TV y violencia: ideas para el debate

El eterno dilema del huevo y la gallina tiene su capítulo mediático: ¿la televisión presenta una programación con contenidos violentos porque la sociedad es violenta o la sociedad es violenta porque lo es también la televisión? No pretendo en este breve espacio siquiera asomar una solución a este dilema que se extiende por décadas, sino apenas a asomar aspectos que dejarán ver otras complejidades del tema y nuevas formas de atacar el problema de la violencia integralmente, con las positivas implicaciones de ello a favor de todas y todos.

Dos ideas contextualizadoras: 1) la violencia en sus diversas manifestaciones y particularmente la violencia delincuencial, ni se soluciona milagrosamente ni es imposible de erradicar. Como en la vida cotidiana, todo lo que prometa resultados milagrosos merece que le reservemos profundas dudas; 2) El origen de la violencia no es la inseguridad o la agresividad: es la cultura y la educación, cruzadas entre sí por la comunicación como eje articulador. Apostar por una solución que se dedique a castigar las consecuencias del problema y no sus razones, no sólo distaría del profundo sentido humanista que caracteriza al proyecto político bolivariano sino que pudiera catalizar nuevas violencias con nuevos rostros.

Dado que el tema matriz de la violencia es el que relaciona a la comunicación con la educación y la cultura, es obligante encontrar los principales puntos de articulación entre ellas y comenzar una batalla que será tan larga como imprescindible, para construir nuevas formas de convivencia y un mejor país. Ello conduce necesariamente a abordar políticas integrales, que pasan en primer lugar por la comunicación como proceso humano y en segundo lugar, por la comunicación mediatizada, dada su innegable importancia. Sólo llegado a este punto será posible que la producción de nuevos discursos y prácticas comunicacionales tengan la amplia aceptación que se aspira.

Otro frente que estamos obligados a abordar es lo publicitario. Pocos discursos son tan violentos y aparentemente inocuos como los de la publicidad, esa misma que mientras vende productos y servicios, siembra deseos insatisfechos y frustraciones, en flagrante fractura de la subjetividad.

Se acaba este espacio pero no las ideas. Esperemos que en esta ofensiva contra la violencia y sus formas, todas y todos ganemos.


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Oliver Reina

Gerundiando: Haciendo, revolucionando, sintiendo, leyendo, escribiendo, escuchando, acompañando, conversando, CREANDO. Ah, y pichón de y que fotógrafo

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