Este enérgico llamado de nuestro Presidente Maduro, es una extensión del grito de la mayoría de la gente buena de nuestras barriadas y, como le habrán informado a Maduro, también de los habitantes de algunos nuevos desarrollos habitacionales, donde esta plaga con sus “eficientes actores negativos” tienen a su merced a gente buena, trabajadora, solidaria, a niñas y niños, viejos y viejas, a mujeres jóvenes, a las emprendedoras, a los jóvenes a quienes sin pataleos incorporar a sus andanzas multiplicando el azote.
Maduro, en su desespero, que es el de todos, expone: “Se está construyendo con tanto esfuerzo y sacrificio, para que venga una banda de narcotraficantes contra otra…”. Señaló que detrás de muchas de estas bandas está la mano de la derecha “entregando droga, plata y buscando que se maten, buscando que haya conmoción y violencia”. Y sabiendo que es un problema tan profundo, en su preocupación expresa: “Quiero que se cumpla esta orden”
En mis visitas a Puerto La Cruz me enteré de un Conjunto residencial construido por Pdvsa a un sector lateral a la vía a su zona rural El Rincón, que llaman Vidoño, y que de la expectativa y esperanzas de convertirse en el hábitat de muchos que soñaron junto con Chávez, el gran pensante en las clases menos favorecidas y del Poder Popular, sufren las penurias de los “eficientes actores negativos” que controlan todo.
Hace algunos años estuve allí cuando se iniciaba su habilitación a los nuevos moradores de un conjunto de edificios, todo hermosamente ambientado. Me mostraron una edificación, creo que de dos o tres plantas, destinada a las actividades culturales, pero en reciente visita, porque le di “la cola” a un mecánico que me auxilió, me lo señalo como desmantelado. Le quitaron puertas y ventanas, y otras cosas. Me comentó el mecánico que se había convertido en un centro para drogas y prostitución barata, a colchoneta pura.
Me dijo que de vivir con sus abuelos se había mudado a un apartamento prestado, menos mal que en planta baja, de una tía que no soportaba vivir allí por el problema de la inseguridad y se mientras se bajaba y me pedía que no me quedara mucho rato, destaco la situación del minitráfico (pero grandañino) y consumo de estupefacientes, especialmente entre los jóvenes, y que había montones de atracos y robos en el conjunto como en los que se encuentran en los alrededores y, por supuesto, en todas las áreas vecinas.
Recordaba que hay una gerencia de Pdvsa que se encarga de orientar a los futuros moradores de los desarrollos habitacionales que ellos construyen pero que según comentan no son asentados con firmeza didáctica. Esta práctica debe ser “el norte” de una acción social, de la más importantes, consistentemente extendida a todos aquellos que vayan a ser favorecidos con entrega de viviendas, donde se precisen las normas de la convivencia, eso sí, practicadas, ya que es el elemento fundamental en todos y cada uno de los núcleos que compartamos.
En visita reciente encontré a mi amigo el joven mecánico, con su joven pareja, y dos nenes, y le pregunté si todavía vivía en el apartamento prestado por su tía, contestó que había tenido que salir de allí porque era insoportable la inseguridad, y el acoso a su pareja mientras él trabajaba.
Maduro deberá exigir programación y aplicación inmediata de “serios y efectivos” planes de erradicación de esos males angustiosos. Eliminar las bandas cuyos integrantes son parte de algunas de esas familias utilizando “inteligencia policial comunitaria” que servirá para detectar tanto a los traficantes externos que suministran las drogas como a los colombiches paramilitares infiltrados.
