12-07-15.-El embajador de Venezuela en Colombia, Iván Rincón Urdaneta, es optimista al pensar que la Ley Anticontrabando aprobada en Colombia pueda traer después la repatriación de los productos venezolanos decomisados en ese país, que el Gobierno colombiano alega que tiene impedimentos legales para hacerlo.

Reconoció que se debe implementar mayor control en la frontera por parte de las autoridades de ambas naciones. Desde Bogotá, conversó, vía telefónica, con PANORAMA.

—El Congreso de Colombia aprobó la Ley Anticontrabando, ¿qué impacto va a tener en el contrabando de extracción que va desde Venezuela?

—Falta ver ahora la implementación de la ley pero tiene buenos términos, ojalá que eso contribuya un poco a combatir el contrabando, como sabes hay una extracción de casi el 30% de los productos venezolanos, hemos visto las caravanas de la muerte en materia de combustible y también el tema de los alimentos de la cesta básica que impunemente pasan, y lo grave de todo es ver la mercancía exhibida en los sectores fronterizos.

Esta ley ahora permite no solo la incautación de esa mercancía sino también hay que trabajar duro en la repatriación que se puede hacer en Venezuela, eso no lo establece la ley, pero ya una vez que esta ley establece penas más elevadas y la incautación, eso contribuye a que baje el contrabando, porque es excesivo a lo largo de la frontera.

Por otro lado, este problema fortalece las mafias en la frontera porque detrás de este contrabando de ganado, de alimentos, de gasolina, hay grandes mafias que se fortalecen, que manejan grandes cantidades de dinero. Ya se ha dicho que el contrabando, incluso, pudiera desplazar a las drogas porque las ganancias son exhorbitantes.

—¿Esta ley no se ha aplicado todavía?

—Vamos a esperar que se empiece a implementar, el Presidente (Santos) ya la firmó.

—Usted hablaba de un tema importante, la repatriación de los productos, ¿porque eso nunca se concretó?

—La repatriación es una propuesta que sale desde Venezuela. Ya nosotros tenemos un convenio para la repatriación de los vehículos hurtados y eso nos ha servido de fundamento para pedirle a Colombia que estudie la posibilidad de la repatriación de los alimentos, porque a diario vez que aquí se decomisan grandes cantidades de carne, de arroz, de harina, de diferentes productos venezolanos pero no se da la repatriación porque Colombia alega que tiene impedimentos legales para hacerlo.

Lo que sí asumió Colombia fue el compromiso de estudiar los mecanismos a través de los cuales, bien por reformas legales o resoluciones internas, puedan ellos contribuir a la repatriación, esa es una aspiración que tenemos desde Venezuela y esperamos que hagan los ajustes legales para lograr este objetivo. (...) Por lo menos hay la solicitud de Venezuela y la buena intención desde Colombia pero no hemos concretado nada. 

El Gobierno colombiano también pierde porque la gasolina tiene varios impuestos y cuando entra de contrabando los que más perdemos somos los venezolanos, pero ellos también, entre un 20 y un 27% del consumo de gasolina es de contrabando y eso les produce pérdidas porque dejan de percibir los impuestos.

—Más allá de esa medida, ¿qué planes concretos hay para que bilateralmente se tomen acciones contra este delito?

—Hasta ahora lo más concreto son los dos comandos que se han instaurado, uno del lado venezolano y otro del lado colombiano, que es lo que ha hecho que crezca la incautación de ambos lados de la frontera, ese es un trabajo de inteligencia de los militares que ha dado resultados. Sí creo que hay que implementar más controles, por ejemplo, yo soy partidario de que se instale en todos los puestos fronterizos y donde haya circulación de vehículos cámaras para tener un control.

—¿El aumento de la gasolina en Colombia directamente impacta el contrabando de gasolina de Venezuela?

—Claro que sí, el contrabando nace precisamente en las diferencias de precios, mientras la gasolina en Venezuela es más económica que el agua, es casi regalada, en Colombia su precio es elevado porque ellos no son productores. Se habla de que Venezuela pierde entre 10 y 12 mil millones al año, y ellos pierden entre 5 mil y 6 mil millones de dólares, pero el problema más grave son las grandes mafias que trafican con la gasolina, que adquieren poder económico y eso está sectorizado, cada grupo irregular tiene su control de zonas, cuando vas a Cúcuta ves las calles inundadas de gasolina, pero allí hay un dueño que financia todo ese comercio. Allí los dos países tienen que trabajar cada vez más duro en lo que se viene trabajando que es la parte administrativa y policial.

—Usted habla de colocar cámaras en la frontera…

—Es cumplir con un proyecto, hay un proyecto que se viene trabajando desde hace tres años de colocar en todos los puestos fronterizos, principales pases, unas buenas cámaras blindadas que puedan identificar los vehículos. Yo digo eso como uno de los elementos que puede contribuir. Eso sumado a operativos constantes en los lugares, en las trochas, en las alcabalas.

—¿Y sobre los funcionarios que custodian la frontera?, porque muchos pasan con complicidad de ellos...

—Yo no proceso ningún caso, esa es una pregunta que te pueden responder los diferentes comandos fronterizos.

—¿Cuáles son los cambios que se hacen al decreto sobre las zonas de defensa marítima?

—Sobre ese tema no puedo emitir opiniones porque el Presidente nombró una alta comisión para que se encargue de esos temas y los dos países están conversando a nivel de cancilleres y de los presidentes. Lo importante es que hay una diplomacia desde Venezuela que es de paz, una diplomacia de entendimiento y diálogo con los vecinos.

—¿Estima que haya una pronta reunión entre los dos países para discutir el tema limítrofe?

—No tengo conocimiento de que se hayan fijado fechas hasta el momento, pero eso lo están conversando los dos cancilleres.

—Se dice que hay unas 1.000 casas de cambio, 700 en Cúcuta y 300 en Maicao, la mayoría ilegales ¿cómo esto impacta el dólar paralelo en Venezuela?

—El dólar paralelo que venga de Cúcuta o de las diferentes casas de cambio de Miami, donde manejan un dólar a su antojo, es un problema grave, pero el origen viene de la parte especulativa e ilegal con la que se hacen esas transacciones y también tiene que ver con la cultura de comprar un dólar a excesivo precio. Hay una distorsión grande.