¿Qué cosecha un país que siembra hombres? Se leía en una pancarta durante las manifestaciones que se realizan en México, reclamando la aparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Una vez, más este país es noticia por la represión del Estado a los reclamos sociales. No olvidemos que hace unos años, los maestros del estado de Oaxaca salían a las calles pidiendo la dignificación de los espacios educativos. También fue referencia el movimiento YoSoy132, promovido por estudiantes universitarios, que solicitaban la democratización de los medios de comunicación.
Si nos damos cuenta, los sectores más afectados por la represión gubernamental y la violencia de los carteles de la droga, son los más sensibles e importantes para cualquier sociedad, como lo es la juventud y la educación; el primero, el motor del presente y la esperanza del futuro, el segundo, materia fundamental para la transformación profunda de la conciencia de los pueblos.
Lo sorprendentemente macabro, es que durante la búsqueda de los muchachos de Ayotzinapa, hayan sido encontradas 38 fosas comunes, que no tienen nada que ver con este caso. Evidenciándose así, la más flagrante violación de derechos humanos. Como es sabido, muchas de las instancias del Estado mexicano, han sido penetradas por las mafias del narcotráfico, conduciendo estos hechos a una crisis de gobernabilidad que no permite el accionar eficiente de las autoridades competentes, contra las atrocidades que se vienen sucediendo en la tierra de Zapata.
La desaparición de estos 43 jóvenes, estudiantes de la histórica Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, conocida por sus luchas y la alta politización de sus integrantes, fue la gota que derramó el vaso de tantas injusticias vividas por el pueblo mexicano. Es indignante que en más de un mes de estos hechos, no se haya dado una respuesta contundente para encontrar a estos muchachos y a los responsables de este crimen.
Es paradójico que donde se desarrollan estas acciones violentas, el estado de Guerrero, es la región con la tasa de analfabetismos más alta. Y es donde la policía municipal, en complicidad con grupos delictivos, desaparecen a los futuros maestros de los más pobres.
Esta realidad, no le es ajena a la Venezuela de los gobiernos Puntofijista, recordemos que durante la tan cacareada “democracia representativa”, fue larga la lista de desaparecidos, muertos y torturados, donde se encontraban jóvenes estudiantes y líderes e integrantes de partidos de izquierda. No olvidemos que muchos de los que hoy critican y denuncian a la revolución bolivariana por supuesta represión contra manifestantes, formaron parte de estos hechos o callaron ante ellos.
Este crimen de Ayotzinapa, es como una de las tantas pinturas realizadas por la extraordinaria Frida Kahlo: expresión del sufrimiento y el dolor que golpea desde hace tiempo al hermano pueblo mexicano. Siendo estas acciones violentas, recurrentes en este país latinoamericano.
Ahora si es válida la consigna: “SOS Ayotzinapa”
Correo: jesskari_123@hotmail.com
