Robert Serra: Lider de la generación de oro

Que tristes escenas las del funeral del joven revolucionario del Psuv, diputado Robert Sierra y su compañera María Herrera. Es imposible no congraciarse con los dolientes. Era casi un niño cuando absorbió el pensamiento de Chávez. Era, junto a la joven llamada Libertad y otros menores de edad, una suerte de niño prodigio, de esos que tienen un cariz de líder carismático nato.

Y efectivamente así fue. Supo seguir su corazonada que le animaba el verbo candente del comandante Chàvez. Estudio Derecho en la Ucab, por cierto, universidad de mayoría opositora. Y en medio de ese ambiente tenso y en los años más álgidos del gobierno de Hugo Chávez, este joven evolucionó a la par de años de ferviente lucha política. El supo llevar su pensamiento a la acción y en su curul de asambleísta desde hace unos cuatro años, cuando se incorporó en el 2010, pudo penetrar los barrios de Caracas y otras regiones y ganarse el aprecio, la confianza de mayorías.

El móvil de este crimen doble tiene desde ya características de sicariato, argumentan autoridades. A pocas horas de este vil asesinato a dos jóvenes, él y su pareja, hay elementos que hacen pensar en la venganza en su contra, mejor dicho, en contra del gobierno de Venezuela, contra el liderazgo del Psuv.

Seguramente sus denuncias incomodaron sobremanera, lo que demuestra que había metido el dedo en la llaga y quizás el mismo no lo sabía.

Elementos del sicariato colombiano, que incluyen al ex Presidente Uribe y jóvenes venezolanos son las recientes informaciones, opiniones de Serra en el programa Zurda Conducta.

Un terrorismo que iba tras él, que no es juego y que en el país vecino es tan real que ahora mismo aun se debate en Cuba sobre la paz que necesitan, luego de más de medio siglo de lucha, que ha dejado en Colombia tanta historia de violencia, de millones de muertos, secuestros, guerrilla y paramilitares, narcotráfico, desplazados, etc.

En este marco de guerra política en nuestro país-ahora inmersa en un desbalance económico terrible para todos- los orquestadores de esta debacle, dentro y fuera que representan el lado opositor más radical y en secuencias terrorista, seguramente necesitaba una muerte de impacto y quien mejor que un joven destacado, querido y ejemplar y de paso asesinar también a su pareja, para dejar boquiabierto a todo el país.

La evidencia en la escena del crimen de Serra permite que las autoridades argumenten que este suceso “lo planificaron”, que igual dice el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Es decir que todo apunta al sicariato, un fenómeno que repunta en los últimos años y no sólo a políticos y cuya técnica originaria, todos sabemos son expertos delincuentes de Colombia.

Otro hechos se suman a esta venganza sin razón; el asesinato del concejal Eliécer Otaiza y más atrás, el asesinato de Danilo Anderson. Terrorismo puro, que algunos quisieran disfrazar de hechos del hampa común.

Muchos acontecimientos, como la reciente guarimba a nivel nacional, que dejó cuarenta o más muertes y pérdidas importantes en infraestructura es producto de la ineficiencia de la oposición, que no ha sabido, no ha podido ganarse un lugar digno. El terrorismo, como el es crimen selectivo es producto de la irracionalidad y del odio, de la venganza que alientan algunos líderes o personajes poderosos, opositores, que de manera equivocada captan a jóvenes estudiantes o a delincuentes, para armar estos episodios de horror.

Algunos detenidos han evidenciado fechorías ineludibles, en grabaciones publicas, se ha demostrado estrategias planificadas, de alta peligrosidad y más cuando se implica una relación con movimientos tan peligrosos como el paramilitarismo colombiano.

Fue “una macabra encomienda”, dice esta noche, el ministro de Interior y Justicia, Rodríguez Torres, la muerte de Serra, aunque lideres de oposición se apuraban a apuntar que “era un hecho cometido por la delincuencia común”, pero al parecer, la forma inusual del crimen, presupone a primeras que se trató de una vil venganza.

Duele porque era un venezolano pleno de sueños, que por su juventud, por su fervor, por su empeño en enaltecer su carrera de abogado, iba en veloz en carrera. Un niño, que comenzó y logró en poco la atención del presidente Hugo Chávez. Fue presidente del Cabildo Infantil del entonces MVR y en ese transito siguió hasta ser el parlamentario más joven, con 22 años, cuando llega a la asamblea nacional en el 2010 y sin dar tregua a su compromiso de trabajo y vigor escala en responsabilidades que le compete y gana rápidamente el favoritismo de la gente.

¿Qué ganaron con asesinar al diputado Robert Serra y a su pareja?. Silenciarlo. ¿Y por què?. Serán muchas las preguntas que ahora mismo se hacen las autoridades.

Particularmente creo que con este asesinato gana el odio, un golpe bajo para el pueblo chavista y también para aquellos que no aprueban el crimen y el vandalismo como método de lucha, que imagino es la mayoría de los venezolanos.

Estoy segura y convencida, tal y como el acto terrorista contra el fiscal Danilo Anderson, que este tipo de asesinatos no calan en el país como método de lucha política, que en el caso de Serra, asesinando a jóvenes líderes, buscan impactar, cercenar las bases del partido Psuv y seguramente amedrentar y silenciar. No es casual que sea un diputado cuando las elecciones serán el plato fuerte para el año que viene y que de paso ya tiene cuñas en radio, de oposición. Pega el ojo Conatel, la cuña es de Primero Justicia.

En el año 2007, durante una intervencionen la AN el joven Serra dijo: “nos acompaña la razón la dignidad y la convicción”, dijo. Así que con ese furur de su juventud, estoy segura Serra y su María Herrera, se fueron con esta tres virtudes (dignidad, razón y convicción).

Mi sentido pesame a su señora madre y parientes. Deden sentirse orgullosos de haber tenido un joven como Robert Serra, que pasa a la historia del chavismo como uno de los más jóvenes y valiosos del partido y uno de sus parlamentarios más temido, por esa verborrea cautivadora, formadora, pero además pasa a la historia como uno de los jovenes martires, líderes políticos de la generación de oro, que con apoyo incondicional forjó el presidente Hugo Chávez Frías.



Leonjudi@gmail.com

Periodista


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Judith León

Periodista e internacionalista.

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