Pedagogía Social

El Sistema de Salud y el Hospital Coromoto de Maracaibo (I)

Entre el 26 y 29 de febrero de este 2016 estuve recluido en el Hospital Coromoto de Maracaibo, para una intervención quirúrgica en la que se me la implantaron dos “stents” en sendas arterias coronarias. La excelencia del servicio recibido obliga a referirme con relativa prolijidad al tema. Antes de esta intervención, deambulé en espera de la misma por 6 centros hospitalarios privados de la ciudad. Quiero, por razones metodológicas, hacer algunas consideraciones preliminares.

El Sistema Público Nacional de Salud

En Venezuela, el Sistema Público Nacional de Salud (SPNS) es un organismo dependiente del gobierno nacional que establece las directrices de la organización y financiamiento del sistema de salud público del país y asesora el Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela. El SPNS fue ideado en la constitución de 1999 y finalmente diseñado como parte de la reforma de ley de salud e integra en un solo ente la salud pública correspondiente a la Sanidad Militar, el Ministerio de Salud (orientado fundamentalmente hacia Barrio Adentro I, II, III y IV, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, el IPASME adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Educación y los organismos de salud dependientes de alcaldías y gobernaciones.

Hospital.

Un hospital es un establecimiento sanitario donde se dispone de la prestación de servicios de profesionales médicos, de enfermería y otros relacionados, 24 horas, todos los días del año.

Un hospital brinda atención médica, o quirúrgica a pacientes en fase de convalecencia, periodo crítico o cuidados paliativos, según el caso,  para lo cual dispone de medios diagnósticos y terapéuticos necesarios.

El Sistema de Salud en Venezuela.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su Artículo 86, establece: Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingencias de maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social. El Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho, creando un sistema de seguridad social universal, integral, de financiamiento solidario, unitario, eficiente y participativo, de contribuciones directas o indirectas. La ausencia de capacidad contributiva no será motivo para excluir a las personas de su protección. Los recursos financieros de la seguridad social no podrán ser destinados a otros fines. Las cotizaciones obligatorias que realicen los trabajadores y las trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asistenciales y demás beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólo con fines sociales bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del capital destinado a la salud, la educación y la seguridad social se acumularán a los fines de su distribución y contribución en esos servicios. El sistema de seguridad social será regulado por una ley orgánica especial.

El servicio de salud privado en Venezuela

Con todo y lo señalado en el párrafo anterior, el Servicio de Salud es prestado simultáneamente, en Venezuela, por los sectores público y privado. En este último, se presta en conformidad a tarifas que pagan los usuarios, cuyos montos son fijados por la gerencia de cada uno de estos hospitales de manera libérrima. En un artículo arbitrado publicado en la Revista de Ciencias Sociales v.11 n.1 Maracaibo abril 2005, titulado “Calidad de los servicios privados de salud”, cuya autoría corresponde a Silva, Yelitza, Docente-Investigadora del Centro de Estudios de la empresa, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia. Maracaibo-Venezuela. E mail: silvayelitza@hotmail.com, leemos:

Del análisis de los resultados obtenidos en la investigación referida, se llegó, entre otras,  a las siguientes conclusiones:

·         Los motivos para elegir un centro médico hospitalario, están dados principalmente por la fuente de remisión (remisión del seguro y/o empresas) y las experiencias previas. Además, los grupos de referencia y la familia también inciden, aun cuando es en menor escala. Por su parte, la remisión médica, el médico tratante y la ubicación geográfica, tienen muy poca importancia.

·         Los principales elementos tangibles e intangibles de la calidad en orden de importancia son: calidad técnica del personal, tecnología empleada, mantenimiento, limpieza e higiene de las instalaciones y equipos, precisión en las acciones de revisión y diagnóstico, seguridad, instalaciones, mobiliario y equipo, comunicación, horario de servicios y accesibilidad.

·         En cuanto a las expectativas que tiene un cliente sobre los servicios privados de salud se mencionan:

·         Mayor capacidad de respuesta. En el orden del 25% de los clientes, actualmente no se encuentran satisfechos con el tiempo de espera para ser atendidos, para recibir resultados de exámenes o estudios, para el ingreso y para el egreso en el centro médico.

·         Acciones acertadas tanto por parte del personal médico, como el de enfermería y el de administración. A pesar de que los clientes tienen casi cubiertos sus requerimientos con el grado de aciertos del personal médico, en lo referente al personal de administración en el orden de un 10% de los entrevistados muestra insatisfacción.

·         Los requerimientos sobre explicaciones, instrucciones y respuestas, se encuentran por encima a los recibidos, especialmente en lo referente al personal de administración.

·         Recibir confort, comprensión y respeto.

·         Los clientes tienen la percepción de que la calidad referida a instalaciones, ambiente físico, servicios ofrecidos y tecnología es muy buena o buena. Tanto la calidad sobre el trabajo desarrollado, como el trato y la comunicación, por parte del personal médico hospitalario es muy buena o buena; sin embargo el servicio de apoyo desarrollado por el personal de administración y el de nutrición y dietética, es percibido como muy bueno o bueno en menor proporción, con un porcentaje por debajo del 50% que lo perciben como muy bueno. La calidad de los servicios de hotelería son percibidos con mucha debilidad sólo un porcentaje no representativo lo perciben como muy bueno. Los clientes creen y confían en el centro médico al cual acuden a solicitar servicios.

·         Es muy importante el precio por los servicios recibidos. Los clientes están dispuestos a cambiarse del centro médico hospitalario que le presta sus servicios, si hay otro que le ofrezca el mismo servicio a un precio más bajo.

·         La mayoría de los clientes consideran que no existe equidad entre el precio y la calidad del servicio recibido.

.La dificultad para acceder a los datos estadísticos pertinentes en la prestación del servicio privado de salud, incidió de manera fundamental en la omisión de este aspecto en la presente entrega.

El juramento hipocrático

Éste, que es un juramento público que hacen las personas que se gradúan en medicina, se hace ante los otros médicos, doctores y ante la comunidad. Su contenido es de carácter ético, para orientar la práctica de su oficio. Es también el juramento que se basa a partir de la responsabilidad del ser humano y conciencia de ella.

El contenido del juramento se ha adaptado a menudo a las circunstancias y conceptos éticos dominantes de cada sociedad. El Juramento hipocrático ha sido actualizado por la Declaración de Ginebra de 1948. También existe una versión, muy utilizada actualmente en facultades de Medicina de países anglosajones.

El Dr. Roberto Jiménez Maggiolo (Maracaibo, 09.04.1929 - 15.03.2015, creador de la Cátedra “Etica Médica” en La Escuela de Medicina de la Universidad del Zulia a mediados de la década de 1970, solía comentar con dolor el abandono de este valor en la práctica de la medicina, a lo cual atribuía la negación del humanismo en aras de la mercantilización del enfermo, del fetichismo del dinero.

 

En próxima entrega siguiente, trataremos el caso del Hospital Público Coromoto de Maracaibo.



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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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