Es motivo de dolor y malestar para el alma cada crimen que se comete en el mundo, mas aun cuando éste se comete dentro de nuestras fronteras, ya sea en Latinoamérica o Venezuela. En nuestro país, por razones de una carente política en tema de seguridad, desde los años sesenta, setenta, ochenta y noventa, cuando se practicaba la exclusión y represión impunemente, nuestro pueblo ha sido víctima de una profunda inseguridad, incrementándose ésta en la era de la revolución. Siempre hemos escuchado dolorosamente que en nuestro país se suscitan crimenes de manera constante, sin duda alguna doloroso, como también es doloroso que los esfuerzos hechos por este proceso no han sido suficientes o indicados para solventar este problema tan delicado que enfrentamos los venezolanos diariamete. Sin embargo, lo sucedido en el estado Tachira, donde fueron cruelmente asesinados dos funcionarios policiales, ciudadanos venezolanos, pero sobre todo dos seres humanos, no es casualidad ni producto de la delincuencia comun, desde los años 60 ha sido la perversa política de estado de un capullo de delincuentes que se han encargado duante toda la historia de eliminar a todo o casi todo aquel que les adverse o le cause malestar, desde aquella famosa frase de Romulo Betancourt "Disparen primero y pregunten después" hasta la mas reciente "Descarguen toda esa arrechera" de un derrotado Capriles Radonski, pasando indudablemente por muchas otras, en este país han sido cruelmente asesinados y torturados dirigentes políticos, estudiantes, guerrilleros, entre otros grupo de líderes populares, e incluso han sacrificado a su propia miltancia, los hemos visto usar francotiradores contra las personas que marchan a favor de los mismos intereses opositores, como ocurrió en puente Llaguno en el año 2002.
La oposicion busca desestabilizar al país y para llegar a ese punto necesitan muertos en la calle, este gobierno que se ha caracterizado por ser acérrimo defensor de los derechos humanos no se los va a proporcionar, por esta razón son ellos quienes los provocan sin medir causas, ni consecuencias.
Es preocupante, que en esta era de la historia estos desadaptados sociales sigan poniendo en practica estos métodos tan crueles e inhumanos para intentar lograr sus objetivos; y mas preocupante aun, que estos señores son los que desean tomar el poder de nuestro país apoyándose en las necesidades de nuestro pueblo y en las deficientes políticas del gobierno en algunas áreas.
Sin duda nuestro deseo es que estos hechos no se repitan y que los órganos de seguridad del estado tengan la disposición absoluta de hacer justicia como lo indican las leyes.
Resulta imposible asimilar, que ayer mientras en el occidente del país un asesino embestía mortalmente a dos servidores de la patria, en el centro, poco más de una centena de personajes de la derecha jugaban a legislar, alzando sus manos para aprobar una ley que concede libertad a quienes han sido cómplices y artífices de los asesinatos de nuestro pueblo.
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