Campesinos a ¡Ganar, ganar!

Es necesario ser reiterativo en el tema (muy poco tratado) de la ganancia, pues consideramos que es la principal causa por la cual los campesinos y productores agrícolas hemos abandonado los cultivos de manera paulatina desde hace muchas décadas atrás; extrañamente este tema siempre es pasado por debajo de la mesa, lo cual atribuyo al hecho que la palabra ganancia siempre ha sido asimilada al modelo productivo capitalista como un objetivo ambicioso de enriquecimiento, especulación, oportunismo, a tal punto de descalificación que quien habla de proceso de cambio revolucionario hacia un modelo productivo socialista trata en lo posible de no mencionar la palabra ganancia.

La sola palabra "ganancia" es tan ambigua que ni siquiera Wikipedia la ha podido desarrollar, solo nos dice que se trata del "… beneficio económico obtenido por el capital invertido del porcentaje???...", (quedé más loco todavía); según Wikipedia es una definición económica, bueno, de todas manera voy a tratar de desarrollar mi idea a la altura de lo poco que conozco sobre la ganancia.

Cuántas veces hemos escuchado la frase "¿ganar, ganar?", a mi comandante Chávez se la oí bastantes veces cuando hablaba de una negociación o un plan económico, social, cultural en el cual no cabía la pérdida, es decir donde todos los elementos que intervenían en el plan estaban perfectamente dilucidados en sus causas, acciones y sus efectos que necesariamente tenían que derivar en una ganancia para todas las partes involucradas lo que significaba sin ninguna duda una perfecta organización.

En varias oportunidades fui interpelado por camaradas revolucionarios supuestamente por hacer apología al capitalismo al promover una acción económica, política y jurídica en favor de los productores agrícolas y campesinos para que estos puedan obtener una ganancia justa ya que por décadas vienen siendo explotados por la cadena de comercialización capitalista al punto incluso de convertirse en una explotación salvaje lo cual ha derivado en el abandono de sus tierras para migrar a la ciudades en busca de un mejor vivir.

Culpan al rentismo petrolero como la causa de la migración de los campesinos, es verdad, es una de las causas pero no la principal, es lógico que alguien que trabaja de sol a sol, que invierte en preparar la tierra, que compra semillas, abonos, que paga jornales, manutención, que compra máquinas y herramientas, que siembra, limpia malezas que invierte en sistemas de riego, que compra y mantiene bestias de carga, acarrea y vende etc, etc, pueda obtener una ganancia que le permita desarrollarse, mantener una familia, que pueda diversificar su producción, crecer, y sobre todo que pueda deslindarse de una buena vez de esa odiosa y humillante cultura del crédito institucional mendigando por un crédito ciclo tras ciclo y año tras año y que al final termina no pagando.

Los campesinos algunos conuqueros, otros micro empresarios, pequeños y algunos medianos productores, todos ellos invierten en producir alimentos y al final solo perciben por su producción en todo el ciclo de cosecha (a veces de hasta un año) no más allá del 10% del PVP, el restante 90% se queda en los bolsillos de los intermediarios en un tiempo no mayor de 15 días sin haber invertido un céntimo en la producción (esta ganancia si es considerada perfectamente normal). Al no haber justicia al respecto lo lógico es que los productores y campesinos abandonen un trabajo de producción agrícola y pecuaria que no les deja ninguna ganancia.

Algunas experiencias sobre siembras en colectivo o comunitarias nos dicen que el elemento ganancia también se hace presente; sabemos de la gran motivación para la siembra urbana, es excelente, sobre todo para crear conciencia en los niños y jóvenes sobre la necesidad de producir nuestros propios alimentos, sin embargo vemos como los actores sociales abandonan las unidades productivas luego de la cosecha al no ver satisfechas sus aspiraciones que no son otras que la ganancia, igual sucede con los cultivos extensivos, es verdad son generadores de divisas dadas nuestras condiciones climáticas y topográficas que permiten la alta mecanización en la preparación, siembra y recolección pero quienes obtienen la ganancia son los grandes capitalistas y latifundios ayudados por las instituciones y si son siembras extensivas comunitarias entonces es el estado quien las depreda a cuenta de la revolución. Claro que todo lo anterior genera PIB pero eso no es suficiente para desarrollar nuestro país como una gran potencia agrícola socialista; sin el concurso de los campesinos quienes pudieran proveer el 90% de los productos agrícolas para el consumo de la población no podemos hablar de independencia agro-alimentaria.

La Ley de Protección al Productor Agrícola y los Campesinos que proponemos plantea entre otras, solucionar la problemática de la explotación en este campo por parte de los intermediarios capitalistas, crear una cadena de distribución agroalimentaria socialista basada y fundamentada en la estructura organizativa de los Consejos Comunales; crear una RNR (Red Nacional por Rubro) que ataque el excesivo burocratismo institucional no productivo; crear un sistema digitalizado nacional con el PRN (Precio de Referencia Nacional) método inductivo (inédito) que controla la inflación la especulación y el remarcaje sin necesidad de utilizar el odioso e inoperante control de precios; crear un sistema de transferencia de la GMVV hacia la GMVP (Gran Misión Vivienda Productiva), que permita migrar más de un millón de familias que se encuentran en difíciles condiciones en las grandes ciudades y llevarlas al sector productivo agrícola en condiciones dignas del buen vivir produciendo; para ejecutar este plan contamos con la organización de los Consejos Comunales, tierra suficiente disponible y con inmejorables condiciones de infraestructura vial y de servicios.

Esperamos haber sido útiles. No olvidemos que nadie ¡absolutamente nadie!, invierte y produce para que otros se beneficien, en socialismo cabe la siguiente máxima de mi abuelo: "… todos en la cama,.. o, todos en el suelo…", la cultura de un pueblo no se cambia de la noche a la mañana, para eso está el proceso de cambio o sea, ¡La Revolución! La indolencia es cómplice de la traición, no lo olvidemos.



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Gonzalo Ochoa Díaz


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