La derecha parasitaria que dirige la oposición venezolana no descansa en su afán de desestabilizar la economía venezolana y crear las condiciones necesarias para generar una revuelta social. No es casualidad que la patria de Bolívar este siendo atacada en todas las áreas estratégicas de la economía venezolana.
De esta manera, vemos como el ataque sistemático del derrumbe del precio del petróleo en el mercado internacional está siendo impulsado por Estados Unidos de Norteamérica, nación que históricamente tiene como referente violentar la soberanía de los estados en donde el principal recurso energético, el oro negro, abunda y es elemento principal de su economía.
No obstante, en el caso de Venezuela, además del acecho en contra del ingreso petrolero, ahora se comienza a develar nuevas aristas en las recetas aplicadas para destruir la economía venezolana y llevar a cabo un golpe de estado en contra del presidente Nicolás Maduro.
En ese sentido, las grandes franquicias que forman parte del sector empresarial privado están dando un paso al frente en las filas de quienes desarrollan la guerra económica, aplicando mecanismos de ofertas de productos a cuenta gotas y generando largas colas en sus comercios, todo ello bajo la vil mentira de la campaña del desabastecimiento.
Durante la última semana del mes de enero el Estado Mayor Económico se reunió con los principales representantes de las grandes franquicias del sector farmacéutico, higiene personal y alimentación, para coordinar acciones dirigidas al Renacimiento de la Economía Nacional y que forman parte del Plan de Recuperación 2015.
Ambos sectores, el público y el privado, se mostraron a favor del fortalecimiento de la economía venezolana, y se dio inicio a lo que se perfilaba como una alianza entre estas grandes franquicias y el Estado. Sin embargo, esta estrategia engañosa del falso compromiso de los empresarios, quedó al descubierto durante la primera semana del mes de febrero del año en curso.
Tan solo cinco días después, la Superintendencia de Precios Justos, ente encargado de garantizar los derechos socioeconómicos de la familia venezolana, así como el desarrollo armónico, justo, equitativo, productivo y soberano de la economía nacional, realizó diferentes jornadas de fiscalización en algunos establecimientos pertenecientes a las franquicias presentes en la reunión anteriormente citada.
Tales operativos permitieron detectar un gran número de ilícitos económicos -entre ellos: acaparamiento, especulación, boicot, expendio de alimentos vencidos, condicionamiento de venta, alteración fraudulenta y contrabando de extracción-, aplicados de manera sistemática en contra del pueblo venezolano, con la finalidad de agudizar la creciente matriz de opinión, impulsada por la oposición, que afirma la hipótesis de una actual “crisis económica” en Venezuela.
Ante este escenario, se evidencia la utilización de estos espacios comerciales –de gran escala- para distorsionar la realidad venezolana y utilizarlos como trampolín mediático, favoreciendo a sectores negados a trabajar apegados, y articulados con las Leyes y políticas económicas emanadas por el Ejecutivo Nacional.
Hasta ahora, la prensa privada y las redes sociales han viralizado estos operativos proyectándolos como agresiones al sector empresarial, sin valorizar la importancia de los elementos internos, presentes dentro de ellos, además de los resultados que traerían consigo la masificación del mercadeo a gotas o intermitente, de productos de primera necesidad, así como el impacto negativo que ya está causando su aplicación en la economía nacional.
Hay que mantener los ojos abiertos y no olvidar que el Estado no ha dejado de asignar las divisas a las empresas pertenecientes al sector alimentación. Una muestra de ello es el caso de la Corporación Cárnico 2005, la cual fue fiscalizada recientemente y se determinó que adquirió 50 toneladas de alimentos (avícolas, cárnicos y derivados del mar) a dólar oficial 6,30bs, y en el caso del pollo, obtuvo el rubro a 60 bs el kg y lo ofertaba a 295 y 500bs respectivamente, lo que reflejaba un sobreprecio del 2000%.
Estamos en la era de la invasión de los mercados económicos por el imperio capitalista. Jamás un Gobierno Socialista y Revolucionario alineará sus políticas con quien desde tiempos independentistas ha pisoteado la identidad de los pueblos ancestrales. Es tiempo de que envainemos nuestra espada y ataquemos con la energía del Patriotismo Bolivariano y Revolucionario a los que se esconden detrás de una franquicia empresarial para vender los derechos socioeconómicos de la familia venezolana.
“Hagamos una batalla por la justicia y vendrá la paz entre nosotros” Hugo Chávez Frías, Apure, 2 de abril de 2006, Aló Presidente N° 028.