"Yo tengo un sueño"

En una de las actividades del Aula Integral Campesina del “Bosque Macuto” de la Universidad Campesina de Venezuela “Argimiro Gabaldón”(UCVAG) referida a los espacios donde se pueden construir canteros, la señora Eunice Arretineta interrumpe al maestro emancipador y dice: “Yo tengo un sueño” e inmediatamente despliega sobre la mesa un dibujo hecho a mano alzada con lápiz de grafito sobre un cuarto de pliego de papel bond. Se trata de lo que sueña  de su casa y de todo cuanto la hace confortable para el buen vivir.

No aparecen en el dibujo espacios para el   estacionamiento de vehículos ni por supuesto vehículos, tampoco antenas captadoras de señal de tv, no hay cercos eléctricos, portones, ni casilla de vigilancia, no está el engramado para el picnic, la parrillera ni la consabida piscina; en fin,  no hay nada de lo que pudiera referirse a la superficialidad de la vida glotona y consumista que nos inculca la educación tradicional y que muy bien se expresan en los mapas mentales de los estudiantes cuando se les requiere la expresión de sus sueños después de graduados. Por el contrario, se destacan en el ingenuo dibujo la casa construida con material de la zona y de fresca apariencia debido a sus grandes ventanales y las enredaderas que trepan al techo, el granero, canteros de hortalizas, plantas medicinales, un espacioso gallinero y un comedero para animales domésticos; es decir, todo cuanto le puede permitir a su familia atender sus necesidades básicas en apenas 250 mts2.  como bien lo indica la señora Eunice.

La expresión “Yo tengo un sueño” de la señora Eunice pudiera verse fútil y candorosa; es cierto, pero también es cierto que detrás del inapreciable e inocente pensamiento campesino que se expresa en sus sueños, subyacen los valores más profundos del ser humano, como bien lo señala  Sigmund Freud en su teoría del psicoanálisis,  y en cuya esencia se fundamentan las bases filosóficas de la UCVAG. Esta campesina larense, con su saber ancestral, diseñó la vivienda productiva.

No en vano la materia prima de esta universidad es el campesino; ese ser que a pesar de haber sido excluido y oprimido durante tantos años ha logrado subsistir y que hoy, de la mano con la UCVAG, irrumpe reclamando su participación en la configuración del nuevo estado socialista consagrado en nuestra constitución, no mediante actos terroristas y guarimbas desestabilizadoras, sino a través de su humildad, solidaridad, sinceridad, colectividad, trabajo tesonero y esperanzador y sobre todo, mediante un  profundo amor y sensibilidad hacia la naturaleza

  “La Universidad Campesina de Venezuela “Argimiro Gabaldón” es un espacio de saberes campesinos convertidos en universidad con el fin supremo de universalizar la vida campesina como uno de los reservorios más preciados del gentilicio venezolano. Contiene en su filosofía la perfecta comunión que representa el hombre y la tierra y todo lo que ella contiene como una unión indisoluble y perfecta que se ha amalgamado durante siglos de historia”.

                                    Documento Rector  UCVAG                                           

 

La expresión artística cuya imagen se anexa, no es una obra con los más refinados toques pictóricos y muchos menos arquitectónicos, es solo la humilde expresión de centenares de campesinos venezolanos que al igual que la señora Eunice, creen que otro mundo es posible.

Enviado a través de cegepeto2@yahoo.es



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