P.G.V. (Parte II)

Penitenciaria General de Venezuela (PGV), ubicada en la capital de Guárico, llamada por los propios internos como "la madre de todas las penitenciaria", a través de negociaciones con el Ministerio de Servicio Penitenciario, se logro recientemente el desalojo total, desconociéndose hasta la presente fecha el destino final de la PGV.

Mientras pasa esto, es propicio seguir conociendo historias, que vienen a resaltar como es la vida de un reo, en contraste con lo establecido en nuestra Carta Magna (artículo 272), instituye como garantía la rehabilitación, contando con espacios para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreación. No obstante, el sistema carcelario Venezolano vive una realidad profundamente dañada, la Ley dominante es la de los reclusos, los líderes son llamados "Pranes" y también tienen poder fuera de los centros penitenciarios.

Para ilustrar esto, "Yesus" relata "(…) en una oportunidad, caí preso por culpa de unos "sapos", que consiguieron unas cosas cerca de mi casa y por esa tontería fui a parar a la PGV, allí aprendí muchas cosas, hay que vivir con todos esos "malandros", como todo hay buenos y malos, hay que aprender a vivir en ese mundo, llegando me rescato un "convive" que conocía en la calle, de una me dijo las reglas básicas para andar en la "pista", convive acá usted, no se puede comer la "luz", porque le meten plomo, si tiene problema con otro avise para que pida cancha con ese tipo y se maten de caballero, ¿quiere andar en la pista? pague la causa, cada vez que vengan a buscarla tenga el billete, la calle tiene sus reglas y acá manda es "el uno", en la calle le dicen "pran" si ve que matan, calle la boca, las deudas se pagan porque se pagan, el que se coma la luz, pasa trabajo, lo mandan "pa la iglesia" y estar allí no es mantequilla, que lo digan los propios cristianos, allí de verdad tiene que respetar la iglesia, (…) aquí el que tenga billete esta coronado, estando encerrado te pones creativo para chatear con una mujer, tan creativo que yo mismo me quedaba loco y me visitaban "al bugí" mujeres que estando en la calle no me iban a parar, mas nada las "lanzaba pa el techo" jeje (…), pero al final no son buenas mujeres las que les gusta ese mundo, cuando yo estuve no había problema con comida, allá llevan camiones de comidas y agua que las paga directamente "el uno", droga la que guste, hasta fiao te la entregan, eso si, pague, porque si no ya te imaginaras que pasa, los días son rutina pura, son como hormigas cada quien tiene que hacer algo, la idea es sobrevivir, a mi me gusta el futbol y allí estaba mi día - día, teníamos campeonatos incluso entraban equipos de afuera y jugábamos, estudiar acá dentro, la verdad que no vi nadie estudiando, "pa que cobiarte", (…) los verdes son panas, ellos son parte del gran negocio, allí todo el mundo gana, y lo que estoy diciendo no es secreto, tú lo sabes Dr., pero bueno allá el gobierno que diga otra cosa (…) sin ninguna novedad pase exactamente 65 días con 12 horas, así seria el encierro que me dio hasta por contar los días que pase allí dentro (…) "

Tal como lo demuestra la historia de "Yesus", en la PGV, existía un régimen, regida por sus propias normas de convivencia, desde que piso ese recinto, entro en un mundo paralelo, convirtiéndose en una escuela a la sobrevivencia, en donde se deshumaniza a través de todos los rituales internos, donde tuvo que vivir entre "delincuentes" que no estaban en un sistema adecuado de clasificación, tal como lo refleja mi conversación, forzosamente admite que hay corrupción con los mismos organismos de seguridad a los fines de consentir las actividades ilícitas. (…) Continúa (…)

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José F. Monaza M.

Abogado. Asesorialegalenvalledelapascua.blogspot.com

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