Estamos de plácemes por la eliminación del CNU, ha cesado el allanamiento de Caldera, después de 40 años

Soy de la opinión que muchos principios contenidos en la recién aprobada ley de educación universitaria, por ejemplo elecciones con voto paritario, han podido concretarse en hechos, no haciendo falta para ello una ley especial, ya que esos principios son de rango constitucional y están regulado en una ley orgánica de la materia, como la de educación (LOE); el ministro no ha debido dejarse marear por los rectores derechistas que han usurpado el poder de nuestras universidades públicas, convirtiéndolas en bastiones de la reacción capitalistas cuestión esta que es anti-histórica y contra natura. Las universidades públicas deben volver a ser, lo que históricamente y universalmente han sido (Mas que todo en Nuestramérica), un punto de luz en contra del capitalismo y su dictadura globalizadora de pensamiento único, casas que vencen las sombras de la burguesía y la reacción; estos rectores, cuando hicieron las últimas elecciones universitarias, en donde se concretó la usurpación, alegaron que no hacían las elecciones paritarias (Principio constitucional de una persona, un voto) porque no existía una ley especial que la regulara; y el Ministro de Educación Superior, a pesar de ser uno de los más claros de los ministros que tiene el gobierno bolivariano, desde la óptica marxista, se pudiera decir que es uno de los pocos izquierdistas (No Ex) que hay; le compró esa idea a la los rectores reaccionarios y oscurantistas, a pesar de ser “Doctores”. Debo reconocer la posición del ministro, quien forma parte de un gabinete de derecha (Centro-derecha, sería el termino apropiado), que me imagino que desde allí vino “la línea” de acatar el justificativo (O cohartada) de las cúpulas de la academia decayente.

Se ha venido desarrollando, dentro del gobierno bolivariano, a todos los niveles, un leguyelismo reaccionario (De derecha), contrario al espíritu constitucional que es de la naturaleza de las constituciones abiertas, de avanzada, progresista y contrario, también, al espíritu de los que es un estado social de derecho y de justicia, el cual debe priorizar siempre el principio, el valor o el espíritu de la ley por arriba de la letra de la misma. Vemos como corre una cultura retardataria y feudal en materia jurídica consistente en negar la aplicación directa de un principio constitucional porque no existe ley que lo regule; se han vuelto a imponer las tesis puntifijistas y negadora de todo derecho fundamental de David Morales Bello, quien alegaba que la constitución era un “mero programa”, eran normas programáticas que para su aplicación debía haber una ley expresa; pero es debido a que siguen siendo los “dueños del derecho” grandes bufetes de ex-magistrados de la extinta CSJ. Esperamos que una tendencia de izquierda revolucionaria que insurja desde el chavismo mismo, cambie ese estado de cosas inicuo y se instaure una cultura del derecho que priorice el espíritu de la ley por arriba de la letra.

También hay que criticar duramente a la asamblea nacional actual, quien tuvo el tiempo requerido y suficiente para haber hecho esa ley con suma anterioridad y no a última hora de manera atropellada y de madrugada, actitudes estas que le dan armas al enemigo y bien aprovechadas por la derecha mediática, que parecieran ver que ellos tienen razón, logrando convertir, por culpa de la negligencia de la burocracia parlamentaria, la noche en día y el día en la noche.

ME REFERIRE A UN SOLO PUNTO DE LA LEY

Aunque ya no formo parte del sub-sector de la educación universitaria, ni siquiera a título de Profesor pero como revolucionario, me alegro y lo celebro la eliminación del “filtro” del Consejo Nacional de Universidades (CNU), ha cesado el penúltimo resaco del allanamiento de Caldera I. Si algún hecho fue decisivo, para que la Universidad pública venezolana degenerara en lo que es hoy, un bastión de la derecha y del Imperialismo que agrede la patria, fue el célebre allanamiento de Caldera I, a finales de los 60 y principio de los 70, un acto de barbarie y gorilismo, hecho por la “democracia” puntofijista, que ni siquiera dictaduras famosas en el continente como las Centroamericanas, se atrevieron a hacer; allanar militarmente un recinto universitario por años. El allanamiento fue no solo el tiempo que duro la bota en el espacio físico del recinto sino una serie de medidas tendientes a eliminar el espíritu crítico y de vanguardia en la rebeldía anti-yanqui y anti-sistema capitalista de las universidades, aparte que el allanamiento fue una labor de “limpieza intelectual”, en este caso de la intelectualidad de la izquierda radical del momento, justificado con la lucha “contra el comunismo”, fue también un acto de “guerra sucia” de la guerra fría, en donde apartaron a los mejores hijos de la UCV y otras universidades públicas del alma mater.

Aunque, la universidad venezolana, no “muere” con el allanamiento de Caldera I, quedó gravemente herida y varios instrumentos que fueron consecuencia de ese allanamiento terminaron liquidándola, como lo está desde los 90 y más que todo con el advenimiento del Comandante Chávez al poder, que es cuando se “define de derecha”, abiertamente y de una forma anti natura.

Uno de esos instrumentos fue el Consejo Nacional de Universidades (CNU), instrumento de carácter netamente político y clasista violador de la autonomía universitaria de verdad, que consistía en controlar la entrada de los bachilleres a las instituciones universitarias. Durante, todos los 70, 80 y 90, la derecha estuvo metiendo bachilleres de contrabando como dirigentes juveniles de AD-Copei y bachilleres provenientes de los liceos privados pro-burgueses, a cuenta de “promedio de notas”, por supuesto en los colegios privados por lo general ponen “notas altas generosamente”, mientras en los liceos públicos los profesores (Quienes tampoco son pilas de agua bendita, pero ese es otro tema), raspan y ponen 10 como nota; a parte de las dificultades de la pobrecía para estudiar. Los comités de bachilleres sin cupo de los 70-80 fueron un grito de guerra en contra del CNU, producto de la ley que nació del allanamiento de las universidades y que hoy felizmente se deroga, estamos de fiesta por ello.

El CNU, es derogado, con la derogación de la ley de educación universitaria de Caldera I (Producto del allanamiento militar de una universidad), y se crea felizmente el Consejo de Transformación Universitaria (CTU), que será el velador por cumplir las metas y propósitos del sub-sector y con respecto al ingreso de los bachilleres a la educación superior, ahora es responsabilidad del Ministro directamente, quien deberá fundarse en el principio de la “democratización del ingreso”, por supuestos, en una democracia social, los más pobres y los excluidos de siempre tendrán la opción preferencial y no los que puedan pagar colegios caros y “por las altas notas”:

Dije que era el penúltimo punto del primitivo e Inquisitorial allanamiento, porque ahora hay que devolverle a los muchachos las residencias estudiantiles, la gratuidad de los programas y todas las tesis, el comedor para todos, incluyendo sábados y domingos, buenas películas y buenas obras de teatro, por supuesto gratuitas, y un pensum integral con materias humanísticas incluidas y eliminar la semestralización por la anualidad, para que así puedan estar más tiempo juntos hermanarse y formar equipos sólidos; todas ellas conquistas reivindicativas que inclusive había otorgado la dictadura perezjimenista y que el puntofijismo le robó a los estudiantes.



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Francisco Sierra Corrales


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