En relación a la información que nos hace llegar sobre hechos de corrupción en la Gobernación del Estado Anzoátegui, al parecer con el sustento de muy claras evidencias que, entendemos de su planteamiento, están muy a la vista de la comunidad que las padece, las cuales tienen que ver con la distribución de los Clap y una supuesta empacadora extranjera involucrada en el llenado de las respectivas bolsas de alimentos, le sugiero que acuda junto con todos quienes como usted así lo afirman, a denunciarlos tanto en la Contraloría General de la República, organismo que tiene activado un departamento exclusivo para atender esos asuntos, como a la Fiscalía General de la República, ente acusador en lo penal que solamente entre los años 2014 y 2015, según datos que hemos obtenido de sus Informes Anuales colgados en su página en la Internet, procesó más de 3.500 casos de corrupción administrativa, de los cuales más del 80% fueron sancionados y en la mayoría de ellos con penas de cárcel de varios años, cifras éstas que le aseguro, mi estimado amigo,* nunca antes las habíamos visto en este país.

Le recuerdo que durante los 40 años de la Cuarta República, sólo tres personajes fueron a parar a la cárcel por corruptos, el chinito de Recadi que pagó "cana" por sus delitos, si mal no nos equivocamos, cuatro años y los otros dos, los dirigentes sindicales de Acción Democrática, Eleazar Pinto y José V. Sánchez Piña, por variados ilícitos de mucha gravedad que cometieron en perjuicio del BTV, quienes pese a que fueron juzgados y sancionados por los Tribunales del país por encontrarlos culpables, recordamos -salvo mejor y más precisa información- sólo uno de ellos estuvo preso dos o tres meses en el Retén Judicial del Junquito.

De manera que ha habido a partir del 1999 un cambio importante en la praxis política gubernamental en relación a las nefastas consecuencias de la corrupción, más allá de que ello se quiera desconocer y las ejemplos que le he mencionado de su persecución y castigo así lo indican. Por ello amigo, no deje en sus gavetas esas denuncias, siga nuestra recomendación y le aseguramos que el pueblo de Anzoátegui obtendrá respuesta sancionatoria para los sujetos que están detrás de esos ilícitos, una vez que los Tribunales así lo determinen. Por supuesto, le observo que no basta con introducir las denuncias respectivas en las instancias públicas que le he indicado, hay que estar muy vigilantes y no dejar de impulsarlas periódicamente para evitar que las mismas sean archivadas y/o traspapeladas, pues sabemos que históricamente en este país eso ha sucedido en miles de casos. Tome nota que si no se da ese paso que le sugerimos, todo quedaría en una simple conseja…!!!

Y concluyo diciéndole que hacemos parte de quienes tienen la percepción de que nuestra justicia sigue siendo muy lenta y que en el país, además, continúa habiendo mucha impunidad, pero también y esto es muy interesante ponerle el mayor énfasis, que observamos, de manera general, que se maneja un excesivo temor a denunciar y en eso vemos un grande y terrible escollo que, en tanto se mantenga sin variante alguna en la conciencia de los venezolanos ese miedo, será muy cuesta arriba que se logre eficacia alguna con cualquier plan o programa anticorrupción que se ponga en marcha...

Otros sí:

1) En relación al tanque subterráneo para 50 mil litros de gasolina descubierto en el Estado Táchira en la zona fronteriza con Colombia por los órganos de inteligencia policial y militar del Estado, el cual, según la noticia que hemos tomado del Correo del Orinoco (Hallan tanque subterráneo con 50 mil litros de combustible en El Piñal ...,) está ubicado a escasa distancia de una Estación de Gasolina, consideramos pertinente sugerir, ante ese dato tan importante, que en la investigación que ya se estará adelantado, se incluya la fiscalización de las áreas de gerencia de distribución de combustibles de la estatal PDVSA, pues nada de extraño tiene que se esté repitiendo la misma figura de esa estafa que se descubrió en el 2015 con el Gerente General de PDVSA-Occidente, José Luis Parada, el cual se piró hacia Canadá, donde debe estar disfrutando bien protegido de los dineros que le robó a los venezolanos, luego de que el Tribunal que conocía de la causa, decidió darle casa por cárcel, lo que jamás se pudo entender que ese sujeto haya podido ser beneficiado con tal medida, pues como lo recoge el Correo del Orinoco en su nota: "En noviembre de 2009, Parada fue detenido por la Disip junto a tres gerentes de Pdvsa por corrupción y extorsión. Salió en libertad plena."

2) Es demasiado importante que el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, al cual están adscritos los supermercados Bicentenarios, Pedeval y Mercal, le encuentre una urgente solución a los pagos que se realicen con cargo a los bonos de alimentación mediante la tarjeta de débito, por parte de la madre, el padre, los hijos o la abuela del titular de la misma, pues en la mayoría de los casos se trata de personas que trabajan todo el día y la única fórmula que tienen para resolver el abastecimiento de alimentos de la familia es dejar en casa la tarjeta para que sus progenitores, o su cónyuge o alguno de sus hijos, puedan utilizarla para ese fin. Ayer presenciamos un caso dramático en el Bicentenario de Terrazas del Ávila cuando la cajera le rechazó la tarjeta a una señora porque no era la titular, no obstante que ella, además de decirle que su hijo estaba trabajando y que no podía por ello hacer esas compras, le presentó una autorización simple firmada por él, conjuntamente con su cédula de identidad. Ante esa negativa, la señora muy angustiada por ello habló con la Gerente de la Sucursal y ésta funcionaria, en vez de resolverle la situación y permitir que comprara los alimentos que había seleccionado, de modo tajante y en un tono muy brusco, para nada ni una pizca de amabilidad, le respondió que no podía aceptarle el pago con esa tarjeta. Vimos cómo la pobre señora salió del supermercado muy triste y con lágrimas en los ojos…

No creo que esa Gerente sea revolucionaria. Su mirada, sus gestos y el tono de su voz para impedir que la señora pagara con la tarjeta de débito de su hijo, me la hicieron ver como una opositora escuálida y de las peores…

Nota:

(*) No abstenemos de dar el nombre de la persona que nos escribió para denunciarnos esas irregularidades, por cuanto no tenemos su autorización para hacerlo.