Caracas, 21 de diciembre de 2014.- El coordinador del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, denunció que el gobierno federal suspendió las labores de búsqueda de los 42 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado.

Informó que prevé la llegada del grupo de expertos en diversas áreas que enviará la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para apoyar en la búsqueda de los denominados "normalistas" y revisar en qué situación están las averiguaciones y los protocolos de indagaciones.

En entrevista telefónica con el diario mexicano La Jornada, Barrera indicó que quienes sí están trabajando en el terreno de las investigaciones son los peritos y antropólogos forenses argentinos, quienes "se han mantenido muy en reserva, en espera de los resultados de las indagatorias (de algunos restos) que se realizan en un laboratorio de Austria, sobre todo para el tema de los restos".

Barrera señaló que a los especialistas argentinos continúan trabajando y colaborando en las investigaciones que realiza la Procuraduría General de la República (PGR), aunque reconoció que hasta el momento no sen han producido avances contundentes.

Destacó también que en lo que queda del año, los padres trabajarán en las acciones de rastreo de los normalistas que realizan diversos sectores de la sociedad.

"En particular se trabaja en solicitar apoyo a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Ciudadana (CRAC-PC), para continuar con la búsqueda", dijo.

Aseguró que los padres de los estudiantes se han percatado que las autoridades han perdido interés en la indagatoria y en el compromiso de dar cumplimiento al plan de búsqueda que se había diseñado, "por eso se mantienen firmes en su postura en la búsqueda de sus hijos".

"Por eso estamos en la expectativa y en espera de los expertos de la CIDH, que confiamos lleguen lo más pronto posible, para que nos den opiniones y recomendaciones sobre cómo se están enfocando las investigaciones y, de hecho, la misma búsqueda de los 42 normalistas", precisó.

El pasado 22 de noviembre, el abogado del centro Tlachinollan, Vidulfo Rosales, informó que se propondría la participación de 10 expertos de la CIDH, entre ellos el argentino Ariel Dubovsky; la guatemalteca Claudia Paz; el chileno Roberto Garretón y el peruano Gino Costa.

Barrera lamentó que el gobierno federal haya suspendido las labores de búsqueda: "Ha sido muy limitada su participación, por eso los mismos papás han visto que todo depende de que haya alguna propuesta o iniciativa (del gobierno), y prácticamente es mero formalismo de cubrir el compromiso ante un planteamiento muy concreto".

Rechazó que la Federación no cuente con ningún plan de búsqueda, "mucho menos una estrategia mucho más integral de cómo llevarla a cabo. Por eso están realizando su propio trabajo".

Aseguró que la propuesta de los padres de los 42 desaparecidos "es hacer recorridos en lugares de difícil acceso, sobre los que han tenido información, donde haya presencia de personas que pudieran tener a sus hijos".

El 26 de septiembre pasado fueron raptados 43 estudiantes Ayotzinapa, quienes presuntamente habrían sido detenidos por funcionarios policiales de los municipios de Iguala y Cocula que, a su vez, los habrían entregado al grupo delictivo organizado Guerreros Unidos, de acuerdo con las investigaciones.

La comisión especial de la Cámara de Diputados de México confirmó que sí existió desaparición forzada de los alumnos, quienes sufrieron violaciones a sus derechos humanos como torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes, así como ejecuciones extrajudiciales, de acuerdo con un informe preliminar.

El 6 de diciembre pasado cuando la Procuraduría General de la República confirmó la identidad de los restos del normalista Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos.

A la fecha, miles de mexicanos mantienen manifestaciones en exigencia de la aparición con vida de los 42 jóvenes, restantes, de que se haga justicia, y que no se repitan hechos similares que a diario suceden en México.