Caracas, 03 de marzo de 2008 / El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) afirmó que el gobierno de Álvaro Uribe ha violado adrede el derecho internacional público y los usos y tradiciones de la humanidad, al invadir soberanía ecuatoriana para matar a ciudadanos colombianos insurgentes, y ahora pretende involucrar al gobierno venezolano con supuesto apoyo a la guerrilla de las FARC mediante el uso de la falsificación, de la propaganda y del chantaje.

El Vicepresidente del PSUV, Alberto Müller Rojas, calificó como un nuevo ejercicio de la falsificación y chantaje del gobierno colombiano, el reciente intento de acusar a Venezuela de apoyar grupos rebeldes que participan en la guerra civil que se desarrolla desde hace más de 60 años. “Conflicto que afecta a toda la región y especialmente a Venezuela”. Se refirió especialmente a las declaraciones del general de la Policía Nacional, Óscar Naranjo, quien, presentando supuestos documentos de “computadores” del asesinado Raúl Reyes, intenta ahora tapar la brutal masacre cometida contra sus propios ciudadanos y en territorio extranjero.

“Las acusaciones del general Naranjo, de la Policía Nacional de Colombia, son todas sustentadas en falsedades”-aseguró, calificando a este uniformado colombiano como replicador de campañas propagandísticas norteamericanas, por lo que lo catalogó como un infeliz retardado mental, que no debería portar el uniforme con la bandera tricolor que Miranda trajo para la independencia y soberanía de las naciones andinas.

“Resulta sorprendente que después del ataque que todos vieron, los efectos de la destrucción en la selva ecuatoriana, es casi increíble que tras esos destrozos se hubiese salvado de manera milagrosa una computadora”, advirtió extrañado, cuestionando además que esa computadora tenga tanto caudal de informaciones que permitan justificar cualquier acción y, por supuesto, los ataques contra Venezuela. Advirtió que las presuntas evidencias del computador vienen de un oficial de las llamadas Boinas Verdes que opera en un anexo a la embajada de EEUU en Bogotá.

Desestimó la acusación sobre los supuestos 300 millones de dólares que habría entregado Venezuela a las FARC, y señaló que incluso ese monto era superior a la ayuda que EEUU entrega a Colombia. “De manera que si esa ayuda fuera cierta tengo la seguridad de que el gobierno de Colombia ya estuviera fuera del poder”.

“Es irracional, propio de un neófito, llegar a esa afirmación; uniformado y luciendo condecoraciones que seguramente son resultados de las masacres de ciudadanos colombianos. Seguramente él es un héroe por los miles de colombianos de la Unión Patriótica asesinados en ese país”.

“Quieren en el fondo interrumpir la liberación humanitaria y la humanización de la guerra en Colombia….”-dijo, agregando que la acusación busca frenar el éxito logrado por Venezuela en la liberación de rehenes, no sólo con la desautorización de la mediación inicial del presidente y de la senadora Córdoba, sino contra la continuidad que se logró como facilitadores posteriormente.

Colombia hizo hoy en Ecuador, lo que rechazó en el pasado:br>
Reiteró como inconcebible que Uribe intentara “reparar” la violación cometida durante la masacre al sur de Putumayo, pidiendo simplemente excusas al gobierno de Ecuador, precisamente luego que le mintió durante la conversación telefónica al propio mandatario ecuatoriano. “Lo que se trató fue una masacre violando soberanía de Ecuador”.

Dijo que el concepto de la “guerra preventiva” aplicada por el imperio después del 11 de septiembre, es la que ha intentado hacer Uribe. “Todas las normas de convivencia y el sentido al uso de la violencia política, ha sido simplemente despreciado y se está actuando en el primitivismo más absoluto que se puede imaginar”.

Comentó que la nueva modalidad impuesta por Washington, que además está sustentada en mentiras, no tiene consistencia. Afirmó que el gobierno uribista actuó sin pruebas materiales de que ha hubo provocación o un acto de parte de los guerrilleros que implicara la necesidad de una acción militar sobre Ecuador.

Recordó que la figura de la “persecución en caliente” sólo existe en aguas marinas y submarinas y no en suelo y territorio seco. Dijo que cuando los gobiernos venezolanos del pasado señalaron esa posibilidad de perseguir a grupos armados colombianos más allá de la frontera -en una interpretación que Müller Rojas consideró errada- “el estado colombiano se negó a aceptar eso y las consideró violatorias. Hay antecedentes colombianos de que ellos mismos rechazan esa excusa”.

“Es inaceptable que ahora Uribe haga algo que el propio estado colombiano ha rechazado con anterioridad”.

Oposición apátrida:

Igualmente, rechazó los calificativos que este lunes emitieron algunos venezolanos de la oposición contra las decisiones del presidente Chávez ante esta grave situación creada por Colombia. Dijo que estas figuras pueden considerarse como “apátridas”, pues representan a intereses extranjeros ligados a la visión capitalista.

Recordó antecedentes importantes sobre la beligerancia que gobiernos venezolanos del pasado reciente hicieron a favor de las fuerzas armadas colombianas en su guerra interna.

“El estado venezolano se colocó y parcializó con la posición de sectores formales que controlan la vida política y social de Colombia”, dijo, al traer a la memoria el convenio firmado por el gobierno de Rafael Caldera para enfrentar a las fuerzas rebeldes en el conflicto interno colombiano. Recordó Müller Rojas que este convenio violaba la constitución venezolana y él mismo lo denunció al senado de la época.

“En ese período constitucional Venezuela se convirtió en beligerante de la guerra civil colombiana. No nos puede extrañar, en estos momentos, que los grupos que representan los intereses del imperio, particularmente AD y sus derivados, como el Nuevo Tiempo y el partido que representa la ideología transnacionalizada de la Democracia Cristian, estén actuando a favor de un hecho… jurídica, política, militar y moralmente condenable, tal como lo ha sido condenado por todos los estados responsables del sistema internacional.

“Lo que han asumido esos venezolanos contraria totalmente a los fundamentos acordados en el PSUV como base principistas: las fuerzas de cambio que piensan transformar una realidad significativa, en donde todos podamos vivir en condiciones de seres humanos iguales”.