Cuando menos espero, el Gobierno Venezolano y todo sus Poderes no dejan de sorprenderme, hoy me encuentro con la noticia de que a mí país han arribado delegaciones de Colombia para concretar un acuerdo de Paz el cual para algunos puede que ponga fin a tan prolongado conflicto armado, situación que no puede dejarse pasar por alto, pero que ciertamente demanda en mí una situación de conflicto interno que incluso despreciable por “envidiosa”, ciertamente aceptable:
Es conocido dentro de los refranes populares “Casa de Herrero Cuchillo de Palo”, como país nos hemos puesto al servicio de otros para resolver conflictos violentos y ante ello me pregunto: ¿Cuándo será que las autoridades venezolanas trabajaran por la paz de los venezolanos? ¿Será que para el Ejecutivo Nacional la paz en Venezuela no es una prioridad? o ¿Será que para nuestros políticos conviene mantener un estado delictivo ya que así tienen el argumento constante y perfecto para sus discursos en campaña política? o peor aún ¿Será que algunos de nuestros políticos sacan provecho económico de todo ello o se trata solamente de una constante de negligencia?, pues quiero que sepa, que nuestros índices delictivos y de muertos por armas de fuego, con ocasiones superan con creces las estadísticas de muertos diarios en países que se encuentran en guerra declarada y no conforme con ello, veo con preocupación, tristeza y una gran molestia como todo ello pasa inadvertido ante el Ejecutivo Nacional y demás Poderes Públicos y solo a veces se hace llevar a cabo un “Plan” con algún nombre estrambótico y pegajoso que persigue “minimizar” las acciones violentas de algunos delincuentes o solo sirve para llenar los grandes espacios de titulares amarillistas de prensa escrita.
Cuando de hablo de Paz, no me refiero a la vulgar “ley de amnistía y reconciliación nacional”, la cual para mí criterio, no es más que una pérdida de tiempo ya que en nada contribuye a cambiar la realidad social, económica y política del país, solo sirve para reconciliar a unos muy pocos y dejar marcadas diferencias que la historia calificara de abrupta, banal y presta a intereses particulares de nula amplitud nacional.
De nada me sirve valerme de diferentes ejemplos que lamentablemente sobran a diario para dejar en evidencia la situación paupérrima de violencia y mortandad producto de la delincuencia en Venezuela e independientemente de las causales, ramas, tendencias o calificativos políticos, es una situación que se encuentra presente y que afecta a ciudadanos de a pie, como yo, que día a día acudo a instancias divinas para que pueda pasar un día sin ser víctima de algún susto, por así decirlo.
En líneas Generales Delcy Rodríguez, espero se percate que en la tierra que la vio nacer, tenemos serios problemas de violencia y delincuencia, espero que así como dedican tiempo y recursos en la Paz de países vecinos, logren dedicarse por completo para que el caminante de a píe deje de temer a su sombra y que la actual realidad sea un oscuro capitulo en la historia venezolana.
Y para Usted amable lector, espero que entienda que mis palabras no satisfacen parcialidades políticas, el tema de la violencia y de la inseguridad es responsabilidad pura directa e ineludible de quienes ostentan principalmente los siguientes cargos, Presidencia de la República con anuencia de los Ministerios de Interior y Justicia y Paz, Penitenciaria y de la Defensa, Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía General de la República, Defensoría del Pueblo, Asamblea Nacional, Fuerza Armada Nacional, cuerpos de Policía Nacional, Estadal y Municipal, ya que ante la mirada ciega, ante la omisión, ineptitud, corrupción o amparo de éstos, hemos llegado a lo que actualmente tenemos.