Impunidad, impunidad y más impunidad Fundamento de un golpe de Estado

Desde mucho antes de las elecciones del 7 de octubre de 2012 venimos insistiendo en los avances de una contrarrevolución que mina al proceso Bolivariano. Tristemente, poco se ha hecho contra estas personas que siguen entorpeciendo, corrompiendo, maltratando y negando los derechos al pueblo venezolano. Pero, en esta oportunidad escribiremos de la impunidad del ejército norteamericano, quien desde hace tiempo viene actuando libremente en tierra venezolana. Las campañas de guerra psicológica son muestra de ello. La pregunta es ¿De dónde operan y quiénes son y quiénes les sirve de operadores político- militares en Venezuela? Estos señores montan sus operaciones de desabastecimiento y especulación; así como, de desangre del erario público (el caso el SITME) o el sabotaje eléctrico. Sin embargo, ninguno de sus operadores en Venezuela está preso. Inclusive, lo siguen haciendo descaradamente. En la campaña electoral veíamos a un candidato de la derecha declarando abiertamente que no reconocería otro triunfo que el suyo; que ahora sí, venía con todo. Acaso podemos creer que esas payasadas son propias o son el guion escrito por soldados o mercenarios norteamericano cuyas agencias de publicidad ponen o quitan a sus propios Presidentes. En el acto electoral la participación del Comando Sur fue determinante, y debemos decirlo con mucha humildad, fueron derrotados. Jugaron con nuestra legalidad y la impecabilidad de nuestro sistema electoral y no pudieron, aunque sembraron muchas minas que aún existen. Pero, toda esta gente tiene nombre, tanto los soldados o mercenarios norteamericanos como sus actores políticos- militares, y operan desde algún sitio. Preguntamos, por qué los que operan desde Venezuela no están presos, sea de la nacionalidad que sean? El canal globovisión sigue profundizando su campaña de guerra, ya importa muy poco la verdad y la veracidad; el lavado de cerebro se ha logrado. Estos seguidores, se encuentran tan enajenados mentalmente, que saben que toda la información que transmite globovisión es mentira o está desvirtuada, pero no les importa. Ellos simplemente escuchan y ven para seguir orientaciones y dotarse del discurso que auto justifica sus actuaciones contra el país. Sin embargo, la gente que les lavo el cerebro, los que realizan la programación y los dueños de los canales que las autorizan, sigue actuando impunemente.

Cada quien tiene su rol. En esta guerra el ejército venezolano debe actuar contundentemente contra las acciones militares que el ejercito norteamericano, la CIA y los mercenarios realizan en tierra Venezolana. Ellos deben ser capturados y puestos a la orden de la justicia. Aunque, no sólo ellos, sino también sus colaboradores de Israel o Inglaterra. En ese sentido, el ejército venezolano también debe ejecutar una estrategia para repeler los ataques militares desde afuera, sean estos directos, a través de medios de comunicación, guerras bacteriológicas o simple agresión comercial. Los organismos de inteligencia deben ubicar y detener a los actores políticos- militares en el país, desde los que instigan a delinquir, pasando por los dueños y hacedores de la programación de televisoras como globovisión, pasando por los que hacen sabotaje eléctrico o de industrias medulares, terminando con los dueños de empresas que acaparan o especulan; así como, los dueños de banco e importadoras que especulan y roban con el asunto cambiario o pretenden endeudarnos con la tarjetas de créditos. Los asesinos, instigadores e incendiarios deben ser detenidos por la policía. Al Psuv y al polo patriótico corresponde direccionar y unificar la acción del partido y de las masas para realizar acciones contundentes de movilización, agitación, discusión e inteligencia social. El partido debe participar activamente en la lucha contra la especulación y el acaparamiento de bienes de primera necesidad, dando orientaciones al pueblo sobre qué hacer. A las masas le corresponde terminar de organizase, movilizarse y dar respuestas oportunas en el campo de las ideas y de la acción coordinada entre el partido y el Estado. Por su parte, a los altos jerarcas del gobierno corresponde arrancar de raíz la contrarrevolución en las altas y medianas jefaturas que desde el Estado desprestigian el proceso bolivariano y lo hacen ineficientes. Cada quien debe asumir la responsabilidad desde su puesto de batalla en su trabajo o en su domicilio.

Esta en juego la existencia misma del Estado Venezolano que pretende ser integrado a los Estado unidos mediante la creación de una deuda externa impagable, la corrupción de los Funcionarios de alto nivel, la destrucción de la capacidad de gestión del Estado, el impulso y masificación de la delincuencia desde las cárceles y la expandiendo el negocio de la droga y los juegos de videos. A estos instrumentos imperiales se agrega la guerra psicológica, el discurso de la ilegitimidad y del Estado forajido que tienen como escenario y acólitos a sus departamentos coloniales de la OEA y la ONU. Esta es una guerra para infundirnos miedo y parálisis, para bajarnos la moral revolucionaria y arrebatarnos el país. Esta estrategia del ejército norteamericano no es sólo contra Venezuela sino que va contra todo centro y sur América. La lucha es ahora, y durará mucho, cada quien a sus puestos de batalla. Los abogados solicitando el enjuiciamiento de los operadores político- militar en Venezuela, el pueblo movilizado vigilando movimientos o gente extraña donde trabajan o vivan y denunciando oportunamente a quienes pretendan atentar contra el pueblo venezolano. La construcción del socialismo pasa por la incorporación de la clase trabajadora a estas tareas; así como, en la producción de bienes y servicios nacionales que nos permitan vencer en esta guerra asimétrica contra el Imperio Occidental. Viviremos y venceremos, que viva el socialismo, Carajo.

nestoraponte310@gmail.com


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Néstor Aponte


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