¿Qué hay detrás de la tortura policial?

La derecha venezolana es tan miserable, que es capaz de introducir en los cuerpos policiales, el renacimiento de la tortura, para fortalecer la conseja lanzada por los organismos que se encargan de monitorear el comportamiento de los Gobiernos en materia de derechos humanos, la mayoría de ellos, controlados por los Estados Unidos, donde se le atribuye a Venezuela de tener un gobierno forajido, que no respeta los derechos humanos.

Aquí nada es casual.

Hace uno cuantos programas el ilustre y reconocido periodista JOSE VICENTE RANGEL, mostró su preocupación, por la aparición en algunos cuerpos policiales, rasgos de torturas en sus procedimientos para extraer confesiones de sus detenidos.

Al respecto quiero sumarme a esa preocupación, pero con todo el respeto por delante, lo hago dirigiéndome al Presidente NICOLAS MADURO, al compatriota presidente de la Asamblea Nacional diputado DIOSDADO CABELLO, a la Fiscal General de la República Dra. LUISA ORTEGA DIAZ, Y al Mayor General MIGUEL RODRIGUEZ TORRES, Ministro de Relaciones Interiores y de Justicia y Paz, para expresarle como ciudadano venezolano, que provengo de ese grupo de combatientes de los años sesenta, que nos vimos empujados por la represión política, la persecución, la cárcel, la tortura y la desaparición, por parte de los cuerpos policiales de los gobiernos de la Cuarta República, a valorar y tomar conciencia de lo que significa el respeto de los derechos humanos de la gente.

Creo que si algo pasaba por nuestras mentes, era que de llegar por la vía que fuera a tomar las riendas del país, seriamos los más interesados, en que se erradicara de nuestros cuerpos policiales, la aberrante practica de la tortura y que se impusiera la humanización de los mismos, toda vez que jamás hemos comulgamos con los actos que tengan como finalidad procurar de un ser humano una confesión por medio de procedimientos brutales, tal como lo hicieron con muchos de mis camaradas de ese entonces, quienes fueron víctimas de las mas inhumanas crueldades, para tratar de de doblegar su moral revolucionaria, llevándolos al termino, de quitarle la vida por no delatar a sus compañeros. Son muchos los testimonios que Uds. han recibido y oído de quienes pasaron por esos tormentos.

Hago este breve relato, para expresarle respetuosamente que me siento realmente contrariado en mi espíritu de combatiente, cuando me entero que en este tiempo, donde todavía están allí presente los actos humanitarios del ser más humanista que ha pasado por la Presidencia de la Republica Bolivariana de Venezuela, como lo fue nuestro Comandante eterno Hugo Chávez, hayan funcionarios irrespetando la calidad humanista de este gobierno, tomándose la libertad de someter a ACTOS DE TORTURA a un joven para sacarle una confesión, en este caso a un humilde trabajador, padre de familia, que de paso me duele directamente por que es mi familia, como me duelen todos los casos de quienes puedan pasar por esta despreciable situación.

Pienso que después de las atrocidades que cometieron, los aberrados delincuentes que asesinaron a nuestros valiosos camaradas Robert y María, no hay nada más bochornoso e inmoral para un funcionario policial de los últimos 15 años de la era de Chávez, que acudir a la práctica de la tortura para cumplir con su oficio de policía, toda vez que eso lo hace descender a los niveles de los que cometen tales brutalidades.

En estos casos dicha conducta tiene dos lecturas, O el estado perdió su inversión en formar a estos profesionales en materia policial o sencillamente estos individuos traen consigo o tienen a su lado a torturadores de oficio que provienen de los cuerpos policiales de los oprobiosos gobiernos de la cuarta Republica y que en su carrera policial nunca se han apartado de tan odiosos métodos.

Es el caso, que el día sábado 4 de Octubre el joven en referencia fue buscado en su lugar de trabajo, por una comisión del CICPC DE LA DELEGACION DE LOS NARANJOS DE GUARENAS.

La empresa donde trabaja, ubicada en Guatire, fue objeto de un robo por un grupo de individuos, quienes incluso lo agredieron. Hecho en el cual los funcionarios en cuestión, lo relacionan. Que a juzgar por su versión, parece todo lo contrario.

Pero indistintamente que tuviera participación en el acto, no se justifica, que lo hayan detenido, esposado y conducido a la sede del cuerpo policial, como si tratara de una flagrancia, pero además proceden a interrogarlo sin la presencia de un fiscal del Ministerio Publico.

Pero lo más repudiable es que en lugar de acudir al profesionalismo, a su experticia adquirida en los estudios que le proporciono el estado venezolano, utilizan la barbarie, metiéndole la cabeza en una bolsa plástica, le aplican electricidad en el cuerpo, lo golpean con un bate y lo someten a las bien conocidas forma de terror.

A los efectos esos funcionarios, no han cambiado en nada los procedimientos, métodos y uso de los mismos instrumentos, que se hicieron cotidianos en los tiempos de la PTJ, LA DIGEPOL, EL DIM de los Gobiernos ADECO-COPEYANO.

Como toda regla tiene su excepción, soy el primero en desear que nosotros en estos 15 años de revolución Bolivariana, hayamos construido un cuerpo policial altamente tecnificado y científicamente preparado, donde su centro de actuación se fundamente en el humanismo que tanto predico y practico nuestro Comandante Chávez,

De ser así hagamos todo lo posible por preservarlo, de ser lo contrario, no permitamos que esta perniciosa práctica se instale en nuestros cuerpos policiales.
Por lo tanto si el caso aquí denunciado, no corresponde a la rutina que se practica en esa delegación, entonces, hay que pensar que las actuaciones de los funcionarios incursos en el uso de la tortura, tiene como finalidad desprestigiar al cuerpo y por ende la imagen humanista del Gobierno del Presidente NICOLAS MADURO.

Como doliente de este proceso y contrario a todo acto que vulnere la aplicación correcta de la justicia y al uso de métodos que lesionen los derechos humanos de los ciudadanos, sea cual sea su condición social, solicito respetuosamente, que se inicie una investigación con resultados concretos, que nos conduzcan a erradicar practicas como la tortura, que ya deberían quedar solo como un mal recuerdo de momentos vividos por los revolucionarios. Averiguación que debe recaer sobre todo en aquellos cuerpos policiales, que por mandato de la Ley, tienen carácter represivos.

NOTA: Un cuerpo policial, donde sus funcionarios pierden la ética, la moral y el respeto por los derechos humanos de los ciudadanos, no es propio de un Gobierno Revolucionario.

Pero si es muy propio de los gobiernos dictatoriales, opresores y represivos como los vividos por el pueblo venezolano durante las décadas de los años 60 a los 90.


 



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Hernán Urbina

Guerrillero Ayer. Combatiente Siempre.

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