Celebramos a los Mapoyos pero exigimos también justicia por el cacique yukpa Sabino Romero

Ahora que la lengua y tradición oral de los indígenas Mapoyo, del Estado Bolívar, ha sido incluida en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, vale la pena que el gobierno venezolano eche un vistazo al caso del Cacique Yukpa Sabino Romero asesinado en el marco de las luchas que durante más de 500 años se ha impuesto a los habitantes originarios por sus tierras.

La Unesco, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, incluye a la lengua de los Mapoyos como patrimonio en condición de “salvaguarda urgente”. Este pueblo originario está conformado por una población de menos de 400 personas, siendo la mayor parte de ellas personas de edad avanzada.

Sin pretender empañar la celebración a propósito del reconocimiento del pueblo Mapoyo que hoy embarga a todos los que se identifican con la defensa de los pueblos originarios, nos parece imprescindible reiterar la impunidad evidente en el caso del Cacique Sabino Romero y seguir exigiendo que se haga justicia.

El pueblo yukpa tiene una tradición de más de 1.00o años durante los cuales ha permanecido radicada en la Sierra de Perijá, a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela y habla un idioma de la rama norte de la familia lingüística Caribe. Sabino Romero Izarra fue, hasta su asesinato ( 03 de marzo de 2013), cacique de la Comunidad yukpa Chaktapa, fundada en los años 70 en tierras próximas a haciendas ganaderas.

A pesar de que en el año 2009 el gobierno del Presidente Chávez aplicando lo establecido en la Constitución Bolivariana en relación a Derechos de los Pueblos Indígenas, hizo entrega de títulos de propiedad a los indígenas yukpas sobre las tierras que venían ocupando y que ancestralmente les han pertenecido, el enfrentamiento de los yukpa con los terratenientes por las tierras es el pan nuestro de cada día en la zona.

Así después de una tenaz lucha por la defensa de su pueblo, que le costó enfrentar incluso al burocratismo del gobierno del Presidente Chávez, después de múltiples amenazas el Cacique Sabino es vilmente asesinado por sicarios pagados por quienes se oponían a que las tierras fuesen ocupadas por quienes sus habitantes originarios.

La indiferencia del Estado y de las autoridades que han debido velar por la integridad de Sabino y porque los derechos de su Comunidad sean respetados es asombrosa, por decir lo menos.

Sabino Romero ofrendó su vida defendiendo el derecho a ocupar sus tierras, como lo hizo el propio Guaicaipuro y muchos ancestros aborígenes de nuestra América que prefirieron la muerte y el suplicio antes de claudicar ante las pretensiones de los invasores y colonos que ayer como hoy apuestan al exterminio de los habitantes originarios.

Juicio a los autores intelectuales del asesinato de Sabino Romero y que se investigue en profundidad la complicidad de funcionarios del gobierno que se han aliado contra los intereses de la comunidad yukpa por la que Sabino ofrendó su vida.

El reconocimiento del pueblo Mapoyo hoy obliga a volver la mirada sobre el caso de Sabino Romero.


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Carlos Luna Arvelo


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