Pável Rondón: “Demostraría el cierre permanente de la frontera que no somos capaces de enfrentar a la delincuencia”

Pável Rondón, ex embajador de Venezuela en Colombia.

Pável Rondón, ex embajador de Venezuela en Colombia.

Credito: Gustavo Delgado

“Cerrar el paso por la frontera permanentemente sería demostrar que no somos capaces de enfrentar a los delincuentes”, opina el analista internacional y ex embajador de Venezuela en Colombia, Pavel Rondón, a propósito de cumplirse mañana jueves, 11 de septiembre, un mes del operativo nacional ordenado por el presidente Maduro, contra ilícitos económicos en todo el país, que incluye la interrupción del paso vehicular por los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, para combatir el contrabando.

Señala Rondón que está de acuerdo con combatir el contrabando de extracción y con las políticas que instrumentó el Gobierno nacional.  Inclusive, reconoce la muestra de integridad de la Fuerza Armada, “que no se puede juzgar por el accionar de unos hombres”. Sin embargo, “veo el cierre parcial de la frontera como una prueba y no comparto la idea de que se prolongue esta medida, porque altera la vida de la frontera de Táchira con el Norte de Santander, la cual  no divide a dos países con idiomas o familias distintas, pues  hay familias divididas que viven a ambos lados”.

Califica la restricción de la movilidad por los pasos fronterizos como una “solución simplificadora y elemental, que no busca la complejidad del problema, que genera dificultades políticas con el mundo y América Latina”.  No obstante, señala que, “sirvió para detectar que allí ocurren los mismos delitos que en el resto del país y se comprobaron las deficiencias en el control de los pasos.   Ahora, se requieren funcionarios que impidan el paso irregular de vehículos las 24 horas del día, no mantener la restricción”, enfatiza.

Considera que de prolongarse indefinidamente la restricción, o por más horas, “empezaríamos a perder el legado del liderazgo de integración y unión de Suramérica que pregonó el mismo Chávez,  porque estamos restringiendo el paso no solo a los cucuteños y los suramericanos, sino a todos los habitantes del mundo; y Venezuela propuso en la Unasur la eliminación de los pasaportes y las visas, de modo que resulta contradictorio que muestro país limite el tránsito”.

Recuerda Pável Rondón que: “La Constitución dice que los venezolanos no podemos tener restricciones para entrar al país. El artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos habla de la libertad de tránsito.   Claro, cuando hay situaciones especiales hay que restringirlo,  los países pueden hacerlo -aclara- y creo que con este cierre temporal se cumplió una misión, pero debe servir para tomar nuevas medidas”.

Consultado respecto a la premisa de que 10 millones de colombianos se abastecerían con alimentos y gasolina venezolana, dijo: “Desconozco de dónde se obtiene dicha cifra. Pero no hay comprobación de tal aseveración. 10 millones de habitantes tiene la frontera pero contando los habitantes de ambos lados.  Se sabe que abastecemos al Norte de Santander, que tiene un millón y medio de habitantes, un poco más que el Táchira, y algunos productos, sobre todo los combustibles, salen a otros departamentos”.

Cree Rondón en la pertinencia de elaborar un estudio serio para “conocer quiénes son los que bachaquean, detallar e interpretar bien las cifras, porque según los reportes de la Redi, a los que ha hecho seguimiento por la prensa, indican que no siempre el Táchira es el estado con más contrabando.   En rueda de prensa, dijo el primero de septiembre el jefe de la Redi que, del 29 al 31 de agosto, se habían decomisado 89 toneladas de alimentos, de los cuales solo 16% en el Táchira y la mayoría en Mérida”, comenta.

“Mayor control de funcionarios tanto civiles como militares” 

En opinión del analista internacional Pável Rondón, “se necesita un mayor control sobre los funcionarios militares y civiles que cuidan la frontera, evitar que se reconstruyan las trochas y, por ende, el paso de los productos de contrabando hacia Colombia; si eso se ha hecho en el día, igualmente se puede hacer en horas de la noche”.

Añade que: “Tenemos una Fuerza Armada numerosa, pero en su legislación existe el principio de lo cívico- militar, es decir, podemos unir al pueblo y a las milicias en la vigilancia de las trochas de San Antonio, pero no podemos aparecer ante el mundo débiles ante el delito”.

Puede que Colombia finalice su guerra interna y se convierta en un productor industrial importante. De hecho, este año será el país de América Latina con el mayor PIB, sólo superado por China; si termina la guerra, se incrementará.  Mientras que el presidente Maduro anunció un plan para estimular la producción y las exportaciones.  Si creamos trabas y obstáculos desde ahora, ¿qué pasará cuando ambos países produzcan? Nos encontraremos, no con el contrabando de extracción, sino con una guerra de precios o “dumping”, es decir, si Colombia y Venezuela producen arroz, uno de los dos le bajará el precio para poderlo vender por allá— analiza.

De allí que, asegura que: “Debemos empezar un proceso de acuerdos de complementariedad con Colombia, que el presidente Maduro lo ha planteado también, pero  instrumentarlo toma tiempo y tenemos que prepararnos para producir”.

Paralelo a eso, insiste Rondón en la necesidad de “redefinir” la zona industrial de Ureña, porque, a su parecer, “tiene demasiados obstáculos para avanzar y por eso propongo una zona industrial internacional, con la presencia de inversionistas del Mercosur, Unasur, China, Rusia y Bielorrusia. Eso significa capital y tecnología nueva para San Antonio y Ureña”.

“Impacto positivo en Táchira y negativo para Cúcuta”

Respecto a los efectos que han surtido las variables económicas en la frontera, comenta Pável Rondón que: “La situación ha impactado negativamente a Cúcuta y el Norte de Santander, y positivamente al Táchira, salvo las molestias que crea -que son graves- a los consumidores cuando vamos a un mercado. Pero, desde el punto de vista macroeconómico, en San Cristóbal se han registrado veinte o treinta firmas personales y empresas, porque la clase media se ha fortalecido y han surgido nuevos sectores, algunos derrochan las ganancias y otros las han invertido”.

El otro efecto que se observa, dice, es el inflacionario. Por ejemplo, comenta que: “En los supermercados suben los precios de los productos porque saben que tienen ventas, en cambio en Cúcuta las ventas han bajado y han tenido que cerrar empresas”.

“Relación humana y permanenteno solo de estudio o trabajo”

Argumenta Rondón que: “La relación entre Cúcuta y San Antonio no es de estudio ni de trabajo, es una relación humana, permanente y extendida en el tiempo, ya que nació antes del comercio, desde que fue fundada San Cristóbal, desde Colombia. Es decir, tenemos vínculos que no se pueden disolver, porque lo bueno y lo malo que es el Táchira viene de Colombia, pero más son las cosas buenas que las malas”.

Según dice, “fueron 8 mil familias las que expulsó Eustaquio Gómez, porque estaban con Cipriano Castro y recibieron ayuda allá.  Los colombianos que vinieron a crear la zona industrial de Ureña también crearon vínculo y tienen familias a ambos lados. Por lo tanto se enferman, hacen fiestas, se quieren reunir, y ese derecho se puede perturbar por la discrecionalidad de un funcionario”, explica.



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