Esa es la abreviatura para “ganas de joder”. Llevamos 17 años de gadejo. Por el lado del gobierno, siempre he creído que el Comandante Chávez estuvo muy solo y fue traicionado permanentemente. Cada vez que aprobaba tantos millones por aquí y tantos millones por allá para tantos proyectos, grandes y pequeños, venía siempre la misma pregunta a mi cabeza: ¿y quién supervisará el uso de tanto dinero? Resultados: miles de millones de dólares no tan desaparecidos, el Comandante Eterno asesinado y los chavistas de corazón, pagando los platos rotos. Que hay algunas misiones funcionando, puede ser. Pero 17 años son suficientes para que no existieran problemas en los sectores de salud, alimentación, educación, distribución de agua y electricidad, producción endógena de cosas tan simples como alimentos, textiles, medicinas, zapatos, etc. Por Dios, son necesidades básicas que forman parte de los verdaderos derechos humanos, el derecho a una calidad de vida mínima que garantice la supervivencia.

Ni se diga de la delincuencia, tanto libertinaje, tanta complacencia, tanta corrupción. ¿Culpa de Chávez? ¿y ahora culpa de Maduro?. No, yo creo que muchos se “parecen igualitos” a cualquier delincuente. Todo está permitido. Jamás funcionará algo bien mientras se permita la corrupción y la impunidad. O sea, pongan a papá Dios en Miraflores y lo volverían loco. Lo engatusan. Perdón Dios, si te he ofendido. A los de la CEV los seguiré ofendiendo. Ni el Sr. Bergoglio se ha salvado de ser engatusado.

Lamentablemente, una mezcla de entes (no me gusta llamar personas o gente a aquellos/llas que se dedican al gadejo y/o que sean delincuentes), impidieron a toda costa que ese progreso se materializara en nuestro país. Entes al lado del Comandante y los que abiertamente se le han opuesto siempre. Todos, al final, forman parte del mismo bando. Los corruptos, los infiltrados, los que ocuparon cargos y ahora critican, o saltaron la talanquera, los que pecaron de pensamiento, palabra, obra y omisión. Ahora se desgarran las vestiduras: “Oh Dios, antes no sabíamos y ahora sí, nos iluminaste después que murió Chavez”. Creo que él nos debe estar mirando y repitiendo constantemente: “huele mucho a azufre entre los que debieron cumplirle y serle leales al pueblo”. Los que permanentemente denunciamos y trabajamos honestamente pues, sufrimos las consecuencias. Prohibido progresar.

Pero, ¿quién es el pueblo?. Yo soy pueblo, y me considero una verdadera perseguida política por ser chavista. Y a pesar de mis quejas, a nadie le ha importado. Mi historia es ya  eso, historia. A pesar que pude haberle dado mucho a este país todavía, por ser chavista he sido literalmente execrada. Como a mí, le ha pasado a tantos. Como dice la gaita: marginados por ser leales. Puro gadejo. Claro, Francisco de Miranda fue mucho más decente que yo cuando lo llamó bochinche. En siglos la conducta del gadejo no ha cambiado. Tengo cuatro años denunciando el bachaqueo en el Zulia, indicando sobretodo cómo operan las mafias de las medicinas. Pero los entes de este lado y del otro se tapan, se enmascaran, se protegen unos con otros. ¿Y el pueblo? No sé, siempre me he preguntado por qué hacen marchas, protestas y guarimbas por gadejo, y jamás he visto una marcha, por ejemplo, contra el bachaqueo y las colas. Entre tantos otros problemas que mencionaré en próximos escritos.  

Del lado de la oposición, pobrecitos. Por muy violentos que sean, pobrecitos, ni siquiera son capaces de pensar por sí mismos. Gadejo.