Debo iniciar esta segunda parte del artículo sobre el cierre de la frontera colombo venezolana, con los comentarios en algún modo críticos de lectores opositores. Estos “llamados” tienen un tinte de no reconocer lo hecho por el gobierno bolivariano en defender los interés de la nación y sencillamente no observan más allá de lo impuesto por los medios de comunicación social.

Uno de ellos me pidió que ahondara más en el asunto de manera objetiva y es lo que trato de hacer en este número, aunque el tema sea muy amplio.

En el anterior artículo hablé sobre el contrabando de gasolina de Venezuela a Colombia como el negocio lucrativo de los Paramilitares, como una fuente vital de ingresos económicos a oscuros planes desestabilizadores en estas naciones hermanas.

Pero, más allá de castigar a los paramilitares, hay que revisar muy a fondo a cualquier funcionario de la FANB que se preste para negocios en contra de la patria de Bolívar y que además manche el honor de las entidades castrenses que custodian las zonas limítrofes con Colombia.

Otro negocio que se viene abajo para los contrabandistas (bachaqueros) es la neutralización de la venta ilegal de productos alimenticios, aseo personal entre otros, que se producen en suelo venezolano. Ciertamente, es un negocio que deja enormes márgenes de ganancias, si se toma en cuenta la conversión de un sueldo mínimo en pesos colombianos a Bolívares.

Comprar enormes cantidades de comida con una cantidad de 14.000 Bolívares y luego transportar vía ilegal esos alimentos hasta Cúcuta, afecta indudablemente a la población fronteriza del estado Táchira, ya que aunado a la Guerra Económica, que golpea duramente tanto el bolsillo y la paciencia con que el pueblo bolivariano aguanta los embates de estas terribles estrategias marcadas (aunque muchos no lo creen) por Dólar Today entre otros.

Es irresponsable mencionar, que con el cierre de la frontera está solucionado el tema del desabastecimiento alimenticio. Lamentablemente, la reactivación del aparato productivo no ha sido el esperado y la siembra de semillas en los campos y llanos venezolanos debe estar dando sus cosechas antes de diciembre, para beneficio de quienes padecemos este problema y no se convierta en un efecto boomerang.

Pero, ¿estás medidas son anti colombianas? He leído en Facebook de un colega periodista que hace unos meses atrás decidió emigrar al vecino país, que le daba vergüenza sobre las medidas adoptadas por el ejecutivo de Miraflores.

Esto no es un problema de hace tres días, viene mucho más allá de los años 80. Las deportaciones no fueron tratadas con la objetividad (como me indicaron por correo electrónico). No se ha visto la noticia real en los medios privados, o es que no interesa a quienes de verdad deberían de interesarle, como por ejemplo al Presidente colombiano Juan Manuel Santos.

Así como los compatriotas en la frontera soportaron de enormes colas para comprar comida. Ahora, los cucuteños afrontan el mismo padecimiento ya que la extracción se redujo a casi nada, de productos regulados hechos en Venezuela, sólo para ser consumidos por venezolanos.

En la oposición dicen que este cierre de frontera a resultado en una medida injusta e inhumanitario, pero cuando vas por la calle, en el autobús o simplemente hablando con un vecino opositor, ellos aplauden esa medida (no todos obviamente), pero da a entender que el Presidente Nicolás Maduro, jugó una estrategia muy delicada y que dio resultados a corto plazo.

Sólo falta seguir manejando esta situación como un tablero de ajedrez y colocar en jaque a bachaqueros y paramilitares en la frontera, hasta devolver la paz en la frontera.

También se dejó en evidencia la falta de un discurso serio en la oposición, donde hasta hace poco se decía que Nicolás Maduro era cucuteño y ahora es el mayor anti colombiano del mundo.

Por otro lado se toma de manera muy banal el asunto de la integridad fronteriza, sobre todo por las generaciones más recientes. Recuerdo que a mediados de los 90 un escándalo entre ambos gobiernos se puso en el tope de la sociedad por las demarcaciones limítrofes de Colombia, la cual quitaban una considerable cantidad de terreno a nuestro país.

Este hecho histórico, fue hasta parodiado en la Radio Rochela y de manera de burla (aunque era una verdad ineludible) la nueva frontera era limítrofe con el estado Guárico, pero la respuesta del gobierno de Rafael Caldera para la época fue casi tímida y todo siguió su curso “normal”

Pero en la realidad actual, Venezuela ejerció una función soberana. Dolió a unos pocos, pero son los intereses personales los que más duelen de esa minoría que no anda a pie como la mayoría del pueblo honrado de Colombia que padece las calamidades desde su propio suelo al no poder conseguir gasolina, donde hay solo cuatro estaciones de servicio en Cúcuta y su inventario es poco, que no se da abasto para sus consumidores

Es por ello que Venezuela, es y será siendo un paraíso para muchos colombianos, ya que surtir el tanque y comprar alimentos parece una tarea imposible en su propia casa.

P.D: Gracias a quienes me siguen por twitter para seguir defendiendo a la revolución, sin esperar nada a cambio. Además, saludo a aquellos lectores en la oposición por sus críticas y sobre todo, por leer a aporrea.org. Una página que también es un medio de información y opinión a quienes no comparten nuestra ideología y no tienen cabida en los Mas Media de esa derecha en franca decadencia.

Twitter: @cesarhechicero

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