El abre-boca de los crímenes puestos al descubierto realizados al cierre de la frontera

Cuando Venezuela anuncie finalmente el resultado de los operativos adelantados por nuestro servicios de inteligencia y las fuerzas cívico militares que han actuado, ajustadas a derecho en nuestras zonas fronterizas con Colombia, el pueblo del país hermano coincidirá con el del nuestro, en que solo un Estado de Excepción como el decretado por el presidente Maduro, era la única opción para impedir que una para-política incontrolable por el gobierno neogranadino, continuara violando sus derechos fundamentales.

Como abre-boca podemos anticipar que se mostraran evidencias incontrovertibles de como las mafias que se saciaron de enriquecerse con el contrabando de la gasolina, arriesgaban la vida de miles de niños y niñas en el manejo de las "pimpinas" usadas para traficar con tan inflamable combustible.

Las mencionadas bandas criminales de las cuales formaron parte, hay que admitirlo, algunos militares inescrupulosos de Venezuela quienes si bien, fueron la excepción, afortunadamente se encuentran tras las rejas luego de comprobarles su complicidad al hacerse de la vista gorda frente a los menores utilizados en prácticas  tan nefastas. Esos infantes surcaron ríos, zonas selváticas y montañas convertidas en trochas, donde muchos, lamentablemente, llegaron a perder la vida pero de eso, ni sus mismos deudos se atreven a decir nada por temor a perder las suyas.

El colmo de la perversión a la que han arrastrado a esos niños en Colombia ha consistido en convertirlos en voceros para ofrecer a adultos de recursos económicamente visibles, “servicios” sexuales de prostitutas, incluyendo, niñas menores de edad si esa fuese la preferencia de sus potenciales “clientes”. Sin embargo, tan aberrante practica, no es nueva en Cúcuta; eso ha venido ocurriendo desde el “dame dos que esta barato”.

Las denuncias del hermano país sobre la existencia de niños colombianos presuntamente obligados por las autoridades venezolanas a quedarse en nuestra patria en un absurdo intento por separarlos de su familia, resultaron totalmente falsas según revelan investigaciones sobre el particular. Al respecto se le ha exigido a Colombia indicar en que parte de este lado se encuentran esos niños, pero solo el silencio se ha obtenido por respuesta.

Esto es muy fácil dilucidarlo ahora que, a propósito de haberse reiniciado el año escolar en Venezuela; por iniciativa del gobierno bolivariano se ha puesto a disposición de los niños colombianos, incluyendo a los 26.500 que viven en la zona de frontera, autobuses con aire acondicionado para conducirlos, sin obstáculos, a las escuelas donde acá estudian. Ellos, sin discriminación alguna,  reciben los mismos beneficios que los nuestros: desayuno, almuerzo y merienda, libros, cuadernos,  morrales y las computadoras canaimitas. Todo de forma gratuita. Pero  como reza el dicho popular, las aguas retornan a su nivel y las caretas poco a poco comenzaran a caerse.

Por otra parte;  pasando la página, debemos anticipar que hasta última hora las investigaciones pertinentes arrojan el desmantelamiento de 87 bandas de delincuente que operaban impunemente, gracias a la amenaza de una “vacuna” capaz  de silenciar a sus víctimas.

Igualmente, con la aprensión de centenares de paramilitares, muchos de los cuales estaban solicitados tanto por tribunales colombianos como norteamericanos, sin descartar el decomiso de armas de todo tipo, uniformes militares, pasa montañas y miles de cartuchos de diferente calibre localizados en conchas estratégicamente situadas para ser utilizados en una eventual invasión; gracias al torniquete aplicado por Maduro, todo se ha podido contrarrestar.  

El empobrecimiento  de nuestra moneda de lo cual se han ocupado el centenar de casa de cambio que operan en la capital del Departamento nortesantanderiano, será también puesta al descubierto, una vez establecidas las condiciones que privaran en la nueva frontera que, para beneplácito de uno y otro país, acordaran ambos jefes de estado. Pero esto solo será posible una vez superadas las disonancias de un doble e insólito discurso azuzado por la insensatez de una mezquina presión mediática, cuyos intereses oligárquicos son totalmente opuestos a los de las patrias de Bolívar, Nariño. Girardot y Sucre.

No obstante, algunos de los mencionados episodios que han funcionado para dividirnos; seguramente que, en aras de no echar más leña al fuego; tanto Maduro como Santos podrían acordar momentáneamente ser de su exclusiva reserva, pero la historia se encargara más temprano que tarde de dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios para que este abre-boca finalmente termine poniendo al descubierto cuantos crímenes se escondían antes de cerrarse la frontera.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1343 veces.



Mauro Briceño Prato


Visite el perfil de Mauro Briceño Prato para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas