Caso Posada: “Insosteniblemente embarazoso”, muestra investigación en New Jersey

Este terrorista se encuentra protegido por el gobiernos estadounidense.

Este terrorista se encuentra protegido por el gobiernos estadounidense.

Credito: Agencias

“El caso es demasiado explosivo políticamente. ¿Cual es el interés para la Administración Bush de caerles atrás a estos tipos cuando fueron tan ligados a ellos?”, comentó la periodista norteamericana Ann Louise Bardach, interrogada por el diario The Record, del Condado neoyorquino de Bergen, uno de los pocos rotativos que cubren, en Newark, la investigación federal antiterrorista que involucra a Luis Posada Carriles.

Bardach ha sido perseguida desde meses por el FBI que le reclama los documentos que posee sobre las actividades del terrorista que entrevistó para el New York Times años atrás y que publicó luego, en varias oportunidades,

Bardach fue quién supo, por una fuente en las oficinas del sur de la Florida de la policía federal, que el expediente de Posada ha sido destruido por el hijo del Agente Especial Hedor Pesquera, el también agente Ed Pesquera. Hector Pesquera es quién arrestó a los Cinco antiterroristas cubanos, el 12 de septiembre de 1998, mientras investigaban a cómplices de Posada.

Posada ha confesado a Bardach, entonces reportera del Times, que recibió más de 200 000 dólares en el curso de los años, de parte de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

La interminable investigación de un gran jurado que se desarrolla en Newark. New Jersey, cerca de Nueva York, estudia precisamente la participación de dos ex directores de la FNCA, Abel Hernandez, residente de Cliffside Park, y Oscar Rojas, quién fue contador del fallecido millonario de Fort Lee, Arnaldo Monzon.

Tres otros cubano americanos han sido convocados como testigos en este caso que recibe muy poca publicidad en Estados Unidos, país donde los terroristas del Medio Oriente llegan de inmediato a los titulares.

Excepción que confirma la regla, el periodista Peter J. Sampson, reporta en The Record, cómo el gran jurado federal “ha ido excavando un mundo oscuro de terroristas y de presuntos asesinos, explorando alegaciones según las cuales, miembros preeminentes de la comunidad cubana del norte de New Jersey mandaron más de 30 000 dólares a un connotado militante anti-Castro sospechoso de dirigir ataques contra Cuba”.

Sampson señala, con una sorpresa comprensible, que “a pesar de describirlo como el cerebro confeso de complots terroristas y de atentados, el gobierno no lo ha declarado formalmente terrorista o acusado de algún crimen…Un tal gesto pudiera revelarse embarazoso, dicen los observadores, por la larga asociación de Posada con la CIA”.

Hernández quién fue dueño del restaurante y supermercado Mi Bandera, en Union City, fue vinculado a Posada por primera vez en 1998 cuando la propia Bardach lo mencionó como uno de cuatro cubanoamericanos de New Jersey que transferían dinero a América central en apoyo a la campaña de atentados realizada por Posada en La Habana, con mercenarios centroamericanos.

Los atentados en hoteles, restaurantes y una discoteca provocaron la muerte del joven turista italiano Fabio DiCelmo y heridas a 11 otras personas.

La investigación tiene por origen un fax de Posada, firmado “Solo”, enviado desde Guatemala.

Entre los testigos convocados se encuentra Angel Alfonso Aleman y su hijo, José, ambos de of Union City. Alfonso quién trabajaba con la cadena de tiendas de Monzon, es uno de los individuos acusados en Puerto Rico, en 1997, en el caso del yate La Esperanza. Con varios terroristas vinculados a la FNCA se proponía realizar un atentado en la isla venezolana de Margarita, donde el presidente cubano iba a participar en una Cumbre Iberoamericana.

En las recientes elecciones al congreso, Alfonso actúo de brazo derecho del candidato demócrata Albio Sires, también

Sires inició entonces su campaña en marzo con un banquete de recolección de fondos en un hotel de Secaucus, en Nueva Jersey, donde invitó a los principales directivos de la FNCA "Zona Norte". Lo que nunca publicó la prensa norteamericana.

Según el abogado mafioso Gilberto M. García García quien representa el conjunto de los cubanoamericanos convocados, citado por AP, sus clientes han negado haber hecho algo para promover el terrorismo.

"Estoy casi seguro del hecho de que ellos no son el objetivo de la investigación. Fueron llamados a declarar como testigos", indicó García según la agencia.

Agrega que solo Rojas testificó y otros dos presentaron declaraciones, sin precisar nombres. Dos se retiraron después de invocar su derecho constitucional a no incriminarse a sí mismos, maniobra siempre cómoda, ampliamente usada en casos anteriores implicando a mafiosos.

Contador de Monzon durante 20 años, Rojas tuvo que confesar que manejaba las transferencias del negociante, precisa The Record.

García insistió para describir a Monzon cómo “un hombre muy generoso” pero afirmó que no existen evidencias de que apoyaba actividades terroristas.

Acerca de la reciente confesión del ex director de la FNCA José Antonio “Toñin” Llama, que admitió haber gastado más de un millón de dólares para comprar armamentos por cuenta de la FNCA, García afirmó que era “un hombre muy infeliz quien aparentemente tenía una pequeña fortuna y la perdió”.

La investigación federal de Newark dura ya desde meses sin dar resultado, algo muy común en lo que se refiere a las actividades terroristas de la mafia cubanoamericana.

Ahi mismo en un barrio cubanoamericano de Nuevo Jersey, Pedro Remón, un socio de Posada, asesinó al emigrado cubano José Eulalio Negrín bajo los ojos de su hijo de 12 años. También ejecutó al diplomático Félix García Rodríguez además de intentar ejecutar a otros dos diplomáticos cubanos, el ex embajador ante la ONU, Raúl Roa Kourí, y al ex jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Ramón Sánchez Parodi.

Remón fue detenido en 1986 y llevado ante un Gran Jurado. Se negó a colaborar en la denuncia de sus cómplices. Fue sancionado a 10 años de cárcel y 20 000 dólares de multa. Luego de su liberación, volvió a aliarse con Posada Carriles.

La actual investigación de connotados socios de Posada sigue aparentemente el mismo camino.

Sacando sus propias conclusiones, Bardach aseguró al reportero de The Record que acusar a Posada sería “insosteniblemente embarazoso” para Bush.


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