LA IV REPÚBLICA SALTA EN UNA PATA EN NUESTRAS ESCUELAS 

Alguien por estos días dijo “La Revolución no la hacen los ministros, sino los maestros y los estudiantes” y es una media verdad, porque aunque tenga razón, olvida por un instante una serie de factores y circunstancias que condicionan el hecho educativo. Los Maestros y los Profesores se rigen por un programa, ya sea a nivel nacional, estadal o simplemente escolar de aula (al menos en teoría), han sido preparados para seguir el programa que esté establecido más no para crear con la gente los nuevos contenidos y ejes curriculares necesarios en este contexto de Refundación de la República, en la Construcción del Socialismo de siglo XXI siguiendo las directrices del Plan Simón Bolívar y recientemente de la LOE. 

Si se revisa con detalle la formación docente que se imparte desde las instituciones Universitarias dista mucho de ir hacia una Educación Liberadora y enfocada a lo que plantea la Constitución del 99 y la Nueva Ley Orgánica de Educación aprobada el año pasado, mucho menos hacia la concreción del tan anhelado sueño y proyecto de Nuestro Simón Rodriguez, hay que recordar que pocos Maestros forman y crean LIBERTADORES y sin embargo éste debe estar revolcándose en la tumba de tanta arrechera por lo que está pasando en nuestras escuelas, y en total, con el enfoque que sigue practicándose a pesar de tener en teoría y a nivel de Ley todas unas intensiones Revolucionarias. 

Creo que el error está  en suponer que realmente tenemos o vamos hacia una Educación Liberadora, un sistema Educativo “Bolivariano”, cuando la realidad muestra otra cosa, muestra solamente islas o experiencias focalizadas que realmente están haciendo su trabajo como debe ser, mientras a nivel mucho más general todo dista de los objetivos estratégicos planteados, porque se esta descuidando los aspectos tácticos, que tienen que ver con la capacitación y formación docente, no solo en las técnicas y metodologías de la enseñanza sino también en el correcto enfoque que solo puede derivar de una formación socio-política permanente, con decir que muchos maestros y profesores egresan de los pedagógicos desconociendo en gran medida las manifestaciones y expresiones culturales de su propio país, lo que genera una gran debilidad identitaria en nuestro pueblo y una vulnerabilidad creciente frente a la manipulación mediática y la transculturización que todos los días lanza y nos bombardea por todos lados el libre mercado. 

Otro aspecto dentro de lo estratégico, viene a ser el tema que nos concierne, que es el de LAS ESCUELAS BÁSICAS o el nivel básico, allí no se vé ni se visualiza a grandes rasgos (si los hubiera) una Revolución, Simón Rodriguez decía que había que comenzar por los cimientos, por los niños para construir la nueva sociedad, no por el techo como aconseja casi todo el mundo, es allí, la primera escuela donde se forman los valores y las actitudes fundamentales que determinarán casi todo lo demás, ya que es allí donde se forma la personalidad, los conceptos, las percepciones que más se asimilan y se quedan en la conciencia, en la mente, es allí donde se forja principalmente lo que vendrá a ser el hombre y la mujer en la vida, por lo tanto el esfuerzo que debe hacer el Estado y los docentes en general debe ser mucho mayor, ya que los logros posteriores dependen en gran medida de los acervos, los legados y los valores que allí se dieran. Por lo tanto de los aciertos y descuidos que se manifiesten en ésta área pueden surgir tanto hombres y mujeres ejemplares como también monstruos y escorias antisociales, (y entiéndase “antisocial” como un ser que no piensa en sociedad, sino solamente para si, totalmente ajeno al interés general, indiferente hacia lo colectivo, meramente individual). 

El Panorama dentro de NUESTRAS ESCUELAS BÁSICAS no puede ser más desalentador, toda vez que el curriculum del nivel básico nacional se rige no por la constitución Bolivariana del 99 sino en la moribunda del 61, se rige por la antigua ley orgánica de Educación en vez de basarse en la que fue aprobaba recientemente, esto trae como consecuencia POLITICAS INCOHERENTES de Estado, y una contradicción en la practica de los docentes, que se ven maniatados en las escuelas por la incompetencia de los directores y de su gestión, que ven a la Escuela como un gallinero o un corral, en vez de visualizarlo como ESPACIO PARA LA REFUNDACIÓN DE LA REPÚBLICA o espacios donde se difunda o se promueva LA ORGANIZACIÓN POPULAR, LA IDENTIDAD NACIONAL Y LA CULTURA VENEZOLANA. 

Habría que preguntarse, ¿Por qué no existe sentido de pertenencia en nuestras comunidades de sus Escuelas? ¿Por qué la mayoría están desasistidas? ¿Por qué cuando se entra a ellas pareciera como si no hubieran pasado 10 años de Revolución? estas son interrogantes que contrastan sin duda, con los logros educativos de inclusión, misiones educativas y otros aspectos positivos que se han dado en Revolución Bolivariana, pero que para nada son suficientes, y la ministra, como continuadora de la gestión anterior tiene mucho que hacer y qué generar si entiende correctamente el mensaje que aquí se presenta, nos queda mucho trabajo a los maestros y maestras Revolucionari@s que creemos todavía en el proceso de cambio, pero mucha más responsabilidad en el éxito o el fracaso de estas intensiones, las tienen las personalidades que poseen poder de decisión a nivel nacional y regional con sus gestiones ministeriales y zonales.

Tiene que cambiarse por completo las finalidades, enfoques y la dirección de los contenidos que se imparten en nuestras escuelas, vincularlas con la vida diaria y con la capacidad de crear soberanía en todos los aspectos en nuestra gente, no puede ser que se repita siempre lo mismo, la misma mediocridad o conformidad con lo que ya se estableció y que no responde a los intereses actuales sino a lo que diseñaron en la cuarta república, que visualiza a la ESCUELA BÁSICA como una etapa más para fastidiar a los chamos mientras SALEN EN SERIE como mano de obra a la empresa privada y al mercado de trabajo, no puede ser que sacrifiquemos a lo mejor de nuestro pueblo para que sea convertido en escoria y basura humana por todas las perversiones que genera el capital y su sistema de explotación, eso sería prácticamente una TRAICIÓN A LA PATRIA. 

Se hace urgente un nuevo diseño curricular que se corresponda a nuestro tiempo, a nuestro proceso histórico, que supere el anacronismo presente aún en los planes y programas de enseñanza, para que se convierta a la Escuela en un núcleo de desarrollo endógeno económico-cultural incluso, un espacio que viabilice y dé respuestas a las necesidades del contexto local y genere organización comunitaria. 

Finalmente hago un llamado a que se creen en todos los ámbitos y en todas nuestras comunidades, con apoyo de los entes del Estado correspondientes, con una partida presupuestaria, para que se conformen a todos los niveles, tanto educativo como en otras áreas sociales, equipos de investigación y sistematización que presenten trabajos y evaluaciones sobre la problemática social, que hagan informes y evaluaciones tanto de los programas que se han hecho como de las irregularidades y deficiencias que se nos presentan, para que sea el pueblo mismo a través del estudio a fondo, a través de la investigación, el que determine las políticas a seguir, sea el guía del Estado, y no al revés, tal vez sea uno de los factores que nos falta para que no existan tantos errores y tantas confusiones, QUE SEA EL PUEBLO QUE GUÍE EL ESTADO Y NO LOS FUNCIONARIOS POR SI SOLOS, porque un funcionario por más voluntad que tenga, y aún teniendo un equipo de gestión o de trabajo con muy buenas intensiones, no puede solo con tamaños monstruos burocrático-institucionales, tiene que haber otra forma de GOBERNAR EN COLECTIVO, y eso se puede dar si los FUNCIONARIOS Y EL ESTADO SE GUIAN por los análisis y de los resultados de la problemática social, como también de la investigación que se hace al respecto por la misma gente del pueblo, lo que daría a través de estos estudios las POLITICAS CORRECTAS A SEGUIR y no los caprichos o lo que piensa, o lo que le parece a tal o cual persona, porque existen lineamientos macros, pero se cometen muchos errores tácticos o procedimentales para llegar a la concreción de lo que se estipula o se establece como objetivos estratégicos de la Revolución.