A confesión de parte, relevo de pruebas

El reciente "despido" del vicepresidente ejecutivo de CANTV-MOVILNET, desafortunadamente no obedece a razones lógicas del desempeño normal de una empresa competitiva y en marcha, sino a zancadillas o retaliaciones políticas, diferencias entre grupos partidistas o enfrentamiento entre facciones por cuotas de poder, realidad que hemos venido denunciando sistemáticamente en estos últimos nueve (9) años, como la firme intención de la actual administración de CANTV-MOVILNET de destruirla como empresa para la prestación de servicios de telecomunicaciones integrales y de calidad y, convertirla en el patio trasero del partido político de gobierno y la caja chica del ejecutivo nacional.

Como despedida, deja una desfachatada, oprobiosa e infeliz carta donde confiesa, con impertérrito descaro, los atropellos y tropelías que cometió para contribuir a la debacle de la empresa, las cuales exhibe con orgullo, engrosando su infame recua. Inicia su desvariante confesión inventando una realidad inexistente, el manoseado discurso de la amenaza del imperio y el deber de defender la patria, artilugio que emplean todos los cínicos y mediocres para justificar sus desafueros, excesos y malas prácticas administrativas; la efervescente y prehistórica verborrea de los proyectos inauditos, fracasados, utópicos y finitos, donde se destacan los contravalores, se saca de contexto las metas y propósitos de la empresa, para inclinarlos hacia objetivos particulares y proyectos personales que obedecen a intereses subalternos.

En todo ese marco de diatribas, no esgrime ningún argumento técnico, tecnológico, gerencial, profesional, de fondo, donde se desarrollara una gestión fructífera para la empresa, solo se limitó a bizarros propósitos político partidistas, reñidos con los axiomas gerenciales y de acertado funcionamiento de una empresa moderna y exitosa, en reconocimiento de su crasa ignorancia del funcionamiento de la industria de las Telecomunicaciones, incluyendo el desvío de activos y recursos públicos para fines ulteriores, escudándose en una supuesta autogestión con los trabajadores, lo que nunca ocurrió, para apadrinar el parasitismo laboral de sus huestes y financiar el paralelismo sindical, que solo implica su auto descalificación como persona útil, edificante, alejada del bien colectivo.

Se ufana de haber aplicado las anticonstitucionales, ilegales, aberrantes y desnaturalizadas prácticas anti sindicales, la injerencia patronal como herramienta ilegítima para intentar abolir a las Organizaciones Sindicales y la Convención Colectiva, lo que más de un aventurero trasnochado ha intentado sin éxito, remarcando el error histórico de pretender politizar la conciencia de los trabajadores, antiguo y frustrado experimento iluso, porque la verdadera "Clase" no tiene precio, no se vende.

Esos frágiles espacios que dice haber ganado, no tienen arraigo y menos liderazgo natural, son ficticios, porque se obtuvieron a fuerza de billetes y recursos materiales desviados de sus fines constructivos, apelando al tráfico de las necesidades de los trabajadores, al acoso y el terrorismo laboral; solo construyó castillos de arena. Por gestiones catastróficas como estas, CANTV-MOVILNET está atascada, en regresión, sin poder prestar servicios confiables y de calidad, con serios problemas de flujo de caja, con ganancias clonadas, horizontales en sus últimos años, donde el verdadero crecimiento es el de sus deudas, por pagar a sus proveedores y aliados, y por cobrar a sus impunes morosos, los entes gubernamentales, sin un crecimiento programado técnicamente, sustentable, irresponsablemente expansivo, que es un trueque de calidad por cantidad, que nos tiene al borde del colapso y de la incomunicación, escenario dantesco que compromete la fuente de ingreso y sustento de más de 20 mil trabajadores y sus familias.

Seguramente, si este confesor no fuese un operador político del partido de gobierno, estuviese preso, sin embargo, desde el punto de vista laboral, además de violentar todo el marco legal venezolano, esta confesión se enmarca dentro de las agresiones y delitos que se cometen contra "La Clase Trabajadora" por regímenes déspotas, violatorias de los convenios 87, 98 y 111 suscritos por Venezuela y la OIT y por ende Leyes de la República, con jerarquía Constitucional en materia de Derechos Fundamentales del Trabajo y la Libertad Sindical, por lo que la misma engrosará, el abultado expediente de denuncias que oportunamente se ventilarán también, en el ámbito internacional. Si el vaso no está limpio, lo que en el derrames se corromperá.



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