Bachaquerismo legal

Definitivamente, cada día que pasa, este gobierno deja en evidencia que no tiene ningún interés en impulsar la producción, ni la del sector público y mucho menos la del sector privado. Importar alimentos y otros bienes se ha convertido en un negocio redondo para funcionarios públicos y empresarios de maletín y no maletín que adquieren productos en el extranjero con sobreprecios y les dejan multimillonarias comisiones en dólares. Todo eso ocurre en las altas esferas del gobierno y burguesía parasitaria que han creado una inflación sin precedentes en la historia de nuestro país; con la suerte de una Contraloría General de la República y demás instituciones judiciales cómplices y silentes. En base a este comentario podríamos preguntarnos: En los últimos 17 años, cuántas empresas privadas se han instalado en Venezuela para la producción de productos de consumo masivo; cuántas empresas privadas han incrementado su producción; cuantas empresas privadas han reducido su producción y porqué; cuántas empresas privadas han bajado la santa María y porqué; cuántas empresas del gobierno han cumplido con sus metas de producción y cuánto han dejado de producir; cuáles son las estadísticas de producción de las empresas expropiadas; durante cuánto tiempo empresas del gobierno han permanecido sin producir absolutamente nada; usted ha visto algún producto de la empresa estadal tomatera la Caicareña en algún anaquel de algún supermercado; dónde están las caraotas negras y frijoles que sembraron Carlos Osorio e Ivan J. Bello a finales del mes de enero del año en curso; qué pasó con los cultivos hidropónicos de los valles de Aragua que costaron quitarles la mitad de las tierras a los cañicultores aragüeños y por ende la caída de la producción de azúcar del Central azucarero El Palmar; qué pasó con la construcción del central azucarero de Maturín y quienes son responsables de la adquisición de pura chatarra para su construcción proveniente de un central azucarero cubano desmantelado y quienes son responsables de su desfalco; qué pasó con la fábrica de productos a base de plásticos de El Furrial, estado Mongas; dónde están los productos de mi casa bien equipada que no se ven en poder de la gente más necesitada; dónde están las computadoras y celulares producidos en la empresa estadal VIT; dónde están los carros Chery que según, hay una mafia de militares vendiéndolos a precios millonarios y por cantidades importantes y quienes otros están manejando este negocio; porqué en los mercados bicentenarios sólo venden productos de limpieza, jugos de uva y almohadas; porqué los Pdvales están absolutamente pelados incluyendo las farmapatrias; cuál es la producción real de petróleo en Venezuela y cuánto cuesta producir un barril de petróleo pesado y extra pesado en la Faja Petrolífera del Orinoco; cuáles son los porcentajes de producción de SIDOR, Alcasa y otras empresas ferromineras versus las capacidades de sus plantas; y muchas otras preguntas, que al igual que estas, nadie las responde. Nadie sabe nada. El gobierno nos insiste que hay una guerra económica pero todas las empresas del estado, salvo algunas excepciones (Diana, VIT, Yutong, Los Andes) y mercados están por el suelo. Lo lógico es que si hay una guerra económica todas nuestras empresas deberían estar funcionando 100%; todos los mercados estadales deberían estar abastecidos y las bolsas CLAP no deberían tener productos de empresas Polar, como la harina P.A.N, ni detergentes de Procter and Gamble, ni azúcar Montalban, ni cremas dentales de Colgate, etc. Sin lugar a dudas, todo lo mencionado anteriormente es responsabilidad directa del gobierno y de un grupo de nueva burguesía parasitaria parida por el mismo gobierno que tiene la mayor cuota de inflación y escasez en nuestro país. Adicionalmente, la burguesía empresarial tradicional y comerciantes comenzaron a ofertar sus productos importados basados en un dólar paralelo llamado Dólar Today fundado en el extranjero por banqueros y comerciantes prófugos de nuestro país para desestabilizar a nuestra economía y por ende al gobierno. Cuando el gobierno tenía el dólar flotante en 50 Bs, Dólar Today lo cotizaba a 250 Bs. Surge la pregunta. ¿Por qué los empresarios y comerciantes se inclinaron por Dólar Today y no por el dólar del gobierno? Simple, la voracidad de tener más bolívares, crear inflación y desestabilizar al gobierno.

Lamentablemente, nuestra tragedia no termina ahí. En el ámbito de nuestro pueblo, y como consecuencia del primer ámbito, apareció una nueva clase social que vive de revender productos de la cesta básica alimentaria de nuestro país a precios 1000% por encima de los regulados. A esta nueva clase social se le bautizó con el nombre de "Bachaqueros". Esta clase ha evolucionado tanto, que hoy día hay grandes mafias dedicadas a este negocio, al extremo de que los pequeños distribuidores de alimentos con sus cavas 350 desvían la mercancía hacia estos centros mafiosos dejando desabastecidas, a cero absoluto, a las bodeguitas y/o abastos de urbanizaciones, barrios, caseríos, etc., obligando a los ciudadanos a hacer grandes colas en mercados privados durante 4 a 8 horas para adquirir, en muchos casos, un solo producto (me consta porque me pasó en un UNICASA de Maturín). Como consecuencia de los ámbitos 1 y 2, hemos alcanzado extremos de pérdida de calidad de vida impresionantes; afectando principalmente a nuestra alimentación, higiene personal, apariencia física, vestimenta y salud como producto de la preocupación desmedida, la angustia y el estrés. Es importante destacar que comida hay, pero a los siguientes precios: Caraotas negras, 3000 Bs/Kg; Arroz, 1600 Bs/Kg; Plátanos, 4 por mil bolívares; carne, 3800 Bs/Kg; Pollo, 1600 Bs/Kg; Azúcar, 1900 Bs/Kg, huevos, 4000 Bs el cartón, harina de trigo, 1900 Bs/Kg; Harina de maíz precocida, 190 Bs/Kg regulada y 2500 Bs/Kg bachaquiada; maíz pilado, 1200 Bs/kg; café, 10.000 Bs/kg, Detergente diamante de 2,4 Kilos, 2400 Bs; jabón de olor, 1.300 Bs; Champú de 300 mls, 1.700 Bs. Leche en polvo, 4950 Bs; canilla de pan de 100 grs 250 Bs; margarina, 1200 Bs/250 grs; Cerelac, 6.030 Bs bolsa de 900 grs; Queso blanco duro, 3.900 Bs/Kg, Queso amarillo Torondoy, 11.900 Bs/Kg, Jamón de pierna Plumrose, 7.150 Bs/Kg; sardina de 170 grs, 781 Bs, atún de 170 grs, 2.350 Bs, etc, etc, etc todos estos precios son los actuales al 15-10-2016 con un salario mínimo de 22.576,50 Bs y 42.480 Bs de monto mínimo de bono alimenticio. Con estos precios, el salario mínimo y bono de alimentación hagamos un presupuesto de alimentación para una familia de 4 personas y verán que solo alcanza para 8 días.

Pensaron que nuestra tragedia terminaba ahí, pues no. Ahora ha aparecido un tercer ámbito, una nueva clase social que he denominado "BACHAQUERISMO LEGAL". Esta es una clase político-militar-comerciante chino que compra alimentos de nuestra cesta básica en Guyana y Brasil y nos los venden 3 veces por encima de las regulaciones establecidas por el gobierno nacional. Estos alimentos y sus precios son básicamente arroz a 1.600 Bs/Kg, azúcar, 1900 Bs/Kg, Harina de trigo, 1900 Bs/kg, aceite, 2.400 Bs/lts; pasta, 1.900 Bs/medio kilo, etc. La venta de estos productos se inició en un automercado de nombre CADISA, ubicado en la Av. principal de la urbanización Palma Real, Sector Tipuro, Maturín. Las gandolas provenientes de Brasil pernoctan por varios días en el fuerte Paramaconi de esta ciudad y cuando son descargadas en dicho automercado gozan de la vigilancia de soldados de nuestra GNB. La distribución de estos productos se está multiplicando considerablemente y ya los vemos en numerosos automercados chinos de nuestra localidad y otros comercios. No entiendo cómo es posible que estos productos se comercialicen a estos precios siendo que los mismos son de la cesta básica venezolana que están regulados 3 veces por debajo de los mismos. Por una parte, estamos enriqueciendo a empresas extranjeras con dólares de nuestra patria (de repente a 10 Bs/$. Recomiendo abrir investigación). Por otro lado, se están violando las regulaciones de precios establecidas por el gobierno nacional para productos de la cesta básica legalizados en Gaceta Oficial y, por último, se desmotiva y perjudica a la producción nacional y a la inversión extranjera. Un buen ejemplo es el caso del precio del azúcar. En nuestro país el Kg de azúcar está regulado a 380 Bs. La diferencia entre el azúcar proveniente de Brasil y la producida aquí en Venezuela es de 1.520 Bs. Esto representa 500% por encima del precio regulado. Lo más triste de esto es que cuando el pelucón dueño de Central el Palmar, que produce la azúcar Montalban, por ejemplo, quiere aumentar 200 Bs para cubrir aumentos salariales y tickets de alimentación, estableciendo el producto en 580 Bs/Kg, entonces el gobierno les cae encima con amenazas de expropiación y bloqueos comerciales. Para nosotros sería ultramuchísimo mejor pagar el kilo de azúcar a 580 Bs que a 1.900 Bs.

De verdad, tenemos 2 años en esta situación de angustia, estrés donde cada día que pasa vemos con tristeza y desesperanza la pérdida de nuestra calidad de vida, desabastecimiento, incremento brutal de la inseguridad, inflación galopante, salarios ultra pírricos, fuga de cerebros, etc. Y más allá de todo esto, la solución más profunda que ha implementado el gobierno en una misión de abastecimiento soberano consistente de una bolsa de Alimentos CLAP que depende básicamente de productos de la cesta básica producidos, en su mayoría, por empresas privadas venezolanas que viven acosadas por el mismo gobierno. Una bolsa de comida para una persona que te dura una semana y más nunca la vuelves a ver.

Por todo lo anterior, un 80% de nuestra población, tanto opositores como simpatizantes del gobierno, tenemos la esperanza de la activación del referendo revocatorio. Por una parte, los opositores para lograr su objetivo de derrotar al gobierno sin ningún programa de gobierno y, por otra parte, para que los socialistas tengamos la opción de un candidato que rescate el legado del Presidente Hugo Chávez y se rescate la economía con la industrialización del país, minimización o fin de las importaciones, reestructuración de empresas públicas y su desmilitarización, oportunidades para la gente profesional y con experiencia, combate a la delincuencia, y todo lo que haga posible el rescate de nuestra soberanía y el mejoramiento de nuestra calidad de vida.

Como cantante y amante del canto que soy, finalizo este artículo con un fragmento de una canción interpretada por Héctor Cabrera titulada "Las cosas que me alejan de ti" que ganó el festival de la Canción de Argentina en el año 1970:

"Estas son las cosas que día tras día me alejan de tu corazón, querida mía, amada mía………."

Ing.

utreral@gmail.com



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