Sábado,18 de abril de 2015.- El ser humano a través de la historia, en las distintas comunidades donde ha hecho vida en común, se ha visto en la obligación de generar reglas convivencia que le permitan el convivir en relativa paz con sus semejantes.
Esto que J.J. Rousseau llamó el Contrato Social, la adopción de normas, derechos y deberes que permiten la vida en sociedad y que en las repúblicas organizadas del llamado mundo civilizado está plasmado en sus constituciones y leyes.
Nuestro país, la República Bolivariana de Venezuela está regida por una Constitución y un cuerpo de leyes que permiten la convivencia pacífica de los seres humanos que vivimos en esta tierra de Dios, cuya eficiencia está constantemente sometida a prueba por distintas circunstancias y que nos gusten o no rigen nuestras vidas.
El caso que hoy nos ocupa es el de una luchadora y activista social, Virginia King, quien precisamente ha trabajado durante años a favor del desarrollo de distintas leyes que permitan un tratamiento equitativo de la mujer. Derechos que tradicionalmente fueron vulnerados, pisoteados y no tomados en cuenta y ha luchado por lograr el derecho de la mujer a lograr una vida libre de violencia y que paradójicamente sus derechos están, según lo señaló, siendo vulnerados.
Acudió Virginia King al Tribunal Supremo de Justicia a someter su caso y en busca de justicia, esto fue lo que declaró frente a la puerta principal del TSJ.
