El asesinato moral de Robert Serra

Un periodista con ética, no publica la foto del cadáver del Diputado Robert Serra. La Ley del periodismo no otorga permiso para irrespetar la integridad de un ser humano.
El acto del asesinato ya es un acto inhumano de por sí, pero la aberrante forma de acometer el vil y salvaje asesinato de este digno diputado, es un acto abominable, impregnado de barbarie, de odio, propio de seres prehistóricos e inferiores.

Sin una gota de piedad y misericordia, de seres primitivos que obedecen a instintos e impulsos animales.
En la santería se efectúan rituales con sacrificios de animales. La práctica del sacrificio de animales la encontramos en muchas culturas y en todas ellas su función fue utilizar y aun se sigue utilizando para mantener un vinculo con la divinidad, mediante la renuncia a algo de valor, con el fin de obtener algún favor, implorar protección, mejorar la salud, etc.
No con sacrificios humanos, que han estado preñados de alevosía, premeditación y ensañamiento.

Ahora bien, el acto que nos ocupa y nos motiva es la publicación por las redes sociales de la foto del cadáver de Robert Serra.
Ciertamente la Constitución Nacional nos otorga derechos y libertades para expresarnos sin censura previa. Así mismo como hay una Ley que regula las actividades de los medios de comunicación social, así como un código de ética que establece el comportamiento moral de los periodistas y sus actividades. Sin embargo, haciendo a un lado toda norma, Código o Ley que regulen el comportamiento ; encontramos la consciencia del ser humano, que es el instrumento que dicta todo aquello que está bien o mal, si es que esta existe en la persona, que publica una foto, hace un análisis o emite una opinión.

Entonces cabria preguntarse si el sujeto que publico esa foto, le agradaría que le publicaran una foto, le agradaría que le publicaran una foto de un ser querido muerto, desnudo y en las condiciones en las cuales efectuó la publicación de la imagen del ciudadano Diputado Robert Serra.

Al nosotros ignorar cual fue la intencionalidad del sujeto, al publicar esta imagen, ni su reacción ante tan deplorable acto, quizás atreviéndome a elucubrar ante tan enfermiza conducta para él, en términos psicológicos, le genero un gran placer; pudiendo yo catalogarlo dentro del sadismo, sería bueno que ese individuo revisara en una enciclopedia para ver si logra asimilar y entender lo que significan los principios bidireccionales de: “Respeto y Consideración.”

A mi manera de ver las cosas, están intentando la destrucción moral del Diputado Robert Serra.
En ese sentido, podemos inferir que tal actuación no tendrá una sanción en el orden penal sino más bien una sanción moral que trae consigo el repudio y el desprecio social. Al desadaptado Víctor Andrés Ugas Azocar y a su cómplice Francisco Alves , en este caso tan Aberrante y con una actitud altamente desproporcionada, le cabe una demanda por parte de los dolientes; familiares y amigos del Señor Diputado, con quien me unen lazos de afinidad por los ideales comunes que profesamos todos los defensores de la Revolución Bolivariana de Venezuela, legado del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, en las reivindicaciones sociales de nuestro pueblo excluido históricamente en las anteriores Repúblicas.

hannie.hernandez@gmail.com


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