Vea la exposición fotográfica "El tiempo en una isla" de Amanda Yukency sobre Cuba

03 de noviembre de 2016.- Aporrea.org publica esta muestra fotográfica realizada por Amanda Yukency, en la Isla de Cuba. Su mirada sobre El Caribe, Cuba vista desde los ojos de esta jóven fotografa.

El tiempo en una isla

El Caribe, tiene cada uno su propia sustancia particular. Hay unas fresquitas, otra espesas como un melao de caña caliente recién sacado de la quinta paila. Los días en La Habana pasaban de la orilla de la calle a la esquina del telefono que funcionaba con monedas, lo que para mí era como un juego de transporte a otra época.

De la calzada, todas construídas con la idea de paraíso americano en el Caribe para los otros de los otros charcos. Del planchao en el cine al planchao en el malecón (planchao - envase de cartón de medio litro de ron blanco-)

De la impresión a la melancolía, de la rabía a la ternura, de la belleza a la fatalidad. De la sordidez a la imaginación y el vuelo. Del terror de estarse hundiendo en medio de las nadas roídas por el calor demencial a la guagua con reggaetón y cuerpos bailando y voces tarareando.

De una Cuba a otra y de otra a Cuba, sin saber si redimirme en la fuerza que siempre tienen los horizontes, como si de allá viniera algo nuevo a decirnos secretamente dónde está la vaina que nos resolverá, un añejo ya, despecho colectivo por la huída salvaje, que sin darnos cuenta se dio la revolución o finalmente fundirse en aquella nada y hacerse parte de la fuerza magéetica del movimiento y la percusión de todas las imaginaciones que creaban -no tiempos- dentro del tiempo dándose cuenta sin darse y bailando una coreografía extraña que les hacía sobrevivir a cierta languidez apoderada de las tardes. La noche: una axila con pelo y violin que baila al todo el cuerpo con sudores divinos de caramelo y ron.

Las mañanas no existen son para que crean todos que cantamos el himno y que íbamos bien copiando vencidas maneras de crear ... Eramos una oscura raya con luces que iban y venían sin darnos cuenta, en medio de las nadas que todavía rodeaban adsurdamente la esfera.

El viaje a Cuba salió de un amor, un despecho y varías cervezas en el 23 de Enero. Desaparecer, solo de Caracas, era buena idea entonces y siempre quise retratar ese Caribe en alguna de sus multiples dimensiones, pensé en las mujeres y como desde una postura, aunque muy hipersexualizada, han logrado ganarle territorio al machoide esquizoide en una sociedad de cuerpos mercantilizados, con una fuerza que viene de su propia auténtica manifestación como insistente ritmo que resiste a apologizar las formas del otro blanco y raquitico monstruo de occidente. Luego pensé en el tiempo, por ahora es de cómo pasaba el tiempo y el no tiempo que siento poder hablar.

yukency.r@gmail.com



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