Final de un paro universitario indefinido

La resaca académica

¿Cómo nos miraremos cuando entremos en el mes de septiembre con un paro universitario que nunca fue suspendido? ¿Seremos capaces de ver frente a frente a nuestros estudiantes y explicar lo inexplicable?. De la pérdida de su tiempo, de su semestre, por un paro que nunca tuvo que darse. Es más, ¿seremos capaces de seguir con el paro, después de haber disfrutado las vacaciones con el bono vacacional con su respectivo incremento?

Esas serán algunas de las preguntas que nos haremos los que tenemos algo de decencia e incluso ya algunos se están formulando en estos tiempos prevacacionales.

Estaremos representando algo equivalente (salvando las diferencias) a la escena del libro “El perfume” del escritor alemán Patrick Süskind, publicado en 1985. Me refiero cuando el asesino logra confeccionar el perfume perfecto usando la esencia natural de los cuerpos cocinados de las mujeres vírgenes que mató, que al ser atrapado, el día de su ejecución en la guillotina, se humedece con unas cuantas gotas del perfume. Perfume que al ser percibido logra que todos, el verdugo, los agentes de seguridad, el juez, los curiosos y curiosas de su ejecución reunidos en la plaza pública, tengan un éxtasis sexual, derrumbando las murallas de pudor, moral y decencia, se desnudan y realizan una orgía colectiva, sin respetar vínculos familiares ni afectivos. Al despertar al día siguiente, la resaca moral de los amantes fortuitos es patética, toman conciencia de lo sucedido, no se pueden mirar entre sí, recogen sus vestimentas y huyen a sus respectivos hogares, no importándoles del escape del asesino que realizó durante el acto carnal colectivo. El silencio testimonial de tal locura colectiva de ese pueblo será eterno.

Así fue la conducta que tomaron sectores del país cuando el paro petrolero después de ese 02 de febrero del 2003. Se despertaron con una gran resaca moral, que no hablaron del mencionado acto colectivo ni quisieron escuchar durante años. Fueron muchas las victimas de tal locura colectiva, pérdida de empleos, empresas quebradas, ingresos drásticamente disminuidos en los hogares y en el país. Fue recientemente que algunos de esos dirigentes del paro (Julio Borges) que comenzaron a balbucear públicamente que “nos equivocamos”. El silencio eterno pues.

¿Será así la resaca después de las vacaciones para aquellos que sintieron que la autonomía de su universidad sería violada por un contrato colectivo? ¿Para aquellos que no estuvieron de acuerdo con el contrato colectivo aprobado en este mes de julio entre federaciones sindicales y gobierno central, pero no rechazaron el aumento, ni el bono vacacional con su respectivo incremento, ni el incremento del 1º de septiembre y esperando ahora por el del 1º de enero del 2014?.

La ética y el sentido común fueron los primeros elementos que desaparecieron al pronunciarse el paro indefinido de determinados sectores profesorales de unas cuantas universidades, que en el caso de la UCV, representó menos del 20% de la comunidad profesoral cuando votaron en un 2do referéndum el 06 de junio del 2013, pero en el momento que se escribió este artículo no ha habido convocatoria para un tercer referéndum luego de acuerdos del contrato colectivo laboral.

Otro silencio eterno se apoderara del colectivo, no se hablará del paro indefinido. No se permitirá que se hablé de esta locura, ni mucho menos de un debate. Pobre de aquel estudiante que preguntase de los resultados del mismo, de cómo será la reprogramación de los semestres o años académicos, de sus exámenes o de su graduación. La resaca será tan grande que pasará mucho tiempo para que empiecen a balbucear de otro “error cometido”.


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