Corrupción, paros y guarimbas como causales de la destrucción de las Universidades Públicas Autónomas

Conversaba por estos días con Génesis, una joven universitaria con apenas 16 años, quien el año pasado nos comentaba su deseo de ingresar a la UCV a estudiar Administración, de hecho, esa fue su primera opción en la inscripción que hiciera ante la OPSU, pero, viviendo en una de las barriadas de nuestra urbe, satisfacer esa opción era más que imposible, como le manifesté en aquella oportunidad. Tal como le pronostique, efectivamente, salió seleccionada para estudiar en la segunda opción por ella marcada: la UNEFA. Como toda joven que se esmeró para estar entre las mejores de su graduación de bachiller, el salir de inmediato para estudiar en una universidad y, no perder años en espera de un cupo, como ocurría hace apenas años atrás, le colmó de alegrías. En aquella oportunidad en que iniciaba sus estudios, le comentaba que mientras ella acudía a sus clases; en la UCV y, demás universidades afiliadas a ese partido político de oposición denominado AVERU, los paros eran la nota resaltante. La FAPUV, ese otro partido político de oposición, paralizaba algunas universidades autónomas y experimentales, bajo el supuesto deterioro del salario de las y los profesores universitarios, pese a que, ya para entonces, el MPPEU había suscrito el Contrato Colectivo Único que reivindicaba, en justeza, los sueldos y salarios de todo el personal universitario, incluidos las y los profesores universitarios. Los ribetes políticos del paro de la FAPUV, respaldados por la burocracia, valga decir, las autoridades universitarias, eran más que evidentes. Le preguntamos a Génesis, cómo le iba en su universidad, su respuesta no pudo ser más elocuente: !MÁS FINO¡, una pregunta más: ¿han perdido clases?, obteniendo como respuesta un NOOO de lo más rotundo. Nuestras universidades públicas, han permanecido abiertas y en clases, pese a que han sido asediadas 15 de ellas y una en particular: la UNEFA, sede San Cristóbal, objeto de su destrucción y quema por parte de las bandas fascistas coaligadas con el paramilitarismo uribista, actuantes en el Edo. Táchira.

El ministro de vivienda y hábitat, Ricardo Molina, sostuvo reunión con empresarios de las construcción del Estado Zulia, ampliando hacia el sector privado nacional el radio de acción de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), obra magna creada por nuestro Comandante Infinito, Hugo Chávez Frías, para satisfacer uno de los derechos humanos fundamentales para nuestro pueblo, que fuera relegado al olvido por los gobiernos de la cuarta república: la vivienda. Cerca de 100 empresarios se acercaron a la reunión para manifestar su intención de coadyuvar esfuerzos en procura de garantizar el cumplimiento de las metas propuestas por la GMVV, estimando el ministro Molina que, no menos, de 80 mil viviendas pueden ser construidas por ese sector de nuestra sociedad. La GMVV, ha concluido 550.569 viviendas dignas para nuestro pueblo desde su lanzamiento en abril de 2011, valga decir, en apenas 3 años. Importante resaltar que, siendo el ministro Molina un docente universitario y, pese a contar las universidades autónomas con las principales Facultades de Arquitectura e Ingeniería del país, es poco, por no decir nada, el aporte que esas instituciones públicas, sostenidas presupuestariamente por los recursos que aporta nuestro pueblo, han hecho al fortalecimiento de la GMVV; todo lo contrario, desde esas instituciones, solo ha recibido la GMVV críticas e improperios. Viéndose obligado, el Gobierno venezolano, a crear la Gran Misión Saber y Trabajo, en función de formar personal capacitado para impulsar, en profundidad, el sector construcción y poder cumplir, la meta fijada de construir siete millones de viviendas en los venideros siete años.

Eleazar Díaz Rangel en su columna dominguera (06-04-2014), acusaba recibo de libros recibidos y editados por la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), destacando: Nuestra América. Pasado comunitario, de José Gregorio Lima; Educación popular, trayectoria y actualidad, de Alfredo Torres Carrillo; Teleóptica on line, para una semiología de los medios, de Rocco Mangieri, y reediciones de: Venezuela, potencia emergente, de Haiman El Troudi y Fausto Fernández, recopiladores, El reportaje y el ensayo, de Earle Herrera, y el divulgado librito sobre el fascismo, de Luis Navarrete. A pesar de ser una universidad de reciente data, 18 de julio 2003, ya cuenta en sus haberes una vasta colección de libros que resumen el Diálogo de Saberes que se desarrolla de manera amplia y Democrática, en esa novel universidad venezolana; la cual, por cierto, desde que se iniciara la actual violencia opositora NO ha perdido un solo día de clases, ni paralizado sus actividades.

La lectura es “un proceso interactivo de comunicación en el que se establece una relación entre el texto y el lector, quien al procesarlo como lenguaje e interiorizarlo, construye su propio significado. En ese ámbito, la lectura se constituye en un proceso constructivo al reconocerse que el significado no es propiedad del texto, sino que el lector lo construye mediante un proceso de transacción flexible en el que conforma va leyendo, le va otorgando sentido particular al texto según sus conocimientos y experiencias en un determinado contexto.” (Margarita Gómez Palacios y otros. La Lectura en la escuela. México: SEP, 1996, pp. 19-20). Es, a través de sus publicaciones que, las instituciones del Saber, las universidades, nos hacen llegar el producto de sus investigaciones, algo así como su Rendición de Cuentas a la sociedad del progreso científico, tecnológico y humanístico que ha tenido a bien desarrollarse en nuestras instituciones creadoras de saberes. Con razón, la UNESCO le da una importancia fundamental: “Los libros y el acto de leer constituyen los pilares de la educación y la difusión del conocimiento, la democratización de la cultura y la superación individual y colectiva de los seres humanos. En esta perspectiva señala la UNESCO, los libros y la lectura son y seguirán siendo con fundamentada razón, instrumentos indispensables para conservar y transmitir el tesoro cultural de la humanidad, pues al contribuir de tantas maneras al desarrollo, se convierten en agentes activos del progreso. En esta visión, la UNESCO reconoce que saber leer y escribir constituye una capacidad necesaria en sí misma, y es la base de otras aptitudes vitales…” (UNESCO. Informe sobre la educación en el mundo 2000. Madrid: UNESCO: Santillana, 2000. P. 183).

Importante traer a colación a Luis Britto García, quien nos da su visión sobre el amplio desarrollo que ha tenido en nuestro país el panorama editorial, en entrevista con María Laura Lombardi: “En Venezuela se están editando libros, revistas y periódicos como nunca antes. Me perdonarás que te cite cifras viejas: para 2010, las editoriales del Estado habían impreso unos 80 millones de libros, y se proponían llegar a la cifra de 30 millones por año, un ejemplar por cada venezolano. En cuanto a títulos, sólo puedo citar ejemplos. El año pasado El Perro y la Rana editó 250 títulos, casi uno por día hábil, con tirajes entre 3 mil y 5 mil ejemplares, parece que este año aspira a editar 350. Por otro lado, el Estado ha concedido cifras descomunales de unos 60.000 millones de dólares a tasas preferenciales a la empresa privada para importar bienes que en definitiva no importaron: hubiera sido deseable que entre otras cosas importaran libros y papel”.(…) “La victoria contra el analfabetismo incrementó decisivamente el número de lectores. La ampliación de oportunidades educativas también lo aumentó. Hay cifras que aunque no totalmente actualizadas me gusta repetir. La matrícula universitaria creció de 894.418 educandos en 2000 a 2.109.331 en 2009, creo que actualmente anda por los 2.600.000 educandos, casi uno de cada diez venezolanos. En 2010 estudiaban 9.329.703 personas: uno de cada tres venezolanos; la proporción debe haber aumentado. También la multiplicación de ediciones y su asequibilidad a precios más que solidarios, a veces como obsequio, han facilitado el contacto del gran público con el libro. Según encuesta del Centro Nacional del Libro en 2012, el 82% de los venezolanos lee cualquier clase de materiales; 50,2% lee libros, y eso nos convierte en el tercer país lector de América Latina, un rango envidiable”. (http://luisbrittogarcia.blogspot.com/2014/03/la-feria-internacional-del-libro-de.html).

Envidiable, para muchísimos países, el esfuerzo desplegado por la Revolución Bolivariana para Democratizar el acceso al conocimiento científico, tecnológico y humanístico de nuestro pueblo. La Feria del Libro o FILVEN, se ha constituido en un sitio de encuentro, cada año, que reúne multitudes ansiosas de hacerse de un libro para multiplicar sus conocimientos. En la realizada este 2014, en homenaje al poeta, narrador y dramaturgo César Rengifo y que tuvo como país invitado, a la hermana República Federativa de Brasil, teniendo como tema central: Perspectivas y Desafíos de la Edición Pública en América Latina, se totalizaron 201 stands para la difusión de los libros, 112 expositores nacionales y 29 internacionales, contó con la participación de los hermanos países de Haití, Francia, Portugal, Qatar, Palestina, España, Argentina, Bolivia, República Dominicana, Ecuador, Perú, China, Cuba, Brasil, Bélgica, Australia, Panamá, Colombia, México, Irán, País Vasco y Turquía. Notable la ausencia de nuestras universidades autónomas y experimentales, su producción editorial. Quizás el secreto mejor guardado en nuestras universidades, sea ese: su producción editorial. Pese a que, algunas universidades, cuentan con Fondos Editoriales de mucha tradición y arraigo, que, en el pasado, fueron fuente de mucha producción literaria como el caso del Fondo Editorial de la Biblioteca Central de la UCV, reforzado por quien fuera, años atrás, una de las mejores imprentas del país: la Imprenta de la UCV, hoy venida a menos, producto de un proceso privatizador iniciado en la gestión del rector Giannetto que no logró su objetivo privatizador, pero que sí, la dejó en proceso de agonía permanente desde entonces, minimizando sus funciones casi que, a cero. Iguales intentos, ha sufrido el Fondo Editorial de la Biblioteca Central por las actuales autoridades, procesos privatizadores que lejos de fortalecer la autonomía universitaria la violentan, entregando la institución a factores privados que, poco aportan al fortalecimiento de la institución universitaria.

La corrupción, los paros y las güarimbas se han convertido en el día a día de nuestras instituciones universitarias autónomas. En las Fiscalía General de la República, reposan denuncias de venta de cupos que tocan directamente a máximas autoridades universitarias como lo es el caso de la rectora de una universidad reconocida. También denuncias por malos manejos presupuestarios, como el caso del comedor universitario de la UCV. El año pasado, organizaciones profesorales, iniciaron un paro que nunca desmontaron y que hoy, han asumido las autoridades universitarias como si se tratara de un relevo. Conversar con jóvenes universitarios, quienes apenas inician su formación universitaria, con enconado esfuerzo no solo suyo sino también de sus padres/madres, quienes nos manifiestan su decepción, pues, gracias al paro profesoral del año pasado inician su formación raspando materias en su primer año/semestre. Ahora, por segundo año consecutivo, ven su semestre/año en pico de zamuro, hechos que les van generando una carga de frustración muy, pero muy grande. Un camarada trabajador universitario, resolvió ese problema enviando a su hija a una universidad privada, allí no ha perdido clases y avanza en sus semestres, nos decía con satisfacción lo resaltante que va su hija en sus estudios, aún más, como revolucionario que es, nos enfatizaba que, en esa universidad privada, su hija no tenía la obligación de ir a una marcha contrarrevolucionaria de esas que acostumbran hacer en las universidades autónomas, y hay de aquel joven que no se preste a participar, mal le va a ir en sus estudios. Esa situación, le causaba mucho estrés y arrechera al camarada, con esos profesores que han derechizado la docencia, convirtiendo las aulas de clases en tribunas del fascismo y la intolerancia. Actuaciones profesorales que, nada tienen que ver, con la libre concurrencia de las ideas proclamada en la Ley de Universidades.

No se equivocó el Rector Magnífico, Francisco De Venanzi, cuando en su Mensaje al Claustro, hace 51 años atrás nos alertaba: “En nuestro criterio, es evidente que para que las instituciones superiores del saber cumplan sus labores en la mejor forma, no pueden estar bajo control de grupos sectarios que traten de mediatizar la enseñanza o la investigación en función de intereses políticos, económicos o religiosos determinados. La dirección universitaria debe ser esencialmente respetuosa del libre juego del pensamiento, interpretando en su mejor forma el significado del sistema autonómico…” Sentenciando, palabras más adelante, en su Mensaje que: “Una institución universitaria que nada nuevo aporta a la ciencia y la cultura, que permanece indiferente ante la demanda del esfuerzo creador que le plantea su ambiente natural y social, y que no asume en este sentido su responsabilidad ecuménica, languidece y vegeta dentro de una rutina esterilizadora…” (Mensaje al Claustro, Mayo de 1963). El mayor peligro que hoy acecha la Autonomía Universitaria y, por ende, las universidades autónomas, está concentrado en la burocracia universitaria, sus autoridades. He allí, la causa de su destrucción…



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Henry Escalante


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