Capitalismo salvaje y profunda crisis de valores

El Estado Burgués aún sobrevive como modelo político, económico, jurídico e ideológico, que le permite dominar en esencia la dinámica de la sociedad y gran parte las instituciones del Estado. Como se explica que aún prevalezca la política del libre mercado, con rasgos de capitalismo salvaje, cuando la oligarquía nacional, las trasnacionales y el propio imperialismo, nos imponen los precios de más del 1.000%, a través de la oferta y la demanda, por encima de los controles gubernamentales establecidos y los nuevos instrumentos jurídicos.

Por eso se dice que estamos perdiendo la “Guerra económica pero también la guerra ideológica”. Después de 15 años de Gobierno Revolucionario, podríamos reafirmar que las condiciones de vida material de las mayorías del pueblo Venezolano mejoraron como para considerarse clase media, pequeña burguesía o pequeño propietario, lo cual entra en contradicción ideológica con el espíritu del proyecto socialista. Ahora un bodeguero, un vendedor ambulante y un taxista, se consideran pequeños comerciantes; un campesino con cierta cantidad de hectáreas, un pescador con lancha o un emprendedor de fábrica, se consideran pequeños propietarios, pero lamentablemente dentro de la concepción capitalista.

Pero lo más grave de todo esto, es que a la dinámica impuesta por la guerra económica y con rasgos de CAPITALISMO SALVAJE, se suma el pequeño comerciante y el pequeño propietario, lo que hace más compleja la guerra económica, por la ganancia desmedida de importantes sectores de la población. Nuestra sociedad entró en una fase de crisis de valores, de ética y moral, que progresivamente está afectando la credibilidad y la confianza en la construcción de la Patria Nueva.

La corrupción se ha extendido a todos los niveles de la Sociedad y el Estado, como un demoledor virus que no perdona a nadie, desde un Portero, funcionario público, Consejo Comunal, Concejales, Alcaldes, Diputados, Gobernadores, Ministros, Militares y pare usted de contar. Virus que se ha desarrollado como parte de la nueva cultura del rebusque, para redondear el sueldo y hasta justificar tal conducta para hacer política partidista o clientelismo político con los dineros de la administración pública. Pero no es fácil demostrar la acumulación de capital mal habido de algunos inescrupulosos funcionarios, los pones patas arriba y lo sacudes, les revisas sus cuentas personales, les solicita la declaración jurada del patrimonio y no le consigues absolutamente nada. Claro desde que surgió la figura del testaferro o el financista, se resolvió ese problema de quehacer con la plata mal habida. Quien controla y como se detectan esos testaferros, financistas o nuevos capitalistas con emporios financieros descomunales. El imperio Norteamericano por tener control sobre la Banca Mundial, cuando quiere tener conocimiento de algún funcionario nuestro o de cualquier país, sobre depósitos en cuentas en el extranjero, obtiene la información para después chantajearlos.

Igual de compleja es la situación de la dignificación de la política, como un objetivo fundamental en el primer plan socialista, que nuestro comandante eterno se proponía para cambiar el viejo modelo político-partidista de Democracia Representativa, por el nuevo modelo de Democracia Participativa y Protagónica, donde la visión y la orientación están planteadas en el Plan de la Patria para superar el nefasto clientelismo político y viejos métodos políticos de la Socialdemocracia incrustados dentro del PSUV.

Y para finalizar creo importante tratar el valor que le debe dar la revolución socialista, al núcleo familiar como célula fundamental de la Sociedad, para partir e iniciar los cambios necesario desde abajo hacia arriba a fin de reforzar los diferentes valores socialistas, a fin de construir la Patria Nueva, donde priven los principios de: Solidaridad, responsabilidad, productividad, honestidad, igualdad, lealtad, respeto, tolerancia y justicia entre otros. Recordemos que la batalla o guerra ideológica que estamos librando con el Imperialismo, también la estamos perdiendo en el terreno de la Sociedad Civil.

Sin valores socialistas no se puede construir el Socialismo.

 

pedro_infante2002@yahoo.es



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