A propósito del artículo de Luis Britto Garcia

Una reflexión sobre la Comisión por la Justicia y la Verdad

El artículo de Luis Britto Garcia, "Las Victimas no tienen quien les escriba" es una reflexión de una amarga realidad con la que nos ha tocado convivir desde que se nos juramentó aquel 27 de Febrero de 2012. La postura del Estado y particularmente de altos funcionarios para con la Comisión no sólo luce incomprensible sino contradictoria a las razones plenamente justificadas de investigar y procesar los crímenes que por razones políticas cometieron quienes nos gobernaron desde 1.958 hasta 1.998.

Los esfuerzos para crear la Comisión fueron el preludio de lo que después pasaría y que relata con mucha verguenza y hasta dolor nuestro querido compatriota Britto Garcia.

Un desdén y hasta falta de respeto no sólo para quienes trabajamos dentro de este equipo pequeño de hombres y mujeres que con las uñas vamos dando pasos para cumplir con los retos y cometidos de su creación, sino lo que es más grave aún, un acto de inconsecuencia política para miles de víctimas sobrevivientes y sus familiares que abrigaron la falsa esperanza de algún día averiguarían a donde fueron a parar los restos de su familiar detenidos-desaparecidos por los cuerpos policiales o militares de entonces y que además serían sancionados los responsables de esas violaciones a los DDHH.

Ni hablar de aquellas víctimas o familiares que requieren de una vivienda, una pensión de vejez, alojamiento en un geriátrico honorable, tratamiento médico o medicinas, en fin la asistencia de un Estado que en el pasado fue su principal victimario.

Como lo afirma muy bien Luis Britto, de no haber sido por el decidido apoyo de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, la verdad sería aún más triste y desoladora de la que actualmente padecemos.

Es inaudito que se haya acudido a los despachos de varios Ministros, y sólo salgamos con un cumulo de ofrecimientos y promesas incumplidas.

A lo mejor una de las razones de nuestra incomprensible "suerte" es haber nacido tarde como Comisión para investigar unos hechos relacionados con el "terrorismo de Estado", Y NO HAYAN FAMILIARES DETRÁS DE NOSOTROS ABOGANDO POR ESAS INVESTIGACIONES PARA DESCUBRIR LA VERDAD Y HACER JUSTICIA; como lo afirmó recientemente en la última plenaria Monica Venegas.

Incluso, alguien comentó que el Comité de Victimas de las Guarimbas del 2014, había recibido más apoyo institucional y respaldo mediático con sólo 43 víctimas que la nuestra que nació con una Ley que nos dio carácter de Comisión Nacional de Estado y cuyo saldo de víctimas pasa de miles.

Pero como lo afirmó la propia Monica y lo precisa Luis Britto en su columna, las Comisiones por la verdad y contra el olvido creadas en Argentina, Chile y otras naciones que sufrieron las políticas de exterminio de las políticas de contrainsurgencia impuesta por los Estados Unidos a través de la "Escuela de las Américas" y que al término de las Dictaduras Militares que asolaron esas Naciones lograron crear Comisiones para investigar esos crímenes por razones políticas, inexplicablemente recibieron todo el apoyo de los Gobernantes que sucedieron esos nefastos procesos, lo que les permitió investigar a fondo y presentar su Informe de violaciones a los Derechos Humanos en tiempo útil.

Incluso, en Chile se investigó y comenzó a procesar a muchos criminales aun cuando Pinochet seguía siendo Comandante de las FFAA y la Constitución que reformó a su imagen y semejanza aún estaba y sigue vigente.

Por eso, el articulo "Las Victimas no tienen quien les escriba" constituye una impostergable denuncia que debemos aprovechar para relanzar el trabajo de la Comisión, y salir de esa actitud de desaliento y desesperanza, y tomar la decisión firme de solicitar formal reunión con el Presidente de la República y el de la Asamblea Nacional mediante un telegrama público que exprese de forma clara y precisa las razones de nuestro justo y necesario petitorio.

Uno de los pedimentos es mejorar el presupuesto que la Tesorería del Estado aprobó para impulsar el trabajo de las distintas subcomisiones dentro de la COMISION POR LA JUSTICIA Y LA VERDAD, el cual es francamente irrisorio, careciendo de equipos y logística necesaria, amen de que el trabajo desempeñado particularmente por quienes fuimos designados por el Frente de Familiares y que conforman 10 miembros principales con sus respectivos suplentes no perciben ningún tipo de remuneración ni emolumento por sus servicios.

Lo contrario, es sumirnos en el derrotismo y desconocer las luchas que por años hemos demandado con verdadero activismo y consecuente conciencia política muchos de los que hoy estamos dentro y otros por fuera de la COMISION, y el objetivo no se reduce a la difícil tarea de descubrir la verdad y hacer justicia para que esa historia de desafueros no quede impune sino a que NUNCA MÁS volvamos a vivir esa tragedia que dejó hondas huellas de dolor y pena en las sociedades víctimas de la represión política.

Ojala esta sentida columna que Luis Britto nos dedicó, sirvan para unir esfuerzos y nos saque del anonimato y olvido al que lamentablemente se nos ha conducido sin razón ni causa que lo justifique.



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Ignacio Ramirez Romero


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