Los grandes olvidados de la revolución: los niños (II)

Ejemplificamos la educación en un pais capitalista. ¿Somos nosotros un país capitalista? Sin duda. Cabe entonces hacer un apretado análisis teórico de las relaciones entre Estado y educación, doy por sentado que muy claro para el joven Héctor, pero no tanto para otros.



Para Marx el capitalismo es el modo de producción mundialmente dominante, dado que es el primer modo de producción que se vuelve universal. No vale la pena ahondar en las características de este sistema por todos conocido. Importa de qué se vale para perpetuarse. De medios coercitivos y persuasivos desarrollados por el Estado. Decía Marx que de todo se puede desprender el Estado menos de la policía y la escuela. Abogaba por la educación gratuita universal, pero libre de las garras del estado burgués.



La función primordial de éste es mantener y reproducir las relaciones de producción y no solo mediante su poder represivo sino mediante los aparatos ideológicos del Estado (Althusser) o dicho por Gramsci, mediante la hegemonía cultural promoviendo una concepción burguesa de la realidad. Para el logro de sus fines es necesario que domine el área ideológica y cultural, por ende, de la educación.



Según Gramsci, en el modo de producción capitalista la educación cumple la función de cualificación y de reproducción del sistema económico y social y la función de socialización. Por tanto, la escuela reproduce la ideología de la clase dominante, no solo porque está sometida a ella sino porque está determinada por las relaciones de producción que la originaron.



Para Mariátegui no es posible democratizar la enseñanza sin democratizar la economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política. El error de muchos reformadores ha consistido en su método abstracto e idealista de considerar a la educación desde una doctrina exclusivamente pedagógica. De ahí que todo intento de reforma educativa basado exclusivamente en métodos pedagógicos es idealista.



El sistema educativo burgués cumple la función de distribución de las personas en la desigual estructura económica y social de la sociedad capitalista (división social del trabajo) y además promueve su aceptación como un “orden natural”.



Sin embargo, Gramsci sostiene que la cuestión educativa está inserta en un campo de lucha y conflicto, por lo que cambia según la correlación de fuerzas sociales. Estas fuerzas se acrecientan en la medida que el conocimiento mejora el nivel cultural e intelectual de las clases populares. Asimismo Lenin que conocía los límites de la educación burguesa, afirmaba que la instrucción contribuía a elevar la capacidad de lucha y politización de la clase obrera.



Escuela, educación y maestros forman parte del aparato ideológico del estado, consolidan la dominación, encubren la explotación del hombre por el hombre, naturalizan la existencia de ricos y pobres. Desde la más tierna infancia el salón de clase es un panóptico donde el niño es encerrado, inmovilizado, disciplinado, controlado, culturizado con los valores dominantes (Foucault) y donde como afirma Baratta comienza el primer paso en la selección y segregación social. Todo se produce como ya dado, natural, mecánico, inconsciente. No en balde Marx afirmaba que todo educador debe ser educado.



En esa línea, Basaglia tiene un excelente trabajo sobre el control social consolidado mediante intelectuales “científicos”, de cuya ciencia aparentemente neutral, se apropian de manera acrítica profesionales y técnicos. Toma la idea de Sartre que les llamó “técnicos del saber práctico” y constituyen el ejército de dominación hegemónica del capitalismo: maestros, médicos, psiquiatras, ingenieros, etc. Son, dice Basaglia, los funcionarios del consenso, los necesarios para llevar la cosa en paz, para mantenerla en la norma. Los ejecutores de los “crímenes de la paz” diría Sartre. Producto de la burguesía, no pueden escapar de ella sino justificarla y consolidarla. Armas melladas del capitalismo.



¿Qué hacer? ¿Cómo escapar de esta trampa? Creo que la respuesta son los niños, es pedagógica pero sobre todo política. Me ocuparé de ello en el siguiente artículo.

abrilsanchez2013@gmail.com



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