La Pedagogía de encuentro es aquella propuesta educativa que no está quieta, estática, no espera pacientemente para que el estudiante se traslade al lugar donde" supuestamente" se desarrolla el conocimiento, por el contrario va a su encuentro y en ese trayecto se complementan y se forman nuevas experiencias educativas, la práctica de la pedagogía del encuentro, encuentra en el diálogo de saberes la herramientas imprescindibles para su ejecución, parte del principio al igual que otras formas metodológicas de compartir el conocimiento del respeto y la aceptación del otro, caracterizándolo como un ser que posee mucho conocimiento, y que además ha tenido o usado métodos para hacerse de él, este elemento es muy significativo porque es la base del diálogo de saberes, para luego a través de la dialógica ir fomentando una práctica que permite ir confrontando saberes para la construcción de nuevas y mejores categorías de análisis que sustentan el encuentro de saberes.
El encuentro pedagógico establece una relación de igual en el proceso de educación, porque se parte del principio del encuentro para la búsqueda de la verdad, y si partimos que la verdad, como tal no es una, entonces estamos reconociendo que nos encontramos con un objetivo; acompañarnos para ir a su encuentro, en este trayecto, es preciso establecer las condiciones de convivencias para que el diálogo sea respetuoso y además complementario, en el sentido que las experiencias de vida se conviertan, en aceptación del conocimiento del otro.
El encuentro no presupone, solo tiene como premisa la aceptación ya que es imprevisible para avanzar hacia la construcción de un saber que a la larga no será, el resultado de una práctica de investigación que separe al investigador de su objeto de investigación, al establecer una relación de aceptación, para el aprendizaje conjunto. Maestro y aprendiz se funden en una dinámica en donde la búsqueda del reconocimiento permite avanzar hacia la liberación del acto creativo, que permite crear conocimientos para la emancipación. La pedagogía del encuentro es altamente liberadora porque además de compartir responsabilidades al establecer el encuentro como eje fundamental, reconoce el elemento colectivo, la unión de saberes para producir nuevas situaciones, pero ya no en la soledad subjetiva del pedagogo sino más bien en la compañía inseparable del otro, que también es reconocido como maestro y estudiante a la vez.
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