Un día de quincena y pocas compras en el Sambil por lo caro

En estos días me encontraba en el Sambil, acompañado por una gran amiga donde recorrimos varios de los niveles que posee el conocido mall de Caracas, me llamó la atención que habiendo sido un día viernes y quincena se encontrara tan vacío en comparación a otras épocas en donde era común tropezar con otras personas por la afluencia de personas que a diario se veía, más los viernes o sábados de quincena cuando muchos daban gracias a Dios y a todos los santos.

Parecerá cinismo, que colocara más arriba "me llamó la atención que habiendo sido un día viernes y quincena se encontrara tan vacío en comparación a otras épocas", cuando todos sabemos que el motivo de la ausencia es simplemente motivado a la Guerra Económica.

Encontrándonos en pleno recorrido, entre los escandalosos precios de una toalla en 10 mil bolívares cuando usualmente debería costar cuando mucho mil, un libro de recetas de cocinas en 7 mil bolívares cuando debería estar más económico, lo que saltó la gran impresión, vaya aun teníamos la capacidad de asombrarnos o de horrorizarnos, fue cuando entramos a la famosa tienda deportiva de las tres rayas a preguntar por la franela original de La Vinotinto, que semanas atrás había oído que se encontraba en 15 mil bolívares, que de por si era un abuso, casi me da un patatús cuando me dijo el encargado 25 mil bolívares.

Enseguida entendí porque no he visto a nadie andar en las calles con esa franelita nada barata, cuando lo usual es que cueste alrededor de los 2.800 bolívares.

Pero eso no fue todo, agarren el dato, si usted quiere trotar o tener un par de zapatos de marca, de esa misma firma alemana de las tres rayas, hay uno al módico precio de 91 mil y algo de bolívares, si escribí muy bien 91 mil y algo de bolívares, allí los ojos se me pusieron como los de Bart Simpson o como los de aquella cuña de un comercial que transmitían hace alrededor de 15 años cuando la gente se sorprendía por algo abrían los ojos y la boca, pues así quedamos mi amiga y yo. Desde luego le pregunté al encargado: "¿señor y estos pares se venden?", a lo que el con una sonrisa me respondió "sí se venden", lo curioso es que no vi a nadie en esa tienda en los 10 minutos que alguien comprara.

Así como en ese local, recorrimos otros, y quizás no me creerá cuando algunos productos dicen a precio justo de una camisa que hace 6 meses atrás costaba 1.200 bolívares verla ahora a 15 mil bolívares, desde luego si le preguntamos al encargado dice si es en base al dólar, sólo que no dicen que al paralelo, porque uno será ignorante en algunas cosas pero no creo que tenga, al menos yo la cara de ser alguien que no razone un poco.

Desde luego comentaba con mi amiga lo siguiente, el rico no pagaría ese par de zapatos en Bs 91 mil, lo trae de afuera del país cuando viaja, el clase media lo pide con sus dólares electrónicos, y el pobre simplemente se queda con las ganas de comprarlos, pero sabe que para eso necesitará varios meses para reunir el dinero, si es que no suben el precio.

Obvio que me tomé la molestia de revisarlo por la famosa página de compra por internet y ese par cuesta 180 dólares, que multiplicado por 12 bolívares, que cuesta adquirir el dólar Cencoex son 2.160 en total, supongamos que por aduana se cancele 2 mil más por el peso, serían 4.160 bolívares en total.

Explique entonces porque un par de zapatos que vendiéndolo en 7 mil o en 10 mil bolívares estaría ganando más del 30% adicional su valor en esa tienda es de 91 mil y algo su precio "justo", la gente no es pendeja y creo que la actitud que vimos en el Sambil ese día de quincena lo demuestra.

Y les agregó que en las tiendas de televisores, perdón de los plasmas, vacías si acaso a los encargados porque la gente pensará "¿para qué voy a entrar si es impagable?", o siendo algo jocoso al estilo de la Rana René "a veces me provoca tener un plasma de 42 pulgadas luego veo lo carísimo que es y se me pasa", pues así sucede en ese "lujoso" centro comercial que ni los de Dubai.

El capitalista pretende vender todo caro para que de cada 10 productos solo venda uno a alto costo y así vaya rumbo a la quiebra porque no le da el cerebro para pensar que si vende a precio más económico vendería sus 10 artículos y de seguro siempre tendrá lleno el bolsillo, su negocio estará al día, los impuestos, el personal, alquiler del local serían pagos al día.

Hasta las famosas sandalias de goma, que recuerdo verla vender a los buhoneros a precios accesibles, a precios impagables, porque quien en su sano juicio va a pagar 3 mil bolívares por eso, nadie.

Creo que en el fondo las autoridades competentes como que están dejando que los mismos empresarios y comerciantes vayan a la quiebra por avariciosos, ¿de qué servirían multarlos a cada rato y decomisarles la mercancía?, cada vez que eso sucede salen varios, que son perjudicados igualmente, a defender a estos negociantes que la palabra honestidad parece no conocerla, pero como alguien que vive de un 15 y último pienso en que no compro lo que no necesito, o, compro algo que pueda pagar y lo que no… será para después.

Recuerdo que en anteriores tiempos, iba a hacer compras de ropa y me alcanzaba para comprar algunas cosas y guardar para los demás gastos personales y familiares, hoy en día tendría que trabajar un mes al menos para comprar una camisa.

Agrego que no tomamos ni agua, debido que hasta el vital líquido es costoso, sin incluir los jugos, refrescos, helados, sobretodo en la heladería de el número y de la letra, que de paso tampoco vimos tantas personas, la palabra cola en ese sitio no existe ni en el diccionario.

En serio los demonios están desatados, como que creen que el venezolano común ganará 100 mil quincenal y hay un aire de abundancia que nada tendríamos que envidiarle a Bill Gates, aunque la realidad es otra.

Mientras tanto, seguiremos viendo locales con pocas afluencias, muchos anaqueles llenos, ojo los que no son aquellos rubros que escasean, pero con pocos compradores, al final cuando salimos luego de esa espantosa, necrofílica y pornográfica aventura sambilística vimos en la entrada a la gente salir con cosas pero no con aquellas grandes cantidades de bolsas como antes… Sigan Pues.

miltinhoochoa4@gmail.com

 



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Miltinho Ochoa


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