Caracas, noviembre 21 - Frente a las cámaras que cubrían la rueda de prensa, el entonces presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), José Luis Betancourt, rompió la Gaceta Oficial en la que había sido publicada la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, creada por el presidente Hugo Chávez junto a otros 48 instrumentos, vía habilitante, que incluían la Ley Orgánica de Hidrocarburos, con la cual se recuperaba el control de la mayor empresa pública del país: Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Era 21 de noviembre de 2001.
Con ese acto de violencia simbólica y una actitud desafiante, el representante de la cúpula empresarial amenazó al presidente Chávez de "enfrentar" las leyes -publicadas ese día en Gaceta Oficial- que garantizaban el acceso justo a los predios en el país al prohibir la figura del latifundio.
"Si él quiere plantearle una guerra al sector privado venezolano, a la sociedad civil venezolana en los términos que él imponga en ese terreno, nosotros nos vamos a enfrentar", fueron las palabras del representante de Fedenaga, quien rechazaba tajantemente la prohibición de la tenencia de grandes extensiones de tierra en pocas manos.
Los voceros de la burguesía también se manifestaban en contra de la justa redistribución de la renta petrolera y la posición del Estado de asumir su responsabilidad de garantizar la soberanía alimentaria, es decir la orientación revolucionaria del Gobierno chavista.
El ataque del empresario estuvo en consonancia con las cúpulas de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) y de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), presididas por Pedro Carmona Estanga y Carlos Ortega, respectivamente, quienes convocaron para el 10 de diciembre de ese año un paro patronal con un objetivo claro: salir de Chávez.
Los medios de comunicación privados se convirtieron en instrumento fundamental de la burguesía, dueña de canales, emisora y tabloides, para "legitimar" las acciones desestabilizadoras que pretendían generar caos en el país. Sin embargo, el pueblo venezolano enfrentó los ataques y los superó durante los primeros años de la Revolución Bolivariana, un proceso que aún hoy batalla contra las arremetidas de un sector que se niega a aceptar que la nación se conduce hacia el socialismo.
"La Ley de Tierras, eso causó escozor, reacciones furibundas, la quemaron, incluso por ahí en la calle y otras leyes como la Ley de Pesca, Acuicultura, Espacios Acuáticos, querían privatizar el agua y le metimos la ley, en fin, un conjunto de leyes, de Bancos y Otras Instituciones Financieras. Aquello marcó el quiebre pues, el quiebre, cuando se dieron cuenta que nosotros veníamos avanzando con una orientación revolucionaria entonces decidieron lanzar la agresión violenta", recordaría Chávez el 10 de diciembre de 2011, cuando celebró 10 años de la derrota del paro patronal y la promulgación de la Ley de Tierras.
