“Reto del Decenio de los Pueblos Afrodescendientes”

La Educación Intercultural y Currículo Educativo Venezolano

Hoy en día se habla de educación intercultural, de hecho es uno de los temas educativos que genera un creciente interés en círculos académicos, pedagógicos e incluso políticos. También se sostiene que es la modalidad educativa más indicada para promover procesos de integración al interior de las escuelas que confluyan en relaciones democráticas y solidarias. Sin embargo, tales afirmaciones sólo tienen sentido si es que de antemano aceptamos que tanto la sociedad como las escuelas son un espacio de encuentro para grupos humanos diversos respetando la especificidad que, además, están en permanente transformación.

La interculturalidad, si quiere ser algo más que una nueva retórica bienpensante o una moda pasajera en los escaparates pre-crisis, debe penetrar en esa columna vertebral de la escuela y orientada desde el PEIC, PA en su justa dimensiones, desde el conjunto de elementos, acciones y decisiones que son vinculante y dan sentido al tiempo, espacio, geografía e historia para realizar el trabajo escolar que van desde lo local hasta lo planetario.

En ese marco, uno de los cambios más significativos que ha experimentado la diversidad cultural es, la irrupción de identidades que tradicionalmente estuvieron subsumidas bajo los discursos dominantes y colonialistas, hoy en día esta modalidad rompe los esquema tradicionales en las nuevas formas de expresar un estatuto de ciudadanía que ya no admite segundos planos ó como diríamos políticamente: “NO SEREMO PATIO TRASERO DE NINGUN MACROSISTEMA”: hombres, mujeres, Juventud, indígenas, afrodescendiente, africanos, minorías, diversidad sexualidad, tribus urbanas e inmigrantes son parte constitutiva del nuevo panorama social y cultural al cual nos enfrentamos en todos los niveles. Sin embargo, esta constatación por si sola no expresa a cabalidad lo que ocurre en nuestras calles, en el espacio público, donde los grupos diversos se relacionan entre sí mismo buscando la integración y relación intercultural, a veces desde la aceptación y muchas veces desde la comprensión y otras beses desde el conflicto. En muchos casos ocurre en las escuelas, en su cotidianeidad y en la forma en que tanto docentes como estudiantes se hacen cargo de esta realidad para superar situaciones de discriminación, exclusión o racismo.

Por eso, uno de los desafíos que enfrenta la reflexión educativa es reconocer los contextos en los cuales a los y las educadoras les corresponde ejercer su labor formadora. De ahí que pensar sobre las características de las sociedades actuales es una exigencia no sólo para la necesaria renovación del currículum “NECESITAMO UN CURRICULO QUE SE PARESCA MAS A NOSOTROS Y NOSTRAS, sobre todo para responder a las demandas de una sociedad y de estudiantes que cambian, tomando nuevas relaciones en este siglo XXI donde la variables es lo: ÉTNOPOLITICO Y RELIGIOSO (como lo dijo el afrocamarada diputado Modesto en el año 2011).

La interculturalidad, por otra parte, no puede ser un barniz superficial que recubre y oculta lo ya existente, ni un añadido cortés y voluntarioso a una programación ya de por sí sobrecargada, sino un poderoso foco que ilumine lo que acontece en la escuela para darle más claridad, eficiencia y rigor, para distinguir nuevos matices, separar lo obsoleto, limpiar lo andrajoso, desocultar lo que no aparecía e incorporar lo nuevo y necesario.”..........esta modalidad vista desde la diferentes culturas, donde cada una se autorreconoce y se reconoce al mismo tiempo, enriqueciendo mutuamente, a través del diálogos permanente entre la diversidad étnica existente en la venezolanidad (Art, 100 CRBV).

La tradicional idea de homogeneidad que acompañó el desarrollo educativo y el ejercicio curricular no calza con la realidad hoy vista desde el punto de vista histórico – político -educativo-comunitario-cultural y religioso, con las manifestaciones diversas que dan cuenta de una heterogeneidad que ni la sociedad ni la escuela pueden obviar y que la era de la información y conocimiento ayuda a visibilizar.

La educación, por tanto, no puede estar al margen de tales exigencias en la medida que los temas que subyacen en ese desafío están directamente vinculados con la construcción de ciudadanía, el binomio inclusión-exclusión social y la valoración; reafirmamos la educación intercultural: como un hecho en los temas de interés colectivos que genera un creciente en el desafío académicos, pedagógicos e incluso políticos. También se sostengo que es una de la modalidad educativa más indicada para promover procesos de integración al interior y exterior de las escuelas que confluyan en relaciones democráticas y solidarias. Sin embargo, tales afirmaciones sólo tienen sentido si es que de antemano aceptamos y ponemos en practicas la “TRIADA DE LA EDUCACIÓN” la escuela como el quehacer comunitario y la comunidad como el quehacer educativo que conjugan un espacio de encuentro para grupos humanos diversos donde se respete la especificidades que, además, están en permanente transformación, reto y desafío.

La educación intercultural, se promueve como una modalidad en el sistema educativo venezolano: DE AQUI CUANDO HABLAMOS DE SISTEMA HAY QUE RE-PENSAR EN LOS DOS SUBSITEMA: BASICO Y UNIVERSITARIO, para darle respuesta a la educación propiamente dicha; incluyendo a los pueblos y comunidades indígenas, afrodescendientes, garantizando acciones que permitan comprender los cimientos étnicos ancestrales heredados por los ascendentes y descendiente. De allí saber ¿quiénes somos?, ¿donde estamos?,¿de dónde venimos?, ¿Porque somos así?, ¿Cuantos somos?,y ¿hacia dónde vamos?, dada la importancia para la reflexión, rea-prender, analizar los contemplado en la Ley Orgánica de Educación 2009, y sus articulo. 3, 4, 6, 10, 15, 26,27 y los literales: h y numérales 1, 3, 4, 6,7.

En ese marco, uno de los cambios más significativos que ha experimentado la sociedad hoy en día es la irrupción de identidades que tradicionalmente estuvieron subsumidas bajo los discursos dominantes, de nuevas formas de expresar un estatuto de ciudadanía que ya no admite segundos planos: mujeres, indígenas, minorías sexuales, tribus urbanas e inmigrantes son parte constitutiva del nuevo panorama social y cultural al cual nos enfrentamos en todos los niveles. Sin embargo, esta constatación por si sola no expresa a cabalidad lo que ocurre en nuestras calles, en el espacio público, donde los grupos de diversos se relacionan entre sí, a veces desde la aceptación y otras desde el conflicto. Tampoco nos dirá lo que ocurre en las escuelas, en su cotidianeidad y en la forma en que tanto docentes como estudiantes se hacen cargo de esta realidad para superar situaciones de discriminación, exclusión o racismo.

Por eso, uno de los desafíos que enfrenta la reflexión educativa es reconocer los contextos en los cuales a los y las educadoras les corresponde ejercer su labor formadora. De ahí que pensar sobre las características de las sociedades actuales es una exigencia no sólo para la necesaria renovación del currículum, sino sobre todo para responder a las demandas de una sociedad y de estudiantes que cambian. a partir del análisis de la forma en que la escuela tradicional aborda la presencia de grupos diversos en su interior propone la educación intercultural como una necesaria renovación educativa para acoger la diversidad cultural respetando la especificidad étnica, permitiéndonos recoger las diferencia que expresan los y las estudiantes y reconocerla como legado ancestral en el aprendizaje en los dos subsistemas básico y universitario.

La Educación Intercultural Transversaliza el sistema educativo y crea condiciones para su libre acceso a través de programas basados en los principios y fundamentos de la cultura originaria de los pueblos y comunidades Indígenas y Afrodescendientes (Art, 27).

Por lo tanto las acciones pedagógicas deben coadyuvar a la inclusión social y la mayor suma de felicidad posible en el presente y el futuro, reivindicando sus derechos culturales, conocimiento de valores ancestrales, técnicas agrícolas, territorialidad, crianza familiar, cosmovisión, forma de organización, producción económica, erradicar la Discriminación Racial.

Desde aquí se propone algunas acciones afirmativa:

Realizar proceso de investigación acción de campo.
Realizar manifestaciones Socio-culturales de cada región.
Mapa de Origen como Herramienta Metodológica al Autorreconocimiento Étnico.
Promover la ruta de los Cimarrones y Cimarronas de Venezuela....Primer camino Libertario.
Realizar conversatorio: Religión, religiosidad y espiritualidad “Respetando la diversidad Religiosas”.
Jornada de Formación permanente “La Interculturalidad como eje Integrador para el proceso Curricular”.
Diálogos de saberes con el sector público.
Articulación Estratégicas con organizaciones comunitaria.
Foro: la esclavitud y su consecuencia en america latina y el espacio caribeño.
Encuentro de Sistematización para recopilar los contenidos curriculares desarrollados en PA.
Foro: el reconocimiento, justicia reparativa y desarrollo de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
Reivindicar los aportes culturales que han contribuido a la conformación de la venezolanidad.
Foro: Sobre el Racismo y la no Discriminación.
Conversatorio: Debate social al CRBV y las Leyes Vinculantes.
Vincular en el PEIC la cultura indígenas y cultura afrodescendiente.

*Comisionado Nacional Afrodescendiente


gabrielcimarronlopez@hotmail.com


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