de esas propias áreas; verbigracia, en cada unidad habría un representante por los otros departamentos, los cuales a su vez estarían integrados en cada unidad en el contexto de cinco áreas del pensar: Axiológico, Biológico, Complejo, Desconocido y Emocional.

En tal sentido, al hablar de un Pensar Transdisciplinario – Ontológico y  Complejo  se busca el redimensionamiento del ser en su unión biológica y espiritual. El pensar es biológico, los pensamientos son abstractos. Cuando algunos hablan que hoy la “educación” se ha convertido en “seleccionar y pegar” es porque el docente en buena medida ha perdido no sólo el control por las actividades que dirige, sino que ha agotado su repertorio. El ensayo, la narrativa, la poesía, la pintura, la alfarería, los vitrales, la gastronomía entre muchas otras actividades deben recomponerse en el plano de los aprendizajes, sobre todo como trabajo en el aula y en los espacios  complementarios de escuelas y liceos tales como: bibliotecas o  áreas verdes.

La Estructura Operativa y Académica, de Conocimientos y Saberes Comunitarios no puede seguir siendo una quimera. Las zonas educativas y municipios escolares han perdido vigencia operativa. No dan respuesta. Se han convertido en parte del problema. No imagino una persona de la comunidad educativa teniendo que trasladarse desde Villa Páez hasta San Cristóbal en el Táchira (más de 4 horas en autobús) para solicitar un recaudo o ser atendido por las “autoridades”; o que alguien desde Santa Bárbara de Barinas necesite tres horas para ir a Barinas por unas notas “certificadas”; o que un director de Boca de Pozo en la península de Macanao, se lleve unas dos horas para llegar hasta La Asunción en Nueva Esparta para solicitar “material de oficina”.  ¡No! Eso es salvajismo. Cada plantel debe conformar sus propias estructuras operativas. El Estado debe entregarle a cada escuela o liceo su presupuesto anual. Depositar las mensualidades correspondientes para que éstas sean viables financieramente y evitar que se suspendan actividades, en muchos casos, por inercia de un exceso de centralismo, el cual ha llegado al colmo de guardar los “lápices” de los planteles en las “zonas educativas”.

Sobre la elaboración del llamado “currículo” impreso (que muy pocos llegaron a leer)  lo sustituiría sólo en versión digital, debidamente instalado en las llamadas “canaimas” tanto de estudiantes y docentes (si algún día se las entregan) para hacer de fácil búsqueda el  tema en trabajo de aula.   En esta versión se agruparía todo lo que conformaría el ámbito planetario, nacional, regional y local del conocimiento, elaboradas las dos últimas áreas por la comunidad educativa.

En este punto no podemos obviar la necesidad del agotado calendario escolar. Somos el único país de Suramérica (ni siquiera Chile y Argentina lo tienen) que tiene un año escolar “ajustado” con las necesidades climáticas de Estados Unidos y Europa. El año escolar debe ir a la par del año fiscal. Y esto al parecer se ha consolidado en estos tiempos de “revolución”. Este calendario escolar lo único que promueve es la rochela y los “puentes” por días feriados. ¡Debe ser abolido! Por ello, proponemos un calendario escolar de 200 días hábiles (efectivos) que vaya desde Febrero hasta Noviembre, con un receso de 15 días en agosto, y vacaciones escolares entre diciembre y enero.

En relación con las Expresiones  Humanas  (hoy llamado “talento” humano) cada escuela quien tiene personal administrativo quedaría responsabilizado de ello en todas sus facetas. Se deslindaría el trabajo administrativo del director o directora sólo en lo estrictamente académico.  Así,  un docente ante cualquier ausencia o reclamo no tendría que trasladarse hacia otro sitio distante. Se descentralizaría lo referente con la nómina del personal, es decir, cada escuela también manejaría su propio presupuesto laboral. Se sinceraría el número de docentes y trabajadores de cada institución. Aunque es obvio que el Estado jamás procedería a una visión de este tipo, porque aunque digan que manda el pueblo, jamás darían a ese pueblo, por intermedio de la comunidad educativa este beneplácito. Administrar sus propios recursos.

Sobre Investigación y Desarrollo no hay mucho que plantear. Somos un país que dedica menos del 0,1 % a este renglón. En consecuencia, si en cada escuela, en cada comunidad no logramos crear espacios para tal fin. Jamás seremos un país independiente y menos soberano.

En cuanto a Finanzas e Infraestructura, ambas deben ir de la mano. Aquí, año tras año, se dice que se invierten miles de recursos en planta física, pero jamás en ningún estado del país, y menos por parte del MPPE se nos desglosan los recursos dedicados por ejemplo a la construcción de nuevas escuelas. Menos saber en qué se invierten otros recursos de la educación. Si queremos una educación de “calidad” (término que no comparto) debemos darle transparencia a la planificación, distribución y ejecución presupuestaria. Toda la gente debe saber cuánto tiene destinado para cada escuela en sus diferentes apartados. Lo demás es utopía. Por situaciones de este tipo ocurren hechos lamentables como docentes que mueren sin recibir sus prestaciones

Si logramos cambiar la educación en sus aspectos centrales, podemos Vincular la Educación con todos los escenarios de la sociedad. Sólo así podremos decir en un futuro que Venezuela será un país como todos soñamos.

Ministro, le saludo (…)



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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