12 julio 2008.-Este lunes 14 de julio, se conmemora un año más de aquella fecha que aún está grabada en la mente de los habitantes de los sectores Morador y Tierra Buena, en el municipio Guanare del estado Portuguesa.

Por más de 40 años, en tierras donde está establecida la finca La Productora, dos generaciones lucharon contra el latifundio y los intereses mezquinos del capitalismo. La intención de este grupo, conformado por más de 700 campesinos y campesinas, era rescatar las tierras para trabajarlas y producir alimentos.

Después de diez años, la historia cambió. El Gobierno Bolivariano, a través del Instituto Nacional de Tierras (INTI), en el marco de la Misión Zamora, inició una nueva modalidad para el rescate, funcionamiento y uso de las tierras de la nación.

La Productora fue uno de los 17 predios que el 25 de marzo de 2007 fue rescatado por un grupo cívico militar, conformado por técnicos del Instituto y efectivos del Ejército. Desde hace más de un año, estas tierras tienen un nuevo nombre: Comando Zamorano Batalla de Ospino, nombre que enaltece una de las tantas luchas independentistas.

Actualmente, el Comando tiene sembradas 720 hectáreas de maíz, 6 hectáreas de yuca, 2 hectáreas de lechosa, 2 hectáreas de ají y 12 hectáreas de quinchoncho. Asimismo, se tiene proyectado constituirse como una Unidad de Producción Socialista, establecer una Granja Integral en 10 hectáreas, continuar con la siembra de otros rubros como es el caso de 600 hectáreas de pasto, 600 de ají, 400 de caraotas, 300 de frijol, 82 de plátano y cambur, 20 de tomate y la introducción de ganado de doble propósito.

14 de julio de 1997

Hace 11 años, 700 personas deciden apostarse en las instalaciones de La Productora y tomarla, porque no aguantaban más el daño que hacía la empresa Cartones de Venezuela al sembrar árboles madereros en terrenos colmados de potencialidades para el desarrollo agrícola.

Mariano Ibarra, habitante del sector Morador, explica que “se decide la entrada ilegal porque nosotros habíamos agotado todos los mecanismos legales para poder obtener estas tierras y trabajarlas”.

Por su parte, Alfonso Palma, al relatar los acontecimientos, manifiesta que fueron víctimas de los organismos policiales y militares del gobierno de la época, que los atacaron con una lluvia descomunal de bombas lacrimógenas, pero esta acción no logró dispersarlos.

La maniobra, comandada por la Guardia Nacional, solicitó refuerzos de los organismos de estados vecinos con el objetivo de reprimir a aquel campesinado que anhelaba cultivar las tierras para el provecho de todos. A media mañana pudieron dispersarlos, pues no tuvieron más opción que correr para escapar de los gases.

Fueron perseguidos, golpeados, vejados. Hubo más de 48 personas detenidas por las autoridades, entre ellas: la actual gobernadora Antonia Muñoz, el ex guerrillero Douglas Bravo y concejales del municipio, entre otros.

Ibarra expresa que esta fue una lucha que dejó huellas imborrables. “Con la llegada del Gobierno Revolucionario, todo cambió y ahora estamos produciendo alimentos”, enfatizó.

Antes era papel, ahora se produce alimentos

Cuando se instala en la finca La Productora el Comando Zamorano Batalla de Ospino, se hace un diagnóstico físico natural para conocer las potencialidades de la misma.

En este sentido, el coordinador del Comando, Alberto Pernía y los técnicos José Gregorio Duque, Maribel Argüelles y Octavio Oviedo, se encontraron con una extensión de 2.923 hectáreas, la mayor parte representada por 1.500 hectáreas destinadas a la agricultura y 600 hectáreas que serían para desarrollar un proyecto ganadero y el resto para áreas protegidas y reserva natural.

Se confirma una vez más, lo expuesto por el INTI a través de la Medida Cautelar, pues suelos que aparecían en los estudios a gran escala como V y VI, eran realmente suelos tipo I y II. “En otras palabras, la trasnacional estaba sembrando árboles forestales en el lomito de la tierra, habiendo necesidad de producir y nosotros importando casi el 80% de alimentos” explica Pernía.


Producción Socialista


Una vez que se inicia el estudio y el plan de desarrollo de siembra, los inspectores del Instituto visitan las comunidades de Morador y Tierra Buena, porque conocen del colectivo de campesinos y campesinas que habían luchado por estas tierras y la intención del Estado venezolano era invitarlos a trabajar en la finca, permitiéndoles a los técnicos INTI el acompañamiento de estos.

Desde entonces se organizaron en grupos de trabajo por áreas, entre las que figuran la administrativa, de campo, proyecto agronómico y maquinaria agrícola e insumos.

Cabe destacar que el trabajo que se realiza en la finca obedece a un plan estratégico de seguridad agroalimentaria. Por lo tanto, la inversión que el Estado está haciendo es de carácter social, que va más allá de las 104 personas que actualmente conforman el colectivo.

Con el establecimiento de esta nueva modalidad, el Gobierno otorga los medios de producción y ellos realizan el trabajo con mano de obra. En este sentido, la cosecha va para beneficio social. “La jornada fue tan productiva que en el año 2007 sacamos casi un millón de kilos de maíz y 25 mil kilos de caraotas”, señaló Pernía.

De esta manera, el Gobierno Revolucionario continúa consolidando el socialismo agrario, trabajando mancomunadamente con el campesinado y rescatando tierras para la producción de alimentos con el propósito de garantizar la soberanía alimentaria de la nación.