¿Qué ocurre cuando un funcionario no cumple sus deberes, sus funciones?

Lo que molesta de hacer este tipo de planteamiento, es que realmente no ocurre nada, aunque algunos funcionarios violenten flagrantemente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
 
Personalmente, me ocurrió en ocasión de que intentaba que el responsable del Registro Principal –cuando Miquilena se desempeñaba como Ministro de Relaciones Interiores- me diese declaraciones acerca del estado de los registros y notarías.
 
Al principio me dijo que iba a hacer unas consultas y al día siguiente me daría la declaración, pero no fue así porque a otro día dijo que no me daría información alguna.
 
Le expresé que estaba faltando a lo establecido en la Constitución y su respuesta fue de la siguiente manera:
-¡Yo sé que es así, pero no te voy a declarar!
 
Pero no vayan a creer las lectoras y lectores, que ello ha dejado de ocurrir, porque algunos funcionarios aludidos, se hacen los locos y no declaran, solo informan lo que a ellos les interesa.
 
Algunos ciudadanos me han expresado que no critican ni dicen algo al respecto, porque inmediatamente los ubican al otro lado de la barda, esto es, algo así como traidores o saltatalanqueras. Yo digo como refiere el colega Diógenes Carrillo:
 
-Ni me verán saltar talanqueras ni seré traidor, sigo creyendo en la revolución y debo criticar, porque es parte de mi trabajo como periodista y además, siempre fue un planteamiento de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez.   
 
Pero el asunto es, por ejemplo, que de acuerdo al Artículo 57 de la Constitución de la República Bolivariana, “Toda personas tiene derecho a expresar  libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito  o mediante cualquier otra forma  de expresión, y de hacer uso  para ello  de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura”.
 
Si como periodista vemos una realidad que debe ser denunciada, entonces hay que hacerlo, aunque moleste al funcionario responsable. Eso sí, tenemos que tener claro que no vamos a hacer críticas y/o denunciar en medios de comunicación acostumbrados a mentir cada día.
Es más, el mismo artículo dice que está prohibido que los funcionarios públicos sea censurados por dar “…cuenta de los asuntos bajo sus responsabilidades”.
 
Si hago crítica, que conste, no las hago por mí en particular, sino porque existen realidades que molestan a las ciudadanas y ciudadanos, como son los casos de la avenida principal de Manicomio, hasta esta mañana llena de huecos, el botadero de basura en el que han convertido una pared de la escuela municipal “José Luis Ramos”, ya que Ledezma quitó el Servicio de Aseo Urbano y Domiciliario hace 22 años y la revolución bolivariana no lo ha restituido.
 
Es bueno que se aclare que una de las máquinas que utiliza Supra Caracas para ayudar a la recolección, abrió un boquete gigante en la pared de la escuela y ahora la basura entra sin permiso. Junto con los piedreros, como dicen los vecinos.
 
El Artículo 58 de la Constitución Bolivariana dice que “La comunicación es libre y plural, y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como a la réplica y rectificación  cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agravantes”.  
 
El Artículo 141 dice que “La Administración Pública  está a servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho”.  
 
El Artículo 143, por su parte, sostiene que “Los ciudadanos y ciudadanas  tiene derecho a ser informados e informadas oportuna y verazmente por la Administración Pública, sobre el estado de las actuaciones en que estén directamente interesados e interesadas, y a conocer las resoluciones definitivas  que se adopten  sobre el particular.
 
Pero el caso es que las ciudadanas y ciudadanos no son informados acerca de las razones por las que dejan de cumplirse algunas funciones u obligaciones. No es que uno se vuelva loco criticando, sino que no se cumple en materia de transporte, su circulación, motorizados, semáforos, policías y pare de contar.

¡Ni yo miento ni la Constitución Bolivariana tampoco



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Pedro Estacio


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