Con los últimos acontecimientos con características de masacre y asesinato selectivo ocurridos en México y EEUU respectivamente, me viene a la cabeza la necesidad de hacer llegar a los actores y actrices de relevancia mundial la información sobre estos casos y pedirles en justicia que sean coherentes con sus peticiones y apoyos a quienes realmente lo requieren. Algo así como un Derecho a Réplica.
Por un lado, y a mi juicio muy lamentable, esta el caso de la muy admirada cantante mexicana de música ranchera, Ana Gabriel, muy querida por un público que ella humilló con su ridícula petición de SOS Venezuela. Por quienes ella hace esa petición, han sido dignificados en los últimos 15 años, mientras su país, se desangra ante los ojos indiferentes de sus gobernantes, y de ella misma. Se hace necesario recordarles a estos personajes que esa etapa ya fue vivida en Venezuela a partir de los años 60 y culminó en diciembre de 1998 con la llegada al poder del Presidente Hugo Chávez.
Mientras en el país que se erige por si mismo como el máximo representante del concepto de democracia en el mundo ocurren hechos como el sucedido recientemente en el ghetto de Ferguson, y se le concede el Premio Nobel de la Paz a su flamante presidente negro que ha impulsado con mayor ambición y ferocidad las ocupaciones de países en el mundo y los grandes genocidios de la época moderna, en las nacientes democracias auténticas del continente americano se vienen aprobando leyes y normativas de cada vez mayor respeto a la condición humana y al derecho a la libertad y justicia social.
Ferguson, ignorado pueblo del estado de Mississipi, surge a la luz pública gracias al asesinato a mansalva de un joven negro, por el sólo hecho de su condición de tal. Allí se ha ido a refugiar un grupo de población afrodescendiente, empujados por la exclusión y la discriminación reinante en ese país contra toda población que no sea de piel blanca. Ellos no tienen derecho a vivir y mucho menos en condición de seres humanos, por lo tanto, todo derecho, hasta el de la vida les es negado, gracias a leyes y componendas y al endurecimiento de políticas discriminatorias impulsados desde el estado-gobierno.
Al convertirse en ghettos, están en el ojo del huracán no sólo para aplicar la política de exterminio por medio de las deplorables condiciones socio-económicas que sufren, sino, por la libertad que tienen los gendarmes del régimen para asesinar sin costo alguno a todo cuanto ser de estas características les pasen por un lado
Pude ver la entrevista que le hizo una periodista de CNN a un abogado de origen cubano que al parecer vive en las inmediaciones de ese pueblo, o al menos en el estado de Mississipi, y puedo imaginar que así seria la evidencia de la injusticia, que ella lo llevo al terreno donde el tuvo que asentir que SI HAY DISCRIMINACION RACIAL EN LOS ESTADOS UNIDOS; pero cuanto le costó decirlo, y justo allí terminó la entrevista. Ya los eufemismos no caben. El mundo entero está realmente enterado y consciente de lo que allí sucede.
En el caso de México, la deplorable conducta del presidente de ese queridísimo país, de ausentarse en plena crisis de la masacre de los estudiantes de Ayotzinapa, no sólo hace pensar en su complicidad con hechos de esta naturaleza, sino hace evidente el desprecio que el siente por los pobres y los de origen originario, y valga la redundancia. Sin temor a equivocarme, su conducta hubiera sido la de un auténtico representante del pueblo en caso que la vida de una sola persona de su entorno político o del vecino país, hubiera estado en aparente peligro, léase bien, ni siquiera en peligro real.
Ahora bien, tal como lo dije al principio, habría que exigirles a los irresponsables actores y actrices, tanto del ámbito internacional, como a los gurimberos de nuestro país, que fijen posición sobre tan lamentables hechos, pues estos si están desamparados y requieren de un apoyo inmediato, antes que sea tarde.
