Sobre el delito de secuestro

Actualmente se encuentra discutiendo en la Asamblea Nacional, una reforma más a la ley en Contra de los delitos de Extorsión y Secuestro conocida como Ley Anti-Extorsión y Secuestro –LAES-, en donde es bueno precisar algunas cuestiones de carácter técnico y operativo; veamos:

El común de los venezolanos, mayores de 40 años, en el imaginario colectivo, tenemos la idea del secuestro, como lo hacía nuestra guerrilla endógena de la década de los 60 y 70, cuando existió. Una forma de recavar fondos para la lucha revolucionaria. Inclusive, en Venezuela nació el delito de secuestro por motivos políticos, como lo fue el del futbolista Di Stafano, por medio del cual el MIR le decía al mundo la existencia de una lucha armada en contra del gobierno puntofijista de entonces; también hubo un secuestro que lo expresa muy bien una película, protagonizada por Miguel Ángel Landa, en donde se secuestró a un miembro de la Embajada Gringa y se logro detener por un tiempo el fusilamiento de un revolucionario vietnamita, y el ultimo secuestro de esta serie de “revolucionarios armados endógenos” con ápices de altruismo de los años 60-70, como lo fue el William Frank Niehaus, en donde hubo elementos mesiánicos como el obligar a la Owens Illinois, empresa del gringo secuestrado, a que le aumentara el sueldo a su empleados y repartiera bolsas de comida en las barriadas pobres.

Todos estos tipos de secuestros, realizados por las izquierdas armadas o violentas, si se quiere usar ese término; no tienen absolutamente nada que ver con los secuestros actuales, en sus diversas modalidades tanto el extorsivo, como el Express; aquellos secuestros, ya son historia, buenos temas para una película o novela de algo del pasado.

LA DERECHA POLÍTICA TAMBIEN SECUESTRA Y LO HACE MUY BIEN

La derecha, en América Latina y en el mundo, a raíz de las derrotas en Cuba, Vietnam, Nicaragua se ha remozado en su maldad que es bastante refinada y cada vez más criminal; como forma de combatir a las guerrillas creo grupos “Rangers” o cazadores –en Venezuela- que eran batallones con bastante movilidad y armas livianas, especialistas en sabotaje y en asesinar sin dejar rastros ni rehenes; luego ante el triunfo de la revolución Nicaragüense creo los “contras” el precursor del paramilitar Colombiano y Mexicano actual, que es un terrorista de derecha que asesina población civil, coloca bombas con miras a sembrar el terror colectivo y sabotear la economía y las comunicaciones y los servicios vitales; luego, ante los triunfos electorales de las izquierdas, primero en elecciones regionales y luego en países enteros, ha utilizado tácticas diversas, una de ellas ha sido precisamente increpar a los gobiernos populares de centro-izquierda de no garantizar la seguridad a la propiedad privada y sobretodo la seguridad de las personas; a la vez que promueve, esos delitos por intermedio de sus paramilitares y los aupa y maximiza a través de sus medios de comunicación.

Producto del despertar de los pueblos Latino-Americanos y el insurgimiento de gobiernos progresista en nuestro continente, el imperialismo utiliza a Colombia como punta de lanza para quebrar la unidad del nuevo despertar de Abya Yala por intermedio del plan del mismo nombre, siendo su principal estrategia la de exportar, a los países vecinos que han despertado, específicamente Ecuador, Panamá y Venezuela su guerra interna, con la secuela de taras y crímenes; en donde están los delitos del narcotráfico, el lavado de dinero, el sicariato, el contrabando con fines de desestabilización económica, la conformación de grupos paramilitares para cometer delitos y tumbar al gobierno, la proliferación de armas en la población para sembrar violencia y por supuesto el secuestro.

La derecha secuestra con el mero fin extorsivo y de causar alarma, y lo hace muy bien, ya que utiliza el secuestro para crear zozobra en la población, haciendo ver que el gobierno, por lo general de centro-izquierda es débil y no combate la delincuencia. Por otro lado, a la par que secuestra y por esos secuestros se nutre de recursos económicos, hace alarma desestabilizadora con miras a crear inseguridad psicológica colectiva, para que la gente ataque al gobierno por ineficiente y débil y a la vez, o pida un régimen fuerte, que indudablemente seria un régimen de derecha, o haga justicia por sus propias manos formando grupos paramilitares o contratando empresas de seguridad de su propiedad. La derecha con el delito de secuestro gana por todos los lados; y lo peores que nadie sospecha que ella está metida hasta los tuétanos en ese delito de secuestro.

COMO COMBATIR EL DELITO DE SECUESTRO POR INTERMEDIO DE LA LEY

Una ley en contra del secuestro, no solo debe incluir este delito en si, sino que tiene que combatir a la forma de delincuencia organizada, ya que este es un delito que para su consumación se requiere organización, debe incluir la banca y otras instituciones financieras que es donde se hace la labor de “inteligencia” de la próxima victima secuestrada y a los organismos policiales, ya que estos tienen una posición privilegiada para facilitar tanto la ejecución como garantizar la represión de dicho delito; una forma seria darle al informante del estado financiero de la situación financiera de la victima como al funcionario participe en dicho delito el tratamiento de co-autor.

Por otro lado, por lo general el personal que sirve de custodio de los secuestrados; los que cuidan o son poseedores del inmueble en donde esta la victima, como los cocineros, enfermeros, estafetas, etc., es el eslabón mas débil de la cadena organizativo de los ejecutores del delito de secuestro; este grupo por lo general son los que capturan y son los que muestran a la prensa.

Con este grupo de custodia de las victimas, el estado debería ser mas flexibles y darle la oportunidad que se arrepienta para que informe sobre los autores intelectuales, como reducción de la pena, protección especial del estado y hasta absolución del delito, en la medida de su contribución a la solución del caso y a la captura de la banda secuestradora, con sus autores intelectuales.

El grupo, en donde esta la derecha que son los autores intelectuales del delito, los encontramos, entre los allegados al secuestrado, los que manejan la información financiera, los que conocen sus pasos, los que desempeñan una función policial que le permite la fácil aprehensión de la victima y su traslado a resguardo seguro; esos integrantes de la banda de secuestradores son los que deberían tener las penas mas larga y la sanción mas dura.

Por otro lado existen comunicadores sociales, dirigentes políticos de la derecha y hasta de la derecha endógena, dueños de medios que aunque, algunos, no sean participe en el delito de secuestro, les encanta hacer politiquería con la materia de seguridad, en asuntos de secuestros y se dan a la tarea de crear alarma publica, de organizar caravanas y vigilias de sobreestimar y maximizar el tema que con ello van creando un estado de zozobra en la comunidad que por lo general se vuelca en contra del gobierno legalmente constituido, degenerando muchas veces estos estados de alarma en acciones verdaderamente subversivas que es lo que buscan estos agitadores de la derecha mas recalcitrante que les gusta pedir regimenes de fuerza, fascista al estilo del parmilitarismo Uribista, esta conducta de alarma publica mediática debe ser penalizada.

Espero que los Diputados de la Asamblea Nacional hagan una ley en contra de los delitos del narcoparamilitarismo, provenientes del plan Colombia, y sus delitos conexos, en donde esta el delito de secuestro, como uno mas, y no copien al pie de la letra las leyes fascistas como esa de la seguridad democrática Uribista.

franciscosierracorrales@yahoo.com.ar


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Francisco Sierra Corrales


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