A qué juega Didalco Bolívar

Con gran despliegue publicitario, incluso por el canal del Estado, Didalco Bolívar comunica acerca de la decisión del Tribunal 8º de Control del Estado Aragua, que le otorga medida sustitutiva de libertad con presentación cada 30 días, ubicando su domicilio en Caracas, argumentando que su casa de Maracay es parte del allanamiento de bienes que fueron decomisados en los procedimientos que por más de 40 delitos de corrupción, se inició a petición del actual Gobernador de Aragua, Rafael Isea.

Leo en el artículo 29 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela cómo aquellos casos de violación de derechos humanos, tienen la principal garantía de no quedar impunes al impedir cualquier tipo de beneficio procesal. Aún cuando los delitos que le fueran imputados al ex gobernador están regulados en la Ley contra la Corrupción, que nada dice frente a la gravedad de esos delitos, recordamos muy bien que muchos de los casos están vinculados a la desviación de recursos que permitirían garantizarles el derecho a la salud al pueblo de Aragua, el derecho a la vivienda y relacionados con otros bienes y servicios importantes para el crecimiento y desarrollo de la población, que fueron a parar a manos de testaferros  y donde al parecer, la Contraloría del Estado se hizo de la vista gorda ante tantos desafueros en materia administrativa.

Unidos a estos delitos están aquellas violaciones de derechos humanos, de las cuales conoce la Fiscalía General de la República,  que inició en el 2004, investigación por los ajusticiamientos de que fueron objetos más de 1500 habitantes del Estado, más del 80% jóvenes de los diferentes barrios, de condición humilde, por parte de la Policía estadal de Didalco Bolívar, quien en una política de “profilaxis social”, se dio a la tarea de perseguir a quienes supuestamente estaban infringiendo la ley, no para ponerlos a la orden de los Tribunales de Justicia, sino para desaparecerlos y/o ajusticiarlos que alcanzó incluso a personas inocentes. La Fiscalía General en ese mismo año, logró recabar más de 400 causas que consideró eran violaciones de derechos humanos y no “resistencia a la autoridad”. Algunos de estos casos, de manera interesada, han sido elevados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, como el conocido “Caso Los Barrios” de Guanayén y por el cual se juzga al Estado venezolano por violación de derechos humanos. Le corresponde al Presidente de la República a través de la Fiscalía General y del Ministro de Relaciones Exteriores, dar cuenta en el juicio que se sigue y del cumplimiento de las Recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y en último caso, de indemnizar a las Victimas si resultare responsable de la comisión de violaciones de derechos humanos.

Y ¿quién es el responsable de este y de las miles de muertes ocurridas en el tiempo de gestión de Didalco Bolivar? El Estado venezolano  en la persona de su Presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Por eso, para quienes  fueron víctimas de las políticas de exterminio, no es posible entender  que sólo bastaron 15 días para que el Juez se pronunciara acerca de la solicitud de libertad pasando por alto, lo establecido en el Artículo 253 del Código Orgánico Procesal que establece la improcedencia de medidas sustitutivas cuando el delito materia del proceso merezca una pena privativa que exceda de 3 años. Más de 40 delitos por corrupción, son indicativos de la gravedad del hecho. Tratarse de dinero público y de un funcionario en el cumplimiento de su deber, le imprime mayor gravedad al asunto y siendo que involucra un daño a la colectividad en sus derechos fundamentales, es para sentarse a llorar ver el descaro de cómo sigue  manejando la justicia.  Sencillamente, se sigue sembrando la impunidad.

Esperamos ver la acción del Gobernador Rafael Isea, denunciante y con el derecho para hacerlo, apelar de tal aberración. Veremos si la Fiscalía General que solicitó orden de captura internacional, también apela y se coloca al lado de la población que fue afectada por Desfalco Bolívar. Lo que está haciendo Didalco Bolívar, de entregar a su compadre, amigo y cómplice, no lo exime de responsabilidad. No puede ser que conviertan en “una jugada política”, la manipulación del traidor y criminal, que ahora pretende lavarse las manos en todas las felonías de Ismael García cuando desde hace mas de 20 años, eran socios y compadres. Tales compañías a que hace referencia, Didalco Bolívar, no nacieron cuando él se fue del país. Desde el año 2004, la Fiscalía 21 del Ministerio  Público, conoce de denuncias contra su hermano ante actos de corrupción junto a un alcalde de Podemos que involucran también a Ismael García.

De las denuncias por violación de derechos humanos contra Didalco Bolívar por los ajusticiamientos, conoce la Asamblea Nacional que nunca ha dado cuenta a las Victimas del estado Aragua, por qué no ha habido pronunciamiento al respecto, denuncias que han sido paralizadas por la intermediación  siempre de Ismael García, el cual impidió que se interpelara a Didalco Bolívar. De ello pueden dar cuenta Iris Valera y Cilia Flores, participantes en las interpelaciones que se hicieron a los funcionarios policiales  involucrados  y demás autoridades del Ministerio Público y Gobernación de Aragua.

Por eso, todo lo ocurrido en los últimos días entre Didalco e Ismael,  es una farsa, una  mascarada, un mal teatro, una chirigotada a la cual, sectores del gobierno le hacen coro, pretendiendo también sacar provecho de todo esto, que es lastimoso para el pueblo de Aragua, que ve indignado lo que viene ocurriendo. Incluso sin entender como el canal del Estado se presta a esta bufonada que es un insulto a la dignidad. Son sencillamente, dos par de ladrones peleando por el botín.

Ante todo esto, segura estoy que el Presidente de la República, tal como lo viene haciendo, ve los toros desde la barrera. Ninguno merece consideración. En los últimos años de su gobierno Didalco tuvo estrecha cercanía con la Embajada de Estados Unidos. No olvidamos el “Rincón Americano” o “American Corner” fundado en  las Biblioteca Virtual de La Morita  donde como invitado especial estuvo nada más y nada menos que el Embajador de Estados Unidos,  Patrick Duddy, acto que contó con el izamiento de la bandera de Estados Unidos, repartición de souvernir gringo: banderines, avioncitos, relojes con la bandera USA  y con la develación del nombre de la Biblioteca:  “Jhon F. Kennendy”, demostrando su total sumisión al Norte como ahora lo hace su compadre y amigo Ismael García. No me canso de decirlo: “caimanes del mismo pozo”, luchan por reparto del botín...proveniente de donde?.Es bueno recordar lo que hace 3 años escribió Eva Golinger sobre los American Corner: “tienen como propósito facilitar el diálogo y la relación “sin filtros” entre la Embajada de Estados Unidos y el pueblo venezolano. En una clara flagrancia de la ley internacional y particularmente el Convenio de Viena sobre Relaciones Consulares, Washington intenta sobrepasar la autoridad del gobierno venezolano para poder establecer una relación bilateral directamente con sectores de la sociedad venezolana”. De allí, que alerta ante este bufón del imperio que viene con máscara de vengador y salvador de revolucionarios que no necesitan tal apoyo. Como bien lo dice el pueblo aragüeño: Didalco, ladrón, te sale Tocorón!

saramyt@gmail.com


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