En días recientes visité la ciudad de Puerto La Cruz, en el Estado Anzoátegui. Y pude constatar como esta población se encuentra en franca expansión, tanto por su condición portuaria, como por ser en un destino turístico por excelencia, lo que la convierte en una zona bastante dinámica desde el punto de vista económico, alentada por la actividad petrolera, pesquera y comercial. Y aunque podemos decir que como el resto de las ciudades de Venezuela, Puerto La Cruz sufre los mismos males asociados con el tráfico, el crecimiento no controlado de algunas de sus áreas periféricas, insuficiencia en la prestación de sus servicios públicos básicos – agua potable, energía eléctrica y aseo urbano entre otros – e inseguridad, respecto a este último punto, podemos decir que definitivamente algo bueno está pasando en esa ciudad, donde a diario la Policía Municipal de Sotillo, hace una labor encomiable enfrentando con resolución la criminalidad. Invitado por sus autoridades, pude constatar de primera mano, los significativos cambios que han operado en esta institución policial, desde que el Alcalde Maglio Ordoñez se encuentra al frente del gobierno de la ciudad.
En su sede principal, ubicada en la populosa comunidad de Chuparín, nos encontramos con unos espacios completamente refaccionados, donde se ha dotado a esta institución policial de una Sala Situacional, donde un personal altamente calificado y profesional monitorea en tiempo real, el trabajo que en las calles realizan los funcionarios, con posibilidad de brindar apoyo a sus unidades si así fuera necesario y de establecer enlaces con otros organismos policiales que operan en la zona y con quienes se tiene una permanente coordinación que mancomuna los esfuerzos en la lucha contra el crimen, haciendo más efectivo el trabajo policial y brindándole mayor seguridad a la ciudadanía. Así mismo pudimos visitar las instalaciones de un impresionante centro de adiestramiento de la policía municipal, ubicado en las afueras de la ciudad, donde ahora el funcionario se capacita de manera permanente, en el manejo de armas, defensa personal, labores de abordaje de eventuales situaciones de riesgo en zonas urbanas y periurbanas, orden cerrado, derechos humanos, legislación penal y relaciones con la comunidad. Fue puesta en funcionamiento una Brigada de Policía Comunal y actualmente se cuenta entre los activos de la institución una Brigada canina – K9 – donde los perros se entrenan a diario, en labores de detección de drogas y orden público. De igual manera fue activada una Brigada Montada, que actualmente se mantiene brindando seguridad en las instalaciones del Parque "Andrés Eloy Blanco" y en las adyacencias del Paseo Colón.
En cuanto a cifras, el mejoramiento de la operatividad policial de este cuerpo es palpable. Hasta el mes pasado, el 83% de los procedimientos iniciados por Polisotillo, concluyeron con medidas privativas de libertad decretadas contra los aprehendidos, por los tribunales penales de esta entidad federal. Así mismo a la luz del comparativo con los datos correspondientes al año pasado, los de este año indican un incremento en el número de procedimientos policiales, del 70,31%. Respecto a personas solicitadas por los tribunales penales, durante el 2014, entre los meses de enero y octubre, sólo se habían detenido 26 ciudadanos, mientras que durante ese mismo período durante el año en curso, se han puesto a la orden de la justicia un total de 89 ciudadanos requeridos por los tribunales por la comisión de todo tipo de delitos, lo que significa un incremento del 29,21%. Durante el primer semestre de este año se han recuperado un total de 57 vehículos robados y se han incautado 1.709 gramos de droga, entre marihuana, crack y cocaína. Se sacaron de circulación cerca de 40 armas de fuego, realizándose además más de 4000 verificaciones de identidad de ciudadanos detenidos preventivamente en puntos de control, a través del sistema SIIPOL.
De igual manera fue creada a instancias de la Dirección General de la institución, la Unidad de Atención a la Víctima de Abuso Policial, donde el ciudadano que sufra actos de arbitrariedad y atropello a manos de algún funcionario policial, puede denunciarlo a los fines de que se tomen las medidas disciplinarias, administrativas y penales a las que hubiere lugar. Puertas adentro, pudimos constatar los esfuerzos que se han realizado para mejorar la situación del funcionario, ajustándole sus salarios, cumpliéndoles con su dotación de uniformes y acondicionando áreas internas donde hoy por hoy funciona un comedor para el personal, gracias al apoyo brindado por PDVSA. Seguramente faltan muchas cosas por hacer y otras tantas que mejorar, pero cuando se observan los significativos cambios que hasta ahora se han emprendido, no podemos sino aspirar que este ejemplo sea emulado por otras instituciones y augurarle el mayor de los éxitos a este cuerpo policial donde a diario hombres y mujeres trabajan en procura de la seguridad de la ciudadanía de esta zona del Oriente del país.
