Salvemos a nuestros dignos estudiantes

Así es como el mundo ha visto las violentas protestas que involucran a miles de estudiantes manipulados por falsos dirigentes políticos que sólo aspiran asaltar el poder para beneficio personal y grupal (video) http://youtu.be/Bbv3TRELZoM

El Gobierno Nacional debe desistir de cualquier intento de imponerle líderes contra natura a la comunidad estudiantil universitaria porque el financiamiento oficialista y uso de propaganda ventajista a favor de pseudo dirigentes sin trayectoria lo que despierta desprecio entre la inmensa mayoría de jóvenes que no le darán su voto al candidato o candidata con perfil de gobiernero o enchufado.

Advertimos: No entender la realidad interna universitaria, su cultura, idiosincrasia, dignidad, irreverencia juvenil e inclusive altanería, conducirá a la clase gobernante a seguir fracasando en materia de política universitaria y será la denominada derecha la que continuará gobernando todas las universidades autónomas como ha sucedido hasta el presente y luego de 15 años de revolución, vale decir, casi el mismo tiempo de nuestra carrera docente universitaria (16 años).

Dejen a los muchachos universitarios generar sus propios líderes, bríndese apoyo educativo y formativo como Estado venezolano a todos, sin distingo del color de su camisa. Evítese incurrir en clientelismo porque política universitaria no es reparto de cargos ni contratación de militantes tarifados.

No existe deidad socialista ni monopolio de siglas revolucionarias. Los funcionarios asalariados del gobierno no están predestinados a convertirse en presidentes de centros de estudiantes ni mucho menos de federaciones de centros. El uso de los recursos del Estado para tales campañas, configura delito de peculado contra el patrimonio público y es inmoral desde el punto de vista revolucionario.

La vía correcta es fomentar conciencia de paz, convivencia y respeto a la Constitución, dentro y fuera de las universidades, respetando los procesos democráticos de la comunidad universitaria, sin atropellar a nadie, sin importar preferencias partidistas.

Las acciones violentas de febrero 2014 han sido protagonizadas por infiltrados en las manifestaciones de estudiantes y ello revela la existencia de una cúpula de adultos que promueven estos escenarios de sangre. De modo que abundan evidencias sobre un reclutamiento de jóvenes y estudiantes para delinquir al servicio de organizaciones violentas con disfraz de partidos políticos.

Si realmente el Gobierno Nacional aspira desactivar la violencia que se genera desde dentro de las universidades, debe estimular una nueva política universitaria basada formación ciudadana para liberar a nuestros universitarios de la perversa influencia de corporaciones que promueven el odio y la discriminación.

Mientras la propaganda anticomunista siga predominando en las universidades autónomas, siempre habrá jóvenes incautos que se presten al cumplimiento de las tareas delictivas asignadas por dirigentes políticos extremistas que no respetan derechos humanos ni sistema democrático.

La universidad goza de autonomía pero no es una entidad independiente frente a la República Bolivariana de Venezuela, sus instituciones y sus leyes, de modo tal que el Poder Público no puede ser indiferente a los problemas y circunstancias que acontecen al interior del claustro universitario. En tal sentido, si se ha detectado que delincuentes con disfraz de líderes políticos están adoctrinando impunemente a miles de jóvenes universitarios para que terminen arremetiendo con violencia en las calles, el Estado debe responder en el marco de la Constitución y la ley.      

Descartamos cualquier tipo de acción con naturaleza represiva y abogamos por una alternativa política institucional, por ejemplo, que las organizaciones del poder popular como comunas, consejos comunales y otros, que se vienen extendiendo a lo largo del territorio nacional, tengan mayor entrada para estudiar masivamente (incluyendo becas) en las tradicionales casas de estudio como la Universidad Central de Venezuela, la generalidad de universidades autónomas venezolanas donde hasta hoy la clase popular tiene muy poco acceso.

A todas luces, sería una desinteligencia imperdonable que alguna personalidad influyente del gobierno nacional promoviera la intervención u ocupación preventiva de alguna universidad en Venezuela y mucho peor sería que el Jefe del Estado le siguiera en ese juego aventurero  y totalitario. Tal acción supondría grave daño para el sistema democrático venezolano así como el total desprestigio para nuestro país ante la comunidad internacional. Próximamente haré referencia a la necesidad del uno por uno en el voto universitario.



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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